Yolanda Díaz abandona el liderazgo de Sumar. Apenas unos meses después de recibir el respaldo de la militancia de su plataforma política para convertirse en coordinadora general, la vicepresidenta segunda deja sus responsabilidades orgánicas y se centrará en su tarea dentro del Gobierno como ministra de Trabajo, según han avanzado fuentes conocedoras de la decisión a elDiario.es. Díaz ha tomado esta decisión tras unos duros resultados en las elecciones europeas que ponen en cuestión la viabilidad del proyecto que lleva construyendo desde que en 2021 Pablo Iglesias le cediera el liderazgo del espacio confederal.
Sumar sacó este domingo apenas 3 escaños en las elecciones europeas. Un pobre resultado que deja además fuera de Bruselas a Izquierda Unida, principal socio de Díaz en la construcción del frente amplio de partidos de la izquierda. Parte de esos resultados se deben a un mejor desempeño del esperado por parte de Podemos, que saca dos eurodiputados y que demuestra que tiene más peso dentro del electorado de la izquierda del que el núcleo duro de la vicepresidenta le confiaba.
En Sumar entienden que hay una parte del liderazgo que funciona, su papel al frente de Sumar en el Gobierno y en el Ministerio de Trabajo y defienden que eso es algo que reflejan los sondeos. Pero creen también que debe asumir unos resultados electorales que desde el primer momento han considerado negativos y por eso ha decidido dimitir para dejar paso a otra persona y abrir una reflexión sobre cómo se debe construir el proyecto político.
Yolanda Díaz ha anunciado después la decisión en un vídeo emitido por streaming, sin preguntas. “Siento que no he hecho las cosas que debía hacer y las cosas que mejor sé hacer. La ciudadanía lo ha percibido. Mucha gente me lo ha ido diciendo. Tenemos que estar para solucionar los problemas de la gente, no los problemas de los partidos o de los políticos. Las últimas elecciones han servido de espejo, la ciudadanía no se equivoca cuando vota ni tampoco cuando no va a votar”, ha comenzado Díaz.
La hasta ahora líder de Sumar ha asumido en primera persona la responsabilidad de estos comicios. “He decidido dejar mi cargo como coordinadora general de Sumar; es necesario que haya un debate y con esta decisión abro un camino que debe ser colectivo, tanto en el seno de Sumar como en las organizaciones que forman parte de la coalición”, ha dicho en su intervención.
“Es necesario dar un paso a un lado para dar un paso adelante en la política que sirve a la gente trabajadora”, ha sintetizado Díaz. Posteriormente ha tuiteado que “a veces es necesario dar un paso a un lado para dar un paso adelante”. “Creo firmemente en la fuerza de la política y su capacidad para dar buenas noticias a quienes más nos necesitan. Ahí me vais a encontrar siempre”, ha escrito.
Tras el anuncio, los líderes de la izquierda han empezado a reaccionar. “Un paso al lado para dar un paso al frente. Gracias por tu labor y tu valentía. Tenemos la mejor Vicepresidenta y Ministra de Trabajo para seguir enarbolando las mejores políticas progresistas. Seguimos trabajando con más impulso que nunca desde el Gobierno de coalición”, ha dicho en un mensaje en redes la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García.
Tras el escenario del domingo, prácticamente todas las organizaciones implicadas en la construcción de Sumar habían pedido una reflexión a la dirección del proyecto político. El propio portavoz, Ernest Urtasun, reconoció este domingo que los resultados no eran los esperados, que trascendían a las elecciones europeas y que por tanto abrían un proceso de reflexión para reforzar el proyecto político.
Aunque nadie pidió la dimisión de Yolanda Díaz, en los tuits de algunos dirigentes de los partidos había duras críticas a la dirección de Sumar y a cómo se ha fraguado el proceso de construcción de un frente amplio que hasta ahora no funciona. Sumar, de momento, es únicamente Movimiento Sumar, una formación política en la que se integran cuadros salidos de otras formaciones políticas y personas independientes cercanas a la ministra de Trabajo. En todos estos meses, los movimientos de esa dirección han ido enfadando por diferentes razones a los partidos políticos que quieren participar en la construcción del proyecto.
Esas tensiones explotaron en las negociaciones para conformar la lista de las europeas en las que Sumar decidió relegar a Izquierda Unida, el único partido estatal de la lista, a un cuarto puesto que finalmente los ha dejado fuera del Europarlamento. IU llegó a debatir en una asamblea si aceptar ese puesto o ir en solitario. Yolanda Díaz puso por delante a los comuns, que el domingo quedaron por detrás de Podemos en Catalunya, y a Compromís, que no forma parte de la construcción orgánica de Sumar.
Las expectativas de Sumar han ido mermando a medida que se acercaban las elecciones europeas. Tras las turbulencias internas, con una candidata, Estrella Galán, que no ha terminado de funcionar, y con fugas hacia el PSOE y hacia Podemos, la coalición ha terminado con tres escaños y menos de un 5% del voto a nivel estatal, a pesar de ser una fuerza con cinco ministerios en el Gobierno. Estos resultados llegan además después de un fracaso total en Galicia, donde no consiguieron entrar en el Parlamento, un muy mal resultado en Euskadi y un retroceso también en Catalunya.
Los resultados del domingo han colmado la paciencia de los partidos. Yolanda Díaz, que durante la noche electoral ni siquiera acudió a la sede de Sumar para arropar a su candidata, ha decidido asumir directamente la responsabilidad y abandonar todos sus cargos orgánicos para seguir implicada en la labor dentro del Gobierno, apenas unos meses después de la asamblea fundacional que la consagró como líder. Lo que se abre ahora es una nueva etapa de convulsión e incertidumbre para una izquierda cada vez más mermada y enredada en sus peleas internas.
Ahora se abren todas las incógnitas. La primera quién tratará de tomar el relevo de Díaz al frente de Sumar, si es que sus dirigentes entienden que la organización tal y como existe ahora mismo sigue teniendo sentido. Junto a Díaz, el triángulo de decisión que comandaba el partido lo completaban Ernest Urtasun e Íñigo Errejón. El primero, según fuentes cercanas, no tiene pensado a priori aspirar a tomar las riendas de la organización. “La decisión de hoy de Yolanda Díaz es de honestidad, mirada larga y compromiso militante”, ha dicho Errejón tras conocer la decisión.
El resto de incógnitas tienen que ver con la forma que tomará Sumar a partir de ahora y cuál será la relación con los partidos. Izquierda Unida, que ha sido crítica con la forma en que se ha construido Sumar y con las decisiones de los últimos meses, tiene prevista una reunión de su dirección este mismo lunes por la tarde para valorar los resultados de las europeas y empezar a tomar decisiones sobre el futuro del espacio político.
Su nuevo líder, Antonio Maíllo, elegido en la asamblea federal celebrada hace apenas dos semanas, apeló ayer a la unidad de ese espacio, después de conocer el resultado de Podemos. “Los resultados en Sumar son malos. Sin matices. No se han cumplido las expectativas y la división del espacio nos lleva al fracaso o a una pelea de minorías”, dijo en un mensaje de X, antes Twitter.