¿Sabías que los glaciares pueden 'sangrar'? En la zona oeste de la Antártida se produce un fenómeno natural muy curioso conocido como “cataratas de sangre”, una corriente de un compuesto rojizo que emerge desde el interior de la lengua del Glaciar Taylor, en el entorno de los valles secos de McMurdo. La zona ha generado un gran interés para los investigadores, ya que posee unas cualidades climáticas extremas que la ciencia puede estudiar como modelo de otros planetas con condiciones similares.
Hemos hablado con el microbiólogo Víctor Parro, director del Centro de Astrobiología del CSIC para conocer un poco más sobre el origen de este fenómeno. A él le encantaría investigar en esta zona, plagada de curiosidades geológicas.
¿Qué es el fenómeno de las cascadas 'de sangre'?
La cascada 'de sangre' se encuentra en la lengua de un glaciar en los Dry Valleys. Llama la atención porque en ella aparece una mancha roja muy intensa cuyo origen se desconocía hasta que se empezó a estudiar hace muy poco. Se hicieron algunos trabajos de investigación en 2007 para ver qué microorganismos podía haber en el exterior del glaciar y se dieron cuenta de que había algunos que eran capaces de vivir oxidando el hierro que supuestamente debía haber debajo.
¿Cuál es la materia prima de la cascada?
Después de un trabajo más reciente, un grupo de investigación comprobó que debajo de ese glaciar existía una gran balsa de agua muy salina que unida a los compuestos químicos de la superficie y la ausencia de luz y oxígeno hacía que se produjera el fenómeno. Estos microorganismos que viven en el glaciar respiran sulfato y su fuente de energía es el hierro ferroso, sin oxidar. El sustrato rojo son rocas enriquecidas en sulfuros de hierro y azufre, similares a los que tenemos en Río Tinto. A pesar de que las condiciones en la zona son muy extremas, esos microorganismos son capaces de utilizar estos recursos para sobrevivir.
¿Cómo salen a la superficie las cascadas rojas?
Por algún punto de drenaje. Al salir a la superficie, en presencia de oxígeno, empiezan a funcionar otros microorganismos. El hierro ferroso que se encuentra en el interior sin oxígeno sale fuera y con la presencia de oxígeno hay microorganismos que lo utilizan como fuente de energía generando hierro oxidado, aunque también puede oxidarse por pura química.
Se ha “escaneado” el glaciar para llegar al descubrimiento ¿cómo se realizan este tipo de investigaciones?
Utilizando un sistema de radar. Lo que hacen es ver cómo penetra la onda allí donde hay interfaces de sólido y líquido, viendo que el radar se comporta de una manera o de otra reflejando las ondas de una forma distinta en cada caso. En base a esto, van generando un mapa de la materia que está en diferentes fases. Lo más normal es que se encuentre en fase líquida. Para que haya líquido bajo un glaciar, o hay una fuente de calor en el interior, o sencillamente existe una solución salina muy concentrada que impide su congelación.
El glaciar se encuentra cerca de los Valles Secos de McMurdo, ¿por qué es importante para la ciencia estudiar esta zona del planeta?
Nos sirve para entender cómo se desarrolla o si se puede desarrollar la vida en ambientes extremos, ya que la zona tiene temperaturas bajo cero a lo largo de todo el año. Lo que nos interesa es ver si la vida florece en esas condiciones y si hay actividad metabólica o no y en qué tipo de metabolismos. Nuestra idea es hacer comparaciones con lo que pudiera ocurrir, de forma hipotética, en un ambiente similar en Marte en el que hubiera podido haber vida. Queremos entender qué ocurre aquí para extrapolarlo a algunas zonas de Marte.
¿Pueden tener las investigaciones en este lugar aplicaciones prácticas?
Desde el punto de vista más práctico, entender cómo los organismos son capaces de proliferar en condiciones bajo cero es muy interesante porque pueden ser fuente de productos biotecnológicos, por ejemplo, para el desarrollo y la producción de sustancias anticongelantes. También es interesante la búsqueda de enzimas que funcionen en temperaturas bajas, que pueden servir para algunos procesos industriales.
¿Todavía se puede seguir investigando sobre la zona?
Este es un sistema muy interesante porque es un hábitat completamente desconocido que está por entender. A mí me encantaría poder ir y hacer una perforación, aunque tiene muchas complicaciones logísticas. El hecho de que debajo de un glaciar haya unas salmueras en esas condiciones posiblemente a temperaturas bajo cero es muy interesante para entender el entorno como modelo. Se trata de una mezcla de geología y biología. Esa casualidad de que ahí se atrapó esa balsa probablemente en un sustrato rico en hierro y azufre es la que ha generado el fenómeno. Esa es la grandeza de la tierra, que es tan diversa que ofrece cosas tan interesantes como esta.