Son las dos dirigentes del Gobierno progresistas que, en los últimos meses, han solido lograr una mejor nota por parte de la ciudadanía. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por la parte de Unidas Podemos, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, por la socialista. Entre ambas existe, no obstante, un profundo choque ideológico respecto a los recursos militares que debe mantener el país. Unas diferencias que han vuelto a aflorar ante la intención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de aumentar el gasto militar y que se evidenciaron como nunca antes este lunes, tras conocerse que el Consejo de Ministros aprueba este martes un crédito de 1.000 millones para Defensa.
Hasta ahora Díaz siempre había rehuido el choque directo con Robles pese a los ataques directos de esta última a Unidas Podemos y a sus dirigentes, arguyendo la lealtad institucional entre miembros de un mismo Gabinete. Pero, a punto de poner en marcha el proyecto de escucha tras el que decidirá si opta a encabezar una candidatura a la izquierda del PSOE para llegar a la Moncloa –el primer acto de 'Sumar' se celebra este viernes en Madrid–, la vicepresidenta segunda optó este lunes por hacer frente a las acusaciones de su colega de Gobierno.
A primera hora, la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, había utilizado una reunión interna del partido para arremeter contra el pretendido incremento del gasto militar al que Sánchez se comprometió durante la cumbre de la OTAN de la semana pasada. El país, dijo, no necesita “duplicar el gasto militar”, que a su juicio ya están en niveles “récord”, porque “España no está en guerra”. La ciudadanía, añadió, “no necesita” comprar “bombas ni aviones de combate” por “exigencia de una potencia extranjera”, apunto, en referencia a EEUU, con quien el Gobierno ha acordado el incremento de su presencia en Rota con dos nuevos destructores, algo que rechaza de plano también Unidas Podemos.
“Yo le diré a la señora Belarra que le pregunte a la vicepresidenta Yolanda Díaz a ver si ella dice en Ferrol que se dejen de construir ahí las fragatas F-110 que están creando muchos puestos de trabajo”. Con estas palabras reaccionó, minutos después, la propia Robles, en respuesta a Belarra pero haciendo una alusión directa a la vicepresidenta segunda.
El “respeto” entre aliados
Y esta última, que a lo largo de toda la legislatura había evitado entrar en el cuerpo a cuerpo con ningún otro miembro del Ejecutivo, esta vez sí decidió responderle, haciendo mención directa al crédito de 1.000 millones de euros para Defensa que aprueba el Gobierno. “El acuerdo que se quiere plantear (...) nada tiene que ver, y bien que lo siento, con la carga de trabajo de mi comarca, de Ferrol, ni de Cádiz”, aseguró Díaz a última hora del lunes, al ser preguntada por la prensa, informa Víctor Honorato.
La vicepresidenta segunda explicó que el acuerdo por el que se amplía a 1.000 millones de euros el gasto militar va dirigido a dos capítulos: “El capítulo 2, con un importe de 377 millones que es gasto ordinario, completamente ajeno a Navantia, y el capítulo 6, con un importe de 650 millones que tampoco tiene nada que ver con la carga de trabajo de Navantia Ferrol ni Navantia Cádiz”, insistió Díaz ante los periodistas. El acuerdo, ha precisado, tiene que ver con el “armamento de las tropas” y se traducirá en más recursos para armas, trajes y gasto ordinario.
Díaz también criticó que ese suplemento de crédito para Defensa se haya llevado a cabo sin pactar con Unidas Podemos, sobre todo porque “toca una materia sensible como es la defensa del país”, precisó. En su opinión este tipo de decisiones “deben tomarse de forma adecuada, con respeto a los aliados y con respeto democrático a las Cortes Generales, porque también las fuerzas de la oposición tienen derecho a saber qué se está haciendo”.
El “compromiso de Sánchez” con el gasto militar
Ya de noche, fuentes de Moncloa quisieron dar explicaciones “en relación a la aprobación por el Consejo de ministros de un crédito de 1.000 millones de euros en Defensa”, informa Irene Castro. “Tal y como anunció el presidente del gobierno, el Ejecutivo va a cumplir con su responsabilidad y solidaridad para fortalecer la seguridad y la capacidad de disuasión europeas frente a la amenaza real que representa Putin”, aseguraron desde la Presidencia del Gobierno, que añadieron que Sánchez “ha sido claro y diáfano en relación al compromiso europeo de alcanzar el objetivo de gasto militar del 2% del PIB en 2029”.
Ante las quejas de Díaz, desde el equipo del presidente del Gobierno quisieron dejar claro que “todos los departamentos ministeriales fueron informados de la propuesta” de solicitar ese crédito de 1.000 millones “en la reunión de la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios que se celebró la semana pasada”. “La propuesta fue estudiada y validada sin que se produjera ningún tipo de intervención en contra”, zanjaron.
Este martes, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha considerado que el crédito de 1.000 millones “es una deslealtad al socio de coalición pero también a la mayoría de la ciudadanía”. Asens ha considerado que cualquier incremento en el gasto militar es una “supeditación de España a una potencia extranjera como EEUU”. Y ha asegurado que la decisión por parte de Pedro Sánchez de aumentar el gasto en Defensa se ha adoptado “por la puerta de atrás, en el último momento y recurriendo a fondos de contingencia”.