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Yolanda Díaz: “Ocho millones de personas merecen tener un trabajo decente”

Laura Galaup

3 de febrero de 2022 09:53 h

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Con un agradecimiento a sindicatos, patronal y a los partidos que apoyan su proyecto, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha defendido en el Congreso la reforma laboral. La líder de Unidas Podemos (UP) en el Gobierno ha sido la primera en intervenir en el debate previo a la votación para convalidar la ley impulsada por el Ministerio de Trabajo. En su intervención, ha defendido el texto que ha elaborado el Ejecutivo y ha celebrado que tras “una década de luchas” esta norma devolverá “a la legislación laboral la dignidad que la reforma del PP le arrebató”

“Las grandes vigas maestras de la reforma de 2012, la ultraactividad y los convenios de empresa, han sido, sencillamente, tumbadas, han sido tiradas abajo”, ha destacado Díaz sobre la ley que ha llevado este jueves al Congreso. En su exposición ha realizado un balance sobre las consecuencias que prevé que la reforma vaya a tener en el mercado de trabajo. Su “gran contribución” va a ser “la lucha contra la precariedad”, ha indicado. Y para ilustrar esta argumentación ha recordado que “el 15% de los contratos suscritos el pasado enero —el primero en el que estuvo la norma en vigor— fueron con carácter indefinido”.

“Decimos adiós a la indiferencia legislativa, a las zonas grises, a las ambigüedades. La contratación indefinida es ya la norma en nuestro país. Y la contratación temporal deberá estar plenamente justificada”, ha destacado. En el punto de mira de su departamento están los contratos por obra y servicio. Según ha expuesto, en 2019 se suscribieron 8,2 millones de este tipo de contratos, que con la entrada en vigor de la reforma laboral del Gobierno de coalición “ya no podrán seguir haciéndose”. “Ocho millones de contratos que pasarán a ser estables. Esto son los contenidos que hoy debatimos. Ocho millones de contratos, señorías, son personas, no son humo. Créame, esos ocho millones de personas se merecen tener un trabajo decente”, ha añadido.

De esta forma, la vicepresidenta segunda se ha referido de forma velada al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que aseguró que UP y PSOE “venden humo” con el texto elaborado y pactado junto a sindicatos y empresarios. Más allá de los republicanos, EH Bildu y el PNV también han criticado —y han anunciado su voto en contra— el texto impulsado por Díaz. Algunos de sus socios de investidura reprochan al Ejecutivo que el proyecto estrella de la vicepresidenta segunda no conlleva una derogación real de la norma del PP.

“No he logrado trasladarles lo que conlleva este real decreto-ley, porque frente a ultraactividad, prioridad de convenios o lucha contra la precariedad yo he oído: proyectos personales, humo, maquillaje, una norma insignificante”. Ante las críticas recibidas en las últimas semanas, Díaz se ha defendido y ha lamentado que “el debate se sitúe en el campo de las rivalidades partidistas”. “Me entristece, se lo confieso, que la norma más importante de la legislatura se sustancie en debates superficiales, que no ayudan a superar el descrédito de la política”, ha destacado.

A pesar de su voto en contra, Díaz ha dado las gracias al PNV porque “sí han discutido de contenidos, sí han sido serios en este debate y han sido claros”. En ese agradecimiento ha mencionado a todos los partidos que votarán a favor de la reforma, citando expresamente a Ciudadanos, un apoyo del que la vicepresidenta se ha alejado hasta el día de la votación.

En ese listado no ha habido ninguna referencia a ERC, aunque sí que ha realizado velados reproches: “¿Van a decir que si por ustedes fuera iban a volver al modelo del PP? ¿Quién se siente cómoda o cómodo, en este plenario, con convenios colectivos afectados de muerte súbita? Explíquenle a Cádiz, a los trabajadores de Endesa o a las camareras de piso que, si por ustedes fuera, mañana las personas trabajadoras se levantarían sin este derecho [ultraactividad] que hoy está vigente en nuestro país”.

Entre las “garantías” desarrolladas por la ley, Díaz ha recordado que “no se puede contratar temporalmente a un trabajador por más de 18 meses en un período de 24 meses”. “No se podrá defraudar esta regla contratando a distintos trabajadores. Esto lo hemos prohibido”, ha defendido. A lo largo de toda su intervención ha insistido en que el modelo laboral aprobado por el Gobierno de coalición “no tiene nada que ver con el diseñado por el PP en grandes despachos de abogados del país”.

Además, ha celebrado que el Gobierno penalizará “los contratos de corta duración, porque no es posible seguir con ese modelo inaceptable de contrato por días”. A partir de ahora la labor de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social será fundamental para controlar “el buen uso de la contratación temporal”. “Muchas empresas encontraban rentable defraudar, pues la multa era única. Ahora los infractores deberán afrontar multas de hasta 10.000 euros por cada persona trabajadora contratada irregularmente”, ha sostenido la vicepresidenta segunda.

El elevado índice de paro juvenil es otro de los asuntos que ha centrado el discurso de Díaz. La norma que se va a votar este jueves busca “retener el talento de la juventud”, tal y como ha asegurado la vicepresidenta en la tribuna del Congreso. Y ha lanzado la siguiente pregunta al resto de diputados: “¿Saben cuál es la mejor fórmula para impedir la fuga de cerebros? Ofrecer buenas condiciones de trabajo y posibilidades de vida en nuestro país a la joven comunidad científica e investigadora”.

El proyecto estrella de Díaz, ha salido adelante por un único voto de diferencia, con 175' síes' y 174 'noes' tras el viraje de los diputados de UPN y el error de Alberto Casero del PP. El nuevo marco de las relaciones laborales se ha aprobado sin el apoyo de alguno de los socios nacionalistas de la investidura, como PNV, ERC y EH Bildu.