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Zapatero da a Planeta la carta del BCE que negó al Parlamento

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha dado a Planeta, editora de su libro, la carta que el Banco Central Europeo le envió a La Moncloa en agosto de 2011 en la que le reclamaba medidas urgentes que permitieran a España devolver “la credibilidad de la firma soberana a los mercados de capitales”.

Zapatero negó a la oposición y a la opinión pública el contenido de la misiva de carácter “estrictamente confidencial” en las numerosas ocasiones que se le solicitó. Ahora la incluye en su libro El Dilema: 600 días de vértigo, que ha publicado la editorial Planeta y que se venderá a partir de este jueves por 21,50 euros.

En la misiva, firmada también por el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el BCE da trece instrucciones concretas al Ejecutivo. Así, pide al Gobierno español medidas para la mejora del mercado de trabajo, como la modificación del decreto-ley que regula la negociación colectiva o la moderación de los salarios en el sector privado, y otras para garantizar la estabilidad de las finanzas públicas, así como reformas en el mercado de productos relativas a la energía, los alquileres de vivienda y promover la competitividad del sector servicios.

Tan solo 20 días después de que Zapatero recibiera esa carta, el PSOE y el PP pactaron modificar la Constitución para fijar un techo al déficit público. El entonces presidente aseguró que esa decisión no venía impuesta por ninguna institución supranacional. “Es una decisión autónoma del Gobierno español, nadie nos ha obligado”, aseguró la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Elena Salgado.

Mariano Rajoy solicitó en debate parlamentario que se diera a conocer la carta del BCE e insinuó que la modificación constitucional venía impuesta desde Bruselas: “Si la ha recibido, convendría que informara a esta Cámara de su contenido”, expresó Rajoy en agosto de 2011. Cristóbal Montoro, que participó en la redacción del cambio constitucional, desmintió al líder del PP al negar que el acuerdo alcanzado respondiera a las exigencias del BCE. Incluso el Defensor del Pueblo Europeo, Nikiforos Diamandouros, negó que hubiera habido presiones para cambiar la Carta Magna. No obstante, la garantía de la sostenibilidad de las finanzas públicas era uno de los objetivos que Trichet perseguía en el texto.

En las mismas fechas, Trichet y el entonces gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, enviaron una carta similar al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Su contenido fue conocido tiempo después.

Zapatero presume en el libro de no haber acometido las reformas que le solicitaban en la misiva y de haber rechazado en tres ocasiones el rescate a España: “Nos costará años superar esta crisis, con un rescate hubieran sido lustros”, expresa en el texto.

La oposición ha mostrado ya la indignación ante la publicación en un libro del documento que solicitaron al entonces presidente del Gobierno. El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha tachado de “miserable” la actitud de Zapatero al hacer “negocio” con el contenido de la carta. Gaspar Llamazares lo considera un “escándalo” por haber “hurtado” el documento al Parlamento y la opinión pública.

Consciente de la polémica que iba a suscitar la publicación, Zapatero se mostró soprendido por que los periodistas no le preguntaron por ella durante la presentación ante los medios de comunicación: “Lo que me extraña es que no me preguntéis por los documentos que contiene el libro”, afirmó.