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El ABC se ha cansado de la pasividad de Rajoy

I.S.U.

Por primera vez en esta legislatura, el ABC, la muleta periodística de más peso del Gobierno, ha enviado un aviso a Mariano Rajoy para que deje de ser Mariano Rajoy en su último año de legislatura. A diferencia del gesto complaciente con el que los dirigentes del PP han recibido la pérdida de 2,5 millones de votos en las elecciones europeas, el periódico se queja en un editorial de que no se haya analizado “por qué han defraudado a su electorado”.

Del titular de portada (con una foto de archivo de un Rajoy cabizbajo), se deduce que el PP ha perdido la iniciativa política.

En el apartado de las formas, el ABC emplea el gastado argumento de los errores de comunicación, habitual entre los políticos para no tener que admitir errores de peso: “El Partido Popular y el Ejecutivo no están haciendo la adecuada pedagogía de la labor de Gobierno”. Se basa en que hay reformas como la del aborto o de la educación que no se han defendido con la contundencia necesaria. El diario olvida que incluso dentro del propio PP dista de haber unanimidad sobre las ventajas de las leyes promovidas por Gallardón y Wert.

En cuestiones periodísticas, el ABC utiliza argumentos que chocan directamente con la realidad. El más excéntrico: “RTVE sigue escorada a la izquierda”. Por lo visto, se necesita más censura y prohibir el acceso a los platós de los “líderes sediciosos que abogan por romper con España”. Se queja de que las televisiones privadas inviten a “radicales” como Pablo Iglesias y Oriol Junqueras “por el mero afán crematístico de ganar más mercado”. Eso es toda una novedad: que empresas privadas intenten aumentar sus beneficios. Pero lo que preocupa de verdad es que esos invitados de izquierdas “no tengan oponentes dialécticos de fuste que los refuten”.

Es cierto que la mayoría de los dirigentes del PP asisten a estos programas de forma esporádica, y algunos como Carlos Floriano, no es que sean muy brillantes. La defensa de las posiciones del Gobierno queda reservada a periodistas conservadores, y entre ellos curiosamente están varios directivos del ABC, incluido su director, una subdirectora, el jefe de opinión y el jefe de información política. Por lo que se lee en el editorial, no parece que tengan mucho éxito al enfrentarse a los Iglesias y Junqueras que dan tanto miedo.

No sólo se refieren a la comunicación. El ABC quiere que Cospedal deje de ser la número dos del partido o que abandone la presidencia de Castilla La Mancha, porque es imprescindible que el PP tenga “una secretaría general a tiempo completo”. Valora la defensa de las posiciones del PP en Cataluña como bastante mediocre, lo que hay que interpretar como una crítica directa a la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho.

El periódico no está nada impresionado por lo poco que se ha hecho en la reforma de la Administración y no entiende por qué no se han bajado ya los impuestos.

Al final, reclama a Rajoy un cambio de Gobierno, “relevando incluso a algunos ministros que combinan una evidente fatiga con el desafecto del público”.

La de ABC es una crítica que podrían haber firmado José María Aznar o Esperanza Aguirre.

Por primera vez en esta legislatura, el ABC, la muleta periodística de más peso del Gobierno, ha enviado un aviso a Mariano Rajoy para que deje de ser Mariano Rajoy en su último año de legislatura. A diferencia del gesto complaciente con el que los dirigentes del PP han recibido la pérdida de 2,5 millones de votos en las elecciones europeas, el periódico se queja en un editorial de que no se haya analizado “por qué han defraudado a su electorado”.

Del titular de portada (con una foto de archivo de un Rajoy cabizbajo), se deduce que el PP ha perdido la iniciativa política.