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Ciudadanos, la tercera vía para El País y El Mundo
El partido de Albert Rivera ha recibido en los últimos días el apoyo entusiasta de El País y El Mundo. Desde el diario de Prisa, el editorial sitúa a la formación ante la oportunidad de convertirse en “alternativa de poder” en las próximas generales de diciembre después de haber demostrado su condición de “partido bisagra”. Entre sus principales virtudes, “la frescura” frente a los viejos partidos.
En “Más que una moda”, el artículo dominical del director de El Mundo, David Jiménez se pregunta si “¿Ha llegado la hora de la tercera España?” y elogia al partido de Rivera. “Hay una España, menos ruidosa y difícil de encasillar, cansada de darle oportunidades a los partidos de siempre y que sin embargo no está dispuesta a echarse en brazos del populismo de izquierdas que ve un modelo de país en la Venezuela chavista. Es una España que no tiene reparos en defender en el mismo párrafo la economía del libre mercado y la justicia social. Habla sin complejos de la unidad de España. Prefiere el pacto en Educación a bloquearlo en sectarios debates sobre cuántas horas de religión o ciudadanía deben estudiarse en las aulas. Es menos ideológica y más pragmática. Dice estar dispuesta a pactar con cualquiera de las otras dos Españas, con tal de que el matrimonio termine en una sola, nueva y más limpia”.
El partido de Albert Rivera ha recibido en los últimos días el apoyo entusiasta de El País y El Mundo. Desde el diario de Prisa, el editorial sitúa a la formación ante la oportunidad de convertirse en “alternativa de poder” en las próximas generales de diciembre después de haber demostrado su condición de “partido bisagra”. Entre sus principales virtudes, “la frescura” frente a los viejos partidos.
En “Más que una moda”, el artículo dominical del director de El Mundo, David Jiménez se pregunta si “¿Ha llegado la hora de la tercera España?” y elogia al partido de Rivera. “Hay una España, menos ruidosa y difícil de encasillar, cansada de darle oportunidades a los partidos de siempre y que sin embargo no está dispuesta a echarse en brazos del populismo de izquierdas que ve un modelo de país en la Venezuela chavista. Es una España que no tiene reparos en defender en el mismo párrafo la economía del libre mercado y la justicia social. Habla sin complejos de la unidad de España. Prefiere el pacto en Educación a bloquearlo en sectarios debates sobre cuántas horas de religión o ciudadanía deben estudiarse en las aulas. Es menos ideológica y más pragmática. Dice estar dispuesta a pactar con cualquiera de las otras dos Españas, con tal de que el matrimonio termine en una sola, nueva y más limpia”.