Los etarras Iñigo Zapirain, alias 'Aritza', Beatriz Etxebarria, alias 'Kot', y Saioa Sánchez serán juzgados esta semana por segunda vez por un atentado en Bilbao en 2006 debido a que el Tribunal Supremo ordenó repetir la vista oral por no haberse realizado en el primer proceso un informe sobre los malos tratos policiales que el primero denunció haber sufrido.
En julio de 2016, el Supremo revocó las condenas de Zapirain, Etxebarria y Sánchez, que formaban parte del comando Otazua de ETA, en una sentencia en la que ordenó además que fueran juzgados de nuevo por un tribunal diferente en la Audiencia Nacional.
El alto tribunal, que alertó de la “preocupante reiteración” de condenas a España sobre torturas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), determinó en su sentencia que en el nuevo juicio se deberá elaborar, por parte de dos psicólogos de la defensa, un informe sobre las supuestas torturas a Zapirain.
En este nuevo juicio, la Fiscalía de la Audiencia Nacional solicita 15 años de prisión para cada acusado por el delito de estragos terroristas provocados a consecuencia de la explosión de una bomba junto a una oficina del INEM en Bilbao en el año 2006, lo cual provocó lesiones a un ertzainza y daños materiales valorados en 93.400 euros.
Según el escrito de acusación, Sánchez captó a Zapirain y Etxebarria y formaron el comando Otazua junto a otro etarra, Daniel Pastor, y el 29 de enero de 2006 colocaron el artefacto explosivo en el interior de una mochila junto a la que colocaron un cartel con la leyenda 'PELIGRO BOMBA'.
Un viandante alertó a la Ertzaintza y varios efectivos iniciaron las labores de prevención y aseguramiento, acordonando el perímetro que podía verse afectado. Sin embargo, no pudieron terminar, ya que “la explosión se produjo de forma inmediata”.
TRES KILOS DE EXPLOSIVO
El Ministerio Público explica en su escrito que el artefacto estaba compuesto por “tres kilos de cloratita y disponía de sistema de de iniciación eléctrico y temporizador, detonador y carga explosiva de multiplicación”. Sánchez fue la que lo fabricó, mientras que Zapirain y Etxebarria lo llevaron hasta el lugar elegido.
A consecuencia de la explosión, un agente de la Ertzaintza se lanzó al suelo y sufrió erosiones en las manos, codos y rodillas, por lo que fue asistido por sanitarios en el lugar del atentado. Tanto la oficina del INEM como edificios colindantes y vehículos resultaron dañados. ETA se atribuyó la autoría de los hechos en un comunicado.
En los posteriores registros realizados, entre ellos el domicilio habitual de Daniel Pastor en Galdácano (Vizcaya), se encontró diferente material para la fabricación de explosivos y detonadores. También en la vivienda de Zapirain y Etxebarria en Bilbao se localizó cordón detonante, temporizadores, un dispositivo lapa, cuatro pegatinas con la inscripción 'EZ IKITU I NO TOCAR BOMBA ETA“ y carteles en los que se leía 'PELIGRO BOMBA'.
DOS MANUALES TERRORISTAS
Asimismo, los investigadores encontraron un papel con la anotación manuscrita por Etxebarria de una matrícula, marca y modelo de un vehículo perteneciente a la Policía Nacional, un croquis para la confección de una bomba lapa realizado por Zapirain, dos manuales de técnicas terroristas elaborado por ambos “siguiendo las instrucciones” de Sánchez. De hecho, en los mismos fueron halladas huellas de esta etarra.
El informe pericial realizado por la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza tras hallar todas las sustancias mencionadas en comparación con los restos de evidencias recuperados en el lugar del atentado determinó que el material intervenido serviría para fabricar “un artefacto explosivo igual en potencia, características y elementos al empleado en la explosión”.
Los tres etarras ya están en prisión por otros actos terroristas. Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria ya fueron condenados junto a Daniel Pastor a 3.860 años de cárcel por colocar la furgoneta bomba que estalló frente a la casa cuartel de Burgos en la madrugada del 29 de julio de 2009 y que dejó 160 heridos de diversa consideración, entre ellos 41 niños.
Por su parte, Saioa Sánchez cumple condena de 28 años de prisión por el asesinato a tiros de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero en Capbreton en 2007. Fue condenada por la Justicia francesa junto al también etarra Mikel Carrera Sarobe, alias 'Ata', quien cumple cadena perpetua en el país vecino.