El excomisario José Villarejo seguirá en prisión. El juez Diego de Egea ha vuelto a denegar su salida de la cárcel de Estremera (Madrid) en la que permanece desde noviembre del año pasado acusado de liderar la presunta organización criminal que se investiga en la Operación Tándem. En el auto en el que motiva esta decisión, el magistrado asegura que su riesgo de fuga no se ha reducido pese el tiempo transcurrido de instrucción y destaca su “absoluta falta de colaboración” en la investigación. Además de organización criminal, a Villarejo se le imputan los delitos de blanqueo de capitales y cohecho.
La decisión del magistrado es consecuencia de un recurso de reforma (contra una decisión del propio juez) presentado por la defensa de Villarejo el pasado 13 de agosto y en el que sus letrados solicitaban de nuevo su puesta en libertad. En su auto, el juez acuerda mantenerlo en prisión al considerar que el riesgo de fuga no se ha reducido pese el tiempo transcurrido de instrucción. Y lo justifica en la pena de carácter grave que pudiera imponérsele en sentencia y el hecho de que las líneas de investigación sigan abiertas.
Además, aunque no como razón para mantenerlo en prisión, el magistrado destaca la “absoluta falta de colaboración del investigado con la instrucción del procedimiento”. En concreto, ante los requerimientos realizados por el juzgado para determinar el supuesto “riesgo” para la defensa o seguridad nacional que, según Villarejo, tienen los archivos de información supuestamente clasificada que se le incautaron.
Villarejo fue detenido en las mismas fechas en las que se realizaron los registros de cuatro viviendas relacionadas con él. En esas actuaciones se encontraron dispositivos en los que estaban almacenadas conversaciones en las que se jactaba de sus métodos para encriptar información y aseguraba que si un día registrasen su casa encontrarían “un poco de pasta”, pero no comunicaciones, dado que esas las llevaba “a rajatabla”.
Sin embargo, la Policía encontró, además de 205.000 euros en metálico, una cantidad ingente de información que está procediendo a desencriptar. También halló grabaciones en los registros a su socio y abogado Rafael Redondo.
Por otro lado, la semana pasada, el juez De Egea acordó la apertura de unas diligencias secretas para investigar si existe alguna relación entre Villarejo u otras personas investigadas en la causa y la filtración al digital moncloa.com de la grabación de la comida que el excomisario mantuvo en 2009 con la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, el exjuez Baltasar Garzón y otros policías.