Yolanda Díaz mantiene el suspense sobre su presencia en la campaña de Castilla y León

Laura Galaup

17 de enero de 2022 22:33 h

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La presencia de Yolanda Díaz en la campaña electoral de Castilla y León continúa en el aire, aunque desde la candidatura de Unidas Podemos se muestran esperanzados con que la vicepresidenta segunda asista a alguno de los actos que organice la coalición. Ahora mismo, la ministra de Trabajo es el gran activo que tiene el grupo confederal y las formaciones que le acompañan en el Gobierno –Podemos e IU– quieren que esté presente para respaldar una candidatura a la que los sondeos de momento no auguran un gran resultado.

El primero en vincular estos comicios con el nombre de la vicepresidenta segunda fue el candidato de Unidas Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández. Nada más conocerse el adelanto electoral, antes incluso de sellar la coalición con IU y ser designado cabeza de cartel, el portavoz nacional de Podemos aseguró en rueda de prensa que asumían esta cita como “el primer paso” del “frente amplio liderado por Yolanda Díaz”. Esta declaración era una forma de aprovechar el tirón que tiene la ministra. Actualmente, según el CIS, es la líder política más valorada (4,84), por delante de Pedro Sánchez (4,55). La vicepresidenta mejora también la valoración que los encuestados hacen de Unidas Podemos.

El equipo de la ministra de Trabajo se apresuró a desvincularse de esta cita electoral. El entorno de Díaz insiste desde hace tiempo en que su objetivo son las elecciones generales de 2023, aunque este año tendrá que comenzar a dar forma a su plataforma tras un “proceso de escucha” en la sociedad. Fuentes de Podemos reconocen que Fernández “pudo pasarse de frenada” al vincular el proyecto de Díaz con el adelanto electoral. Esas palabras provocaron una conversación entre el portavoz nacional de Podemos y el gabinete de la líder del socio minoritario en el Gobierno para aclarar lo que había querido plantear el candidato de UP en Castilla y León. Según fuentes conocedoras de la charla, el tono fue distendido y cordial. Asimismo, destacan la “buena relación” que hay entre Díaz y Fernández. Pero eso es una cosa y otra es que Díaz esté dispuesta a ser la candidata en la sombra en Castilla y León, cuando no milita en ninguno de los dos partidos y apenas ha dado los primeros pasos para tratar de unificar el espacio a la izquierda del PSOE.

La vicepresidenta segunda, a quien Pablo Iglesias situó casi por sorpresa como sucesora al frente de ese espacio cuando decidió presentarse a la batalla de Madrid, insiste en que está centrada en sacar adelante la convalidación de la reforma laboral en el Congreso, un trámite todavía por despejar, ya que los socios de la investidura no garantizan su apoyo parlamentario porque consideran que el contenido es insuficiente. Paralelamente, Díaz ha intensificado su agenda con personalidades internacionales relevantes, como el encuentro celebrado este viernes junto al economista francés Thomas Pikkety.

Apretada agenda de la vicepresidenta

El equipo de Díaz asegura que por ahora “no se ha abordado” el papel que tendrá la vicepresidenta segunda en la campaña de Unidas Podemos en Castilla y León. Se busca un protagonismo discreto que no implique dejar solo al candidato de Unidas Podemos, en un momento en que la marca cotiza a la baja, y a la vez no traslade la idea de que quien se presenta es Díaz. Sobre este asunto, Fernández volvió a plantear la participación de la vicepresidenta segunda. “Sí que esperamos que Yolanda [Díaz] pueda estar presente y pueda intervenir en algún acto o en algún mitin de la campaña”, apuntó el candidato autonómico en rueda de prensa antes de invitar al resto de ministros del grupo confederal. Fuentes de la formación de Belarra aseguran que su “previsión” es que la titular de la cartera de Trabajo esté al menos presente en un acto de campaña.

El resto de ministros con perfil más político −Alberto Garzón, Ione Belarra e Irene Montero− estarán presentes en la campaña, confirman sus respectivos equipos. Por su parte, Joan Subirats, la cuota de los comunes en el Ejecutivo y recién nombrado ministro de Universidades, no acudirá a ningún evento en Castilla y León.

“Sería un lujo poder contar con ella [Díaz]”, indica María Sánchez (IU), número dos por Valladolid y concejala municipal. En la misma línea se posiciona Juan Gascón, coordinador autonómico de Izquierda Unida y cabeza de lista por Burgos: “Creo que sí va a participar en la campaña. Otra cosa es que su implicación no pueda ser súper relevante”.

A pesar de estas peticiones, desde el entorno de la vicepresidenta segunda mantienen distancia con la organización de la campaña. “Es una cuestión de los propios partidos”, indican desde su equipo. Aunque la vicepresidenta es la líder de la coalición en el Gobierno, el único carnet de partido que mantiene es el del PCE. Además, desde que heredó el cargo de Iglesias al frente de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros y comenzó a trabajar en su proyecto, ha tenido un posicionamiento público crítico con el funcionamiento de las formaciones políticas, que, según insiste, no quiere que sean el centro de su proyecto. En una entrevista en la Cadena Ser apuntó que su futuro no pasa por “una suma de partidos ni de egos”. 

Estas declaraciones recogen otro de los motivos por los que Díaz se desvincula del ‘frente amplio’ –una denominación que tampoco agrada en el entorno de la ministra– creado en Castilla y León. La apuesta electoral del grupo confederal para el 13 de febrero es una alianza de partidos. Sin embargo, la hoja de ruta de la vicepresidenta segunda pasa por construir un espacio que vaya “más allá” de las formaciones. Por lo tanto, su equipo asegura que de cara a los comicios de Castilla y León “ayudará en todo lo que sea necesario” para contribuir a que la marca Unidas Podemos obtenga un buen resultado. 

Díaz está “trabajando” en el proceso de escucha de su proyecto

En una de las últimas entrevistas en las que se abordó su futuro político, Díaz emplazó a comenzar la primera fase –que ha llamado ‘proceso de escucha’– “después de las navidades”. Superadas ya las fechas festivas, desde el entorno de la vicepresidenta segunda explican que están “trabajando” en esa etapa inicial, aunque por ahora “no tiene fecha de lanzamiento”. “No va a ser en las próximas semanas”, indican estas fuentes, que tratan de alejar ese proyecto de la campaña autonómica. 

Por primera vez, Izquierda Unida y Podemos se presentarán conjuntamente en Castilla y León. Este escenario de unidad, y el hecho de que no haya dos o más listas del espacio, también facilita la presencia de Díaz en Castilla y León. A la espera de que la vicepresidenta confirme asistencia, la candidatura arrancó este sábado la campaña, con un acto en Valladolid en el que estuvieron presentes los secretarios generales de Podemos y del PCE, Ione Belarra y Enrique Santiago, y el coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde. Unidas Podemos, nombre de la candidatura, ha dado el pistoletazo de salida con el objetivo de mejorar los resultados de 2019, cuando Podemos obtuvo dos procuradores e IU se quedó fuera del parlamento autonómico. 

“Hay una militancia ilusionada. La mejor prueba es la campaña de microcréditos, que ha superado todas las expectativas”, apunta Pablo Fernández, en alusión a los 152.0000 euros recaudados en las primeras 28 horas. En esta campaña, Unidas Podemos apuesta por “estar presente a pie de calle en los pueblos y ciudades, interlocutando con la ciudadanía y recogiendo sus preocupaciones”.

Las encuestas pronostican que el resultado de UP puede oscilar entre uno y tres procuradores. Aunque internamente se asume con incertidumbre las consecuencias electorales que pueda tener la polémica de las macrogranjas. Con el revuelo generado −desatado por la utilización de la derecha de unas declaraciones de Garzón−, las fuentes consultadas en Unidas Podemos reconocen que su coalición ha pasado de ser un actor discreto a convertirse en protagonista del inicio de la campaña y le han otorgado un papel que a priori la coalición no tenía.