Yolanda Díaz y la OTAN: de entrada, no

Iñigo Aduriz

30 de mayo de 2022 22:11 h

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Ninguno de los cinco ministros de Unidas Podemos acudió este lunes al acto de conmemoración del 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN que tuvo lugar en el Teatro Real de Madrid. Tampoco la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, coordinadora del grupo confederal en el Ejecutivo, a la que los partidos de ese espacio consideran como su candidata para las próximas generales sin que ella haya decidido aún si dará el paso. Y eso que el acto estuvo encabezado por el rey; el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y varios ministros del ala socialista.

A apenas 20 días –será después de las andaluzas del 19 de junio– de la puesta en marcha de 'Sumar', la asociación con la que hará el “proceso de escucha” a la ciudadanía del que podría salir su hipotética candidatura a las generales, su equipo justifica oficialmente la ausencia por un motivo médico. Pero el entorno de la vicepresidenta deja caer que a Díaz tampoco le apetecía asistir al aniversario de la entrada del país en una organización militarista que siempre ha sido combatida por el único partido en el que ella milita, el Partido Comunista (PCE).

Fuentes de la vicepresidencia segunda evitan también confirmar si Díaz acudirá a una de las citas internacionales más importantes de los últimos años en España: la cumbre de la OTAN que tendrá lugar en Madrid los días 29 y 30 de junio. Aseguran que Díaz está a la espera de que le pongan fecha a otra intervención sanitaria. Este martes, preguntada al respecto durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta ha asegurado que tomará la decisión cuando se conozcan las “agendas” para finales de mes. “Cuando conozcamos las agendas lo comunicaremos”, ha señalado.

Tratando de equilibrar el papel institucional que le otorga ser una de las vicepresidentas del Gobierno con la militancia política vinculada al sindicalismo y su futuro perfil como aglutinadora de todo lo que esté a la izquierda del PSOE –pero con un enfoque aún más transversal–, la prudencia guía cada posicionamiento ideológico de Díaz, en especial en materia de Defensa.

Se trata de un área delicada en el seno del Ejecutivo de coalición, porque divide a los dos socios, PSOE y Unidas Podemos. Ocurrió con el envío de armas a Ucrania, cuestionado por Podemos pese a que la propia vicepresidenta lo aceptó –también los ministros de Consumo y Universidades, Alberto Garzón (IU) y Joan Subirats (En Comú Podem)–, una vez fue anunciado por Sánchez en el Congreso. Las diferencias se evidenciaron también cuando el presidente del Gobierno hizo pública su intención de incrementar el gasto en Defensa con el horizonte de llegar al 2% del PIB exigido por la OTAN, un aumento que rechazan de plano todos los ministros de Unidas Podemos, incluida la propia Díaz.

Doble presión hacia la vicepresidenta

El acto de este lunes por el aniversario de la entrada de España en la OTAN volvió a reflejar esa brecha, con la ausencia de los dirigentes del espacio confederal. Y la cumbre prevista para finales de junio amenaza con volver a evidenciarla, sobre todo después de que la dirección de Podemos dejara claro este mismo lunes no solo que no participará en ella, sino que considera injustificados los 37 millones que le costará a España la organización de la cita.

Díaz se enfrenta en los próximos días a una doble presión. La de la cúpula de Podemos, dirigida por la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra –con la que la vicepresidenta arrastra desde hace meses problemas de comunicación que han erosionado su relación–, que, al igual que IU, trata de desvincularse de la Alianza Atlántica, apuesta por las vías exclusivamente pacíficas ante cualquier conflicto y ya se ha desmarcado de la cita. Y la del máximo jefe de ambas en el Gobierno, el presidente, Pedro Sánchez, para quien la cumbre del próximo mes es uno de los principales eventos de la legislatura y un hito para la proyección internacional de España y de su propio liderazgo.

“Podemos no va a asistir porque creemos que hay otras prioridades”, sostuvo este lunes el coportavoz de Podemos Javier Sánchez Serna, al ser preguntado en rueda de prensa por la cita de finales de junio. A su juicio, los 37 millones de euros que costará la cumbre, que se han adjudicado “a dedo”, se podían “haber invertido en gastos sociales”.

Este martes, Díaz ha defendido este martes la “legalidad” de ese contrato. “Nunca me refiero a formulaciones que hacen los partidos políticos”, ha asegurado Díaz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. “Este contrato fue aprobado en términos de legalidad en un Consejo de Ministros y el expediente está a disposición, por supuesto, de la sociedad española, e insisto, cumple con todos los requisitos de legalidad”, ha respondido la vicepresidenta ante la pregunta sobre la citada declaración del dirigente de Podemos.

“No vamos a esconder que, si nos dan a elegir entre multiplicar los gastos en tanques y metralletas o pagar a profesores, para nosotros la prioridad es el gasto social”, remarcó el lunes Sánchez Serna, que defendió la ausencia del acto de conmemoración del 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN. La dirección de Podemos quiso dejar claro que, si tras la cumbre se confirma la exigencia a España de un aumento del gasto militar, el partido se opondrá a ese incremento. “Pensamos que la conclusión de la cumbre de la OTAN no puede pasar por que España tenga que multiplicar sus gastos militares”, aseguró Sánchez Serna.

Para IU, la OTAN es “un instrumento de guerra”

IU, formación más cercana a Díaz, recordó, por su parte, que el “ADN de su formación” surge a raíz de las movilizaciones contra la entrada de España en la OTAN. “Rechazamos cualquier cuestión que tenga que ver con la OTAN y, en ese sentido, las ausencias están más que justificadas por razones evidentes y suficientes, tanto históricas como políticas”, apuntó este lunes la portavoz federal del partido, Sira Rego. “Desde el primer momento nos hemos situado en contra de la celebración de la cumbre de la OTAN en Madrid”, añadió.

“Seguimos pensando que la OTAN es un instrumento de guerra, no es un instrumento de paz. Somos una organización política que apuesta indiscutiblemente por la paz como cuestión política central y que pone a las sociedades y a los sujetos en el centro como valor a la vida”, apuntó Rego. También quiso dejar claro que “Izquierda Unida no estará en esa cumbre y donde sí va a estar es en la Cumbre Alternativa por la Paz”, en la que también participará Podemos.

Sánchez, por contra, hizo una defensa cerrada de la vigencia de la OTAN durante su intervención en el acto del Teatro Real. Según él, una de las consecuencias de la guerra en Ucrania, “contraria a uno de los principales objetivos de Putin, ha sido la revitalización de la OTAN”. “Es imprescindible reforzar nuestra capacidad de disuasión y eso solo se obtiene mediante un aumento del gasto en Defensa, pero también sé que es algo que tenemos que transmitir a la sociedad española”, añadió, pese a las reticencias de su socio de coalición, al defender que “el coste de quedarse de brazos cruzados es mayor”. “Nuestra seguridad no está garantizada de manera indefinida y la guerra de Ucrania ha abierto los ojos a las autoridades europeas”, remachó el jefe del Ejecutivo.

Díaz, que pretende ensanchar el electorado de la izquierda, debe meditar si se mantiene fiel a los postulados de los partidos que le apoyan en su camino a la candidatura a la Moncloa o si hace prevalecer su perfil más institucional, además de su fidelidad a Sánchez, y en esa pretensión de transversalidad finalmente opta por hacerse partícipe de la cumbre de la OTAN para la que apenas queda un mes.

Asens ve “compatible” la presencia de Unidas Podemos en la cumbre

Este martes, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens ,abría la puerta a la participación de la formación en los actos de la Cumbre de la OTAN. En una entrevista en TVE, Asens ha explicado que ante el acto de conmemoración del lunes “había otras prioridades de agenda” y que verán en el caso de la Cumbre de la OTAN cuáles son las prioridades o “si se plantea no asistir por esos motivos”. “No es incompatible nuestra posición crítica con una asistencia institucional a esos eventos”, ha insistido. “Nos incomoda la presencia de España en la OTAN y es fruto de esta incomodidad que tengamos ese posicionamiento respecto a este eventos que respetamos”, ha añadido el diputado de Podemos.

Asens ha explicado que la “actitud crítica en un momento determinado puede ser compatible con una representación institucional. Somos muy críticos con la monarquía y eso no impide que rompamos los protocolos institucionales que corresponden en cada situación”, ha dicho, para añadir que todavía tienen que “discutir la posición”.