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Vox vinculó la denuncia de la agresión homófoba a los inmigrantes sin cuestionar su veracidad

Vox utiliza cualquier resquicio para agitar la xenofobia y su discurso antiinmigración, puntales de su estrategia política. Y la falsa agresión homófoba del barrio de Malasaña de Madrid ha sido la última excusa que ha encontrado el partido de extrema derecha para enarbolar ese discurso de exclusión. La formación de Santiago Abascal condenó el supuesto ataque —del que el denunciante se retractó días después al confesar a la Policía que las lesiones fueron consentidas— y no negó en ningún momento su veracidad, pero lo vinculó sin ningún tipo de prueba con la “inmigración ilegal”, uno de los asuntos más utilizados por Vox para intentar sacar rédito electoral.

Durante varios días, dirigentes del partido capitaneados por su líder vincularon la denuncia de la agresión a los inmigrantes sin ningún elemento objetivo de lo sustentara. Lo único que había trascendido era que la Policía estaba investigando los hechos. El martes, antes de producirse la confesión del joven, Abascal condenó la “brutal agresión homófoba” al tiempo que acusó al “consenso progre” y a sus “lacayos mediáticos” de “silenciar” muchos de estos casos “para no hablar del origen de los agresores”, haciendo que “los españoles no se enteran de la mayoría de estos terribles sucesos”.

Abascal no fue el único alto cargo de Vox que aprovechó la supuesta agresión para vincularla con la inmigración. “Condenamos la violencia, toda la violencia. La violencia que se produce a diario en muchos lugares de España y lo que pedimos es que la información se diga claramente. La violencia, aunque algunos se ruboricen te llamen xenófobo y racista, tiene una causa directa en España con la entrada masiva de inmigración ilegal”, dijo también el martes en una entrevista en TVE el secretario general, Javier Ortega Smith. 

El miércoles, horas antes de que el joven confesara que las lesiones habían sido consentidas, abundó en la misma idea su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, que subrayó la condena de su partido a “todas las agresiones que se producen en España” e insistió en los “efectos” de la inmigración ilegal para la seguridad en las calles. “No vamos a dejar de decir que gracias a las élites izquierdistas que han llenado las calles de inmigrantes ha subido el nivel de inseguridad”, añadió Espinosa de los Monteros, que anunció denuncias masivas contra quienes vinculen a Vox con la violencia, ya fueran políticos o ciudadanos a través de las redes sociales.

En los últimos meses, partidos progresistas, asociaciones LGTBI y expertos han citado como causantes de la acumulación de agresiones homófobas las políticas de Vox y el seguidismo del PP, que en su día recurrió la ley del matrimonio igualitario, se dispone también a llevar a los tribunales la ley trans y que se ha abierto a modificar leyes de protección por exigencia de la extrema derecha.

De forma más reciente —y vinculado a la supuesta agresión de Malasaña— la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, y la portavoz de Más Madrid, Mónica García, vincularon el incremento de los ataques con Vox y el supuesto blanqueamiento del PP. “Tras las dos brutales agresiones LGTBIfóbicas en solo 24h el PP decide quitarle hierro a los discursos de odio que la ultraderecha lanza a diario”, dijo Belarra. “Gobernar con quien vierte odio, no reprobar sus discursos y no poner en marcha herramientas que exige la ley cristaliza en el aumento de ataques a la comunidad LGTBI”, afirmó García.

Siguiendo la estela de Espinosa de los Monteros, Abascal respondió este jueves a estas declaraciones anunciando denuncias contra quienes vinculen a Vox con la violencia. “Los políticos, periodistas lacayos y espontáneos de las redes sociales que nos difaman y crean el caldo de cultivo para que se diga que hay que matarnos....tendrán que responder en los tribunales por sus delitos”, afirmó en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Además, Abascal volvió a hacer una utilización política del caso acusando al Gobierno y sus “lacayos mediáticos” de “alimentar” una “burda patraña” para señalar a la formación. “La brutal agresión al final resultó ser un burda patraña alimentada por el Gobierno y sus lacayos mediáticos para señalar a Vox. Llevan meses cocinando la ilegalización; por eso nos sitúan en el foco de todos sus montajes, desde balas inexistentes a agresiones de diseño”, escribió.

En plena conmoción por la supuesta agresión de Malasaña, el partido utilizó el caso de un joven homosexual agredido en Toledo para presumir de que Abascal había sido “el único líder político” que se había interesado por el estado de ese joven. “Dos agresiones homófobas y dos reacciones muy distintas (...). Sólo Vox garantizará la libertad y seguridad de todos los españoles”, difundió el partido de extrema de un mensaje en su cuenta oficial de Twitter junto a una foto del joven junto al vicesecretario Nacional de Comunicación del partido y diputado, Manuel Mariscal, en una sede del partido.

De hecho, el propio Mariscal publicó otro mensaje en cuenta personal con la foto y en el que aseguraba que pertenecía al partido. “Miguel Ángel es homosexual y de Vox. Hemos estado con él esta mañana para mostrarle todo nuestro apoyo. Somos el partido de la ley y el orden para garantizar la seguridad de todos los españoles, sean hombres o mujeres, independientemente de su orientación sexual”, escribió. 

Sin embargo, un día después, el joven desmintió a Vox en una entrevista en el programa Todo Es Mentira de Cuatro. “No soy militante de Vox. No tengo carné ni de Vox ni de ningún otro partido”, aseguró. “Yo en ningún momento entendí que se dijese que yo era de Vox por ir allí. Evidentemente, me ha molestado que se diga que yo soy de Vox, he hablado con representantes de todos los partidos políticos”, añadió. Según explicó en ese programa, sufrió la agresión en la noche del sábado al domingo y el martes acudió al cuartel de la Guardia Civil para adjuntar a la denuncia sus últimos partes médicos.