Con el objetivo de “reforzar las relaciones bilaterales” entre los gobiernos de España y EEUU, pero también de “ensanchar las alianzas progresistas a ambos lados del Atlántico”, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene previsto viajar el próximo miércoles a EEUU, donde mantendrá una apretada agenda hasta el viernes, antes de su regreso a Madrid. Además del objetivo institucional, el viaje pretende ensanchar los lazos internacionales de Díaz apenas diez días después del arranque de Sumar, el proceso escucha tras el cual decidirá si es la candidata del espacio político que se sitúa a la izquierda del PSOE para las elecciones generales de 2023.
El día 8, en el acto de presentación de la asociación, ante más de 5.000 personas, Díaz aseguró que con la escucha –que se prolongará durante seis meses, con actos por toda España– uno de sus objetivos es que la sociedad civil elabore “un nuevo contrato social” que dibuje un proyecto de país para los próximos diez años pero, además, “ensanche” y lleve la democracia también a la economía. En la primera jornada de su viaje a EEUU la vicepresidenta se reunirá precisamente con uno de los principales defensores de esa teoría, el máximo representante de la izquierda estadounidense, el senador independiente Bernie Sanders.
Él reivindica “plantar cara” a Wall Street para “recuperar a la clase trabajadora” o “recuperar el poder” ahora “en manos de los multimillonarios” para la ciudadanía. Además, su discurso se ha caracterizado por reclamar más impuestos para los ricos. Todas esas tesis coinciden plenamente con el pensamiento de Díaz que, la pasada semana, nada más conocer la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de crear nuevos impuestos a la banca y a las grandes eléctricas, celebró el paso y consideró que el Ejecutivo del que forma parte recuperó el “rumbo”, aunque reclamó, igual que Sanders, nuevos tributos para los más ricos.
Será en cuanto aterrice en suelo estadounidense, el miércoles, en Washington, cuando la ministra de Trabajo se reunirá con el que también fue candidato a las primarias demócratas en 2016 y 2020. El fin del encuentro, según el entorno de la vicepresidenta, es “fortalecer las coaliciones progresistas en un contexto de incertidumbre global y crisis climática”. Sanders también se ha caracterizado por defender la universalidad y gratuidad tanto de la educación como de la sanidad en un país, EEUU, en el que predomina el sector privado y la economía ultraliberal. El refuerzo de la sanidad y la educación públicas es también uno de los grandes pilares del discurso de Yolanda Díaz.
Encuentro con su homólogo estadounidense
En Washington, la vicepresidenta se verá con otros líderes del progresismo norteamericano, como la congresista Ilhan Omar y se reunirá con su homólogo, el Secretario de Trabajo Marty Walsh, con quien ya ha mantenido dos encuentros por videoconferencia en los últimos años. Con él firmará una Declaración de Intenciones para ampliar las colaboraciones entre España y EEUU en materia sindical, de trabajo de plataformas y protección a las personas trabajadoras LGTBQ+.
Díaz también conocerá de primera mano el emergente sindicalismo estadounidense, como el que representan el cofundador de la organización de los trabajadores del gigante Amazon, Amazon Labour Union, Derrick Palmer, y los de Apple, Starbucks o los riders. En el primer acto de Sumar, en Madrid, uno de los representantes de la sociedad civil a los que escuchó Díaz fue precisamente Miguel Ángel Castellano, representante de la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Amazon en España, que denunció la precariedad de su trabajo en la citada multinacional.
El feminismo es otro de los puntales del proyecto de Díaz que se pondrá negro sobre blanco en un plazo de un año, en el nuevo “contrato social” que se elaborará por distintos colectivos sociales. Con el fin de estrechar lazos con feministas estadounidenses, la vicepresidenta también se reunirá durante su viaje a EEUU con Deborah Archer, presidenta de ACLU, la histórica organización de defensa de los derechos civiles que está liderando las protestas ante el retroceso en derechos sexuales y reproductivos en todo el país tras la derogación del derecho al aborto por parte del Supremo norteamericano.
El viaje servirá, asimismo, para ensayar la capacidad de liderazgo de la vicepresidenta también a nivel internacional. Tras la jornada de trabajo en Washington, Díaz se desplazará a Nueva York, donde tiene la agenda llena. Allí Díaz será “la anfitriona”, explica su equipo, en un acto en la sede de la ONU al que ha convocado a ministros de numerosos países para impulsar la que será la primera resolución sobre Economía Social en el ámbito de Naciones Unidas. Y se reunirá con la vicesecretaria general de la ONU, Aminah Mohammed, la número dos de António Guterres.
El primero de más viajes
La también titular de Trabajo retomará Sumar en cuanto regrese a España, con el objetivo marcado de poner fin a la “desafección” del electorado de izquierdas. Para ello, se ha puesto de plazo un año aunque será antes, a finales de 2022, cuando, una vez finalizado el proceso de escucha, hará publica su decisión de ser o no candidata a la Moncloa. El equipo de Díaz explica que durante ese proceso no se pueden descartar nuevos viajes como el de esta semana a EEUU, porque la vicepresidenta también quiere escuchar a los principales exponentes del progresismo y de la izquierda en todo el mundo.