El Congreso avaló el pasado viernes el plan de la presidenta, Mertixell Batet, para dejar en suspenso la actividad de la Cámara mientras dure el estado de alarma por la crisis del coronavirus, pero la decisión no fue unánime porque el PP y Vox votaron en contra de 'parar el reloj' de los plazos reglamentarios relativos a iniciativas en curso, incluyendo las preguntas escritas al Gobierno y la petición de informes. Para estos dos partidos, esta suspensión de los plazos afecta a su labor de control parlamentario.
En su recurso, recogido por Europa Press, Vox recuerda que, al dejar el suspenso, los plazos el Gobierno se libra de la obligación de responder antes de un mes a las preguntas y las peticiones de informes registradas por la oposición, lo que supone desactivar el control parlamentario “en un momento gravísimo” para el país tras la declaración del estado de alarma.
El escrito de Vox, que se presenta firmado por Santiago Abascal y Macarena Olona, presidente y secretaria general del grupo, deberá decidirse en la Mesa del Congreso tras recabar la opinión de la Junta de Portavoces. Todo apunta a que será rechazado, dada la mayoría de PSOE y Unidas Podemos, pero una vez se resuelva el grupo tendrá el camino despejado para recurrir en amparo ante el TC, como ya habían anunciado.