La llegada de Vox a las instituciones ha aupado a nombres que durante años estuvieron vinculados a organizaciones ultracatólicas. La formación de extrema derecha se ha valido de antiguos miembros de HazteOir y de otros lobbies ultraconservadores para nutrir sus listas y candidaturas. Su apuesta por activistas vinculados a este tipo de organizaciones les ha llevado a incluir como número dos en las listas del Ayuntamiento de Barcelona a Liberto Senderos, uno de los fundadores de la delegación española de la secta mexicana El Yunque, tal y como publicó El País.
Los miembros de esta organización “actúan en secreto” y su labor se centra en “invocar la defensa de la religión”. Ese comportamiento poco transparente y opaco les enfrenta a gran parte de la Iglesia porque esta institución “nunca puede actuar” de forma clandestina, explicó el periodista Santiago Mata, especialista en esta secta, a elDiario.es. Tras las elecciones del 28M, Senderos obtuvo su acta y desde entonces es concejal en el Consistorio de la capital catalana.
La infiltración del Yunque en organizaciones empresariales, sociales y en partidos políticos ha sido una incógnita debido al hermetismo de sus miembros. A pesar de la opacidad de su funcionamiento, la Justicia sí que ha podido acreditar, como “un hecho contrastado y acreditado”, la relación “entre alguno de los miembros de HazteOir.org con El Yunque”. La sentencia que detalla esta vinculación se emitió en 2014.
HazteOir premió la labor de varios miembros del partido
HazteOir es el lobby presidido por Ignacio Arsuaga, uno de los actores más relevantes del movimiento 'antigénero' internacional, con campañas en contra de la ley del aborto y de los derechos LGTBI. Esta organización está detrás del autobús que recorrió Madrid con el mensaje tránsfobo “los niños tienen pene y las niñas tienen vulva”.
La relación entre Vox y este colectivo ha atravesado distintas fases. Durante los años de irrelevancia política del partido de Santiago Abascal, el lobby ultraconservador ejerció como altavoz mediático. En esa época, la organización de Arsuaga distinguió y premió la labor de algunos miembros que han pasado por la formación de extrema derecha o siguen en activo como Javier Ortega Smith, Santiago Abascal o Hermann Tertsch.
Con la entrada de Vox en las instituciones la relación entre el partido de extrema derecha y HazteOir se ha ido desgastando y ha sufrido tiranteces. El lobby ultracatólico ha recriminado a los de Abascal su posicionamiento en algunas de sus batallas ideológicas. Antes de las elecciones de Castilla y León, la organización de Arsuaga lanzó una campaña para presionar con el objetivo de que Vox se comprometiese a cumplir con varias exigencias en la agenda del lobby. “Queremos saber si es verdad aquello de que ellos venían a hacer lo que la derechita cobarde no se atrevería a hacer jamás”, señaló un portavoz de la organización en un vídeo en el que explicaba en qué punto se encontraba la relación entre el lobby y el partido. Meses después, esta asociación salió en defensa de Macarena Olona durante su conflicto con Vox.
Que la relación entre HazteOir y Vox no atraviesa su mejor momento quedó patente con el nombramiento de Llanos Massó como presidenta de las Corts Valencianes. Aunque esta política formó parte de una sección antiabortista de HazteOir en Castellón, el partido de ultraderecha publicó el mismo día de su designación que su diputada ya no era miembro de la organización y destacaron que Llanos Massó “ha criticado a esta plataforma cuando han hecho campañas contra Vox”.
Para la profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense Mónica Cornejo la apuesta por estos perfiles “demuestra” que las formaciones de extrema derecha “están dispuestas a tomar decisiones difíciles” que otros “partidos más moderados no van a tomar”. En el contexto español, estas medidas están “basadas en ir contra los derechos sexuales y reproductivos”.
Influencia de Estados Unidos
Por su parte, el investigador especializado en ultraderecha Felipe G. Santos sostiene que el auge de figuras vinculadas a lobbies ultraconservadores, “muy probablemente”, puede ayudar a estas organizaciones a “tener acceso a una mayor financiación a través de apoyo institucional por parte de las comunidades autónomas” donde esté presente la extrema derecha, también se les abre la oportunidad “de organizar eventos en diferentes espacios”. Con el objetivo de reforzar este argumento pone el ejemplo del próximo curso de verano del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), un centro educativo impulsado por Marion Maréchal –sobrina de Marine Le Pen y simpatizante del ultraderechista Zemmour– y vinculado a asesores de Abascal, que será patrocinado con dinero de la Junta de Castilla y León, de la que Vox forma parte.
Además, cuenta Cornejo que la influencia y los “vínculos” que tiene HazteOir con lobbies estadounidenses provoca que “se copien las formas y los temas que se están debatiendo en EEUU” desde el momento en el que hay perfiles que han pasado por la organización de Arsuaga y ahora están en el partido de Abascal. La docente de la Complutense señala las políticas que se están emprendiendo en Florida, un estado que define como “el parque temático de la extrema derecha” y en el que se han aprobado leyes que obligan a los hospitales a preguntar a sus pacientes por el estatus migratorio o se han aplicado medidas para bloquear el acceso de niños y adolescentes a libros que aborden la orientación sexual, la identidad de género o la teoría crítica racial.
Frente a este nuevo periodo electoral, HazteOir ha publicado su ya típica guía de voto en la que Vox es el partido que cumple con el mayor número de sus exigencias, en comparación con Sumar, PSOE y PP. Los de Arsuaga avalan el posicionamiento de Vox en cuestiones como la defensa de la unidad de España, la reducción de impuestos, la defensa de los símbolos cristianos y el fin del adoctrinamiento ideológico. No obstante, en otras cuestiones como el aborto o la protección de la familia, el lobby ultracatólico no aprueba las propuestas del partido de Abascal y las califica con un “regular”.
Auge de perfiles tradicionalistas
Es público, y se observa revisando fotografías del movimiento antiabortista en nuestro país, que figuras del partido, como el propio Abascal, han coincidido con Arsuaga en algunos espacios públicos. Sin embargo, ahora desde la formación política, según las fuentes consultadas por esta redacción, tratan de desvincularse de HazteOir. Eso no quiere decir, reconocen, que no haya perfiles que hayan pasado por la organización de Arsuaga y que posteriormente hayan ido en listas del partido.
“Ha habido muchas personas que forman parte de estos grupos ultras que han visto una oportunidad institucional cuando Vox ha empezado a tener éxito”, insiste Santos, investigador especializado en ultraderecha de la City, University of London. Prevé que los saltos de satélites ultracatólicos al partido de Abascal se seguirán produciendo. Apunta, además, que “estos grupos no tienen influencia solo en Vox, también en el PP”. Sobre este asunto, hay que destacar la figura de Jaime Mayor Oreja, exministro del Gobierno de José María Aznar y uno de los perfiles que se ha convertido en un referente internacional en la lucha contra el aborto.
Aunque en algunos sectores del partido rebajan la influencia que tiene o ha tenido la asociación de Arsuaga en Vox, fuentes de la formación de Abascal consultadas por esta redacción reconocen que en los últimos años se ha producido en el organigrama interno se han encumbrado a perfiles ultracatólicos y tradicionalistas coincidiendo con el ascenso de Jorge Buxadé –al que algunos de sus compañeros definen como un “talibán” en sus posicionamientos– e Ignacio Garriga. El auge de estos perfiles ha desplazado en las últimas listas a las elecciones del 23 de julio a políticos más liberales como Víctor Sánchez del Real o Rubén Manso, según estas mismas fuentes.
Sí que repite en la candidatura por Sevilla a los comicios generales Francisco José Contreras, que fue miembro de la junta directiva de HazteOir. Tras obtener su acta de diputado en 2019 comunicó su baja a la organización de Arsuaga, según explicaron en ese momento fuentes de la asociación. En esa misma provincia, la candidata de Vox a la alcaldía de la capital, Cristina Peláez, militó en Derecho a Vivir (DAV), una de las marcas del lobby ultracatólico.
Una de las sorpresas de las elecciones municipales fue la entrada de Senderos como concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Es uno de los fundadores de la rama española de El Yunque, que se inscribió en el registro de asociaciones de nuestro país como Organización del Bien Común España. Su nombre figuraba como tesorero de este colectivo, según la documentación consultada por El País. Actualmente, tal y como informó el mismo medio, no consta si el edil de Vox sigue ocupando este cargo.
Enfrentamiento con Jiménez Losantos
El de Senderos es uno de los pocos casos en los que se puede demostrar una vinculación de un cargo electo de Vox con la delegación española de la secta mexicana, a pesar de los rumores que han perseguido a algunos integrantes del partido de Abascal desde el nacimiento de la formación. Una investigación realizada por el periodista Adolfo Moreno para Avaaz y publicada en La Marea en 2019 aseguraba que Santiago Antonio Ribas Sáez, exvicesecretario de Juventud de Vox Madrid, reclutó “a jóvenes para la organización secreta a través de asociaciones encubiertas”. Consultado por esta redacción cuando se desvelaron estas vinculaciones, Ribas aseguró que la información publicada era una “pantomima”.
La Organización Nacional del Yunque nació en México en 1953 y llegó a España a finales de los años 70. La misión que deben cumplir sus miembros consiste en instaurar el “reino de Cristo en la Tierra” , explica el periodista Miguel González en el libro Vox SA, el negocio del patriotismo español. Sus integrantes “están obligados a mentir cuando se les pregunta por su pertenencia y a negar la existencia de esta organización”, apuntó el reportero en una entrevista con esta redacción. Los nuevos integrantes de la organización acuerdan cumplir compromisos de “primordialidad, reserva y disciplina”.
En México sus miembros se infiltraron en colectivos “educativos, sociales, empresariales y políticos, y escalaron hasta las más altas instancias del Partido de Acción Nacional (PAN)”, recuerda González en su último libro. Al aterrizar en nuestro país, esta organización “empezó a crear asociaciones pantalla y a introducirse en algunas ya existentes para intentar controlarlas (la principal fue HazteOir)”, reseña González. Debido a la presión de la jerarquía eclesiástica, que no aprobaba la opacidad de esta organización ni sus métodos de captación, crearon e inscribieron la Organización del Bien Común en España.
Uno de los grandes valedores mediáticos de Vox durante sus años de irrelevancia electoral ha emprendido una guerra contra el partido por el papel que ha asumido el sector más ultracatólico en la cúpula de Vox. Federico Jiménez Losantos considera que la formación de Abascal se ha dejado llevar por las redes sociales. “Es lo que le ha dado el poder al Yunque en Vox, el poder en las redes. Un pequeño grupo de gente manipulando las redes puede tener mucho poder”, aseguró en uno de sus editoriales diarios el locutor de EsRadio, que también apuntó que el partido de Abascal se refugia en “chiringuitos ultraevangélicos”.
La entrada de nuevos nombres en las instituciones públicas no ha evitado que también se hayan producido bajas de perfiles vinculados al lobby ultracatólico. La más reciente ha sido la de Gádor Joya, diputada durante la anterior legislatura en la Asamblea de Madrid, y que no ha repetido en la lista de Rocío Monasterio. Joya fue portavoz de Derecho a Vivir, antes de saltar a la política institucional. Esta activista, médica de profesión, contó en sede parlamentaria que había realizado ecografías a mujeres a las puertas de una clínica de abortos.
Fue ella la que tomó la decisión de no repetir en listas, según contó en una entrevista a Infocatólica. “Mi paso por la política me deja un sabor agridulce porque, aunque he conseguido algunas cosas, otras muchas se han quedado en el cajón”, añadió, a la vez que lamentó no haber podido “aportar a nivel de grupo, tanto autonómico como en nacional”, todo lo que ha aprendido en sus 20 años de activismo antiabortista. Ya, fuera de la política de partidos, HazteOir le entregó un premio hace un mes por su labor como diputada.
En Murcia, Juan José Liarte obtuvo su acta de diputado tras las elecciones autonómicas de 2019. El nombre de este abogado figuraba en el organigrama que la Fundación Española de Abogados Cristianos inscribió en el registro de fundaciones de Castilla y León en 2020, sin embargo, ya no forma parte del patronato, tal y como explica él mismo a esta redacción. Liarte fue uno de los diputados expulsados por el partido después de que él y otros dos compañeros retiraran los poderes a dirigentes nacionales para gestionar la cuenta bancaria del grupo parlamentario murciano. Dos años después, la Justicia obligó a los de Abascal a readmitirles.
elDiario.es ha tratado de recabar la versión de Vox y de HazteOir, sin haber recibido respuesta por el momento.