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Zoido da por desarticulado el comando mientras los Mossos buscan al autor del atentado y al líder del grupo

Pese a que el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido se apresuró el mediodía del sábado a dar por “totalmente desarticulada” la célula terrorista que atentó en Barcelona y Cambrils matando a 14 personas, los Mossos sostienen que aún faltan por cuadrar piezas claves del puzle.

Ni el conductor de la furgoneta que se llevó por delante a una multitud la tarde del jueves en La Rambla ni el líder del comando están detenidos. Por eso un portavoz de la policía catalana y el mismo conseller de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn, tardaron apenas unos minutos en desmentir al ministro Zoido alegando que los Mossos considerarán desmontado el comando cuando el último de sus terroristas esté en el calabozo. 

El enemigo público número uno es ahora Younes Abouyaaqoub, un joven de 22 años vecino de Ripoll cuya documentación, su número de identificación de residente extranjero, fue hallada en la furgoneta Fiat Talento del atropello de Las Ramblas. La hipótesis que mantienen los investigadores apunta a que sigue huido y que podría tratarse del hombre que varios testigos vieron bajar del vehículo a pie con ropa blanca y azul y aparentemente sin armas tras arrasar a un centenar de personas en el corazón turístico de Barcelona. Los Mossos no han dado todavía con su paradero.

La otra persona a la que se sigue la pista es la del imán de Ripoll, Abdelbaki Essati, que, según los Mossos, podría haber jugado un papel decisivo en la radicalización de esa quincena de jóvenes que participaron en el doble atentado. Varias patrullas registraron el sábado su vivienda. Varios testigos afirman que la abandonó el pasado martes con unos libros y una estufa afirmando que tenía un viaje a Marruecos.

Los policías tomaron huellas de ADN en su casa para cotejarlas con uno de los cuerpos que se hallaron bajo las ruinas del chalé que el miércoles por la noche voló por los aires en Alcanar (Tarragona), según se pensó en un primer momento por una explosión accidental, y que, ahora se sabe, guardaba en su sótano más de un centenar de bombonas de butano y material explosivo. 

Esa línea de investigación apunta a que no solo fue clave en el proceso de radicalización de los jóvenes de Ripoll sino que tuvo una participación decisiva en la cadena de atentados que el comando pretendía perpetrar en Cataluña y que se frustró precisamente por la explosión de la vivienda. Los Mossos creen que uno de los cuerpos recuperados en el chalé puede ser el suyo. Según Europa Press, el imán ya estuvo en la cárcel durante cuatro años por tráfico de hachís. 

Según apuntan a eldiario.es fuentes de la lucha antiterrorista, entre los escombros de Alancar se han encontrado restos biológicos de tres personas distintas.

La célula la integraban además los cinco terroristas abatidos la madrugada del viernes en Cambrils y otros cuatro detenidos. Uno de ellos resultó herido en la explosión de Alcanar. Se llama Mohamed Houli y los investigadores lo vinculan con la manipulación de explosivos. Los otros tres arrestados son Driss Oukabir, Mohamed Aalla y Sal Elkarib, todos ellos vecinos de Ripoll, donde este último regentaba un locutorio. 

En la lista de sospechosos figura también Youssef Aalla, hermano de otros dos miembros del comando, uno detenido y otro abatido en Cambrils, y que según los agentes habría viajado a Zurich el pasado diciembre con otro miembro de la célula. Los Mossos lo relacionan también con la manipulación de explosivos y no descartan que sea otro de los muertos en la explosión de Alcanar.

El trabajo sigue y según admiten las fuentes de la lucha antiterrorista las pesquisas evolucionan a buen ritmo. Pero hasta que no se coloquen todas las piezas del rompecabezas, la policía catalana evitará dar por desarticulada la célula terrorista.