@Retiario estudió biología pero siempre quiso aprender y contar historias reales. En tiempos remotos fue paleontólogo, pero desde hace décadas es periodista y profesor de periodismo. Cree en la ciencia, la tecnología y el poder de la humanidad para cambiar las cosas para bien, si se aplica. Pasa la mayor parte de su tiempo en Internet y es un firme defensor de la pluma (y la red) frente a la espada.
El Nobel que se retractó de uno de sus artículos
La ciencia es un empeño humano, por lo que a veces se cometen errores; algo consustancial con nuestra humanidad. El objetivo final de la ciencia es que los errores se detecten y corrijan lo antes posible, pero las personas nos aferramos por muchas razones a nuestros fallos: arrogancia, temor a ser considerados incompetentes, vinculación de nuestras ideas con nuestras posiciones sociales...
Por eso demasiadas veces los errores se alarguen demasiado en el tiempo, dado que hay gente que está interesada en no corregirlos. Y por eso interesa el caso del co-receptor del Premio Nobel de Economía 2002 Daniel Kahneman, un psicólogo que estudia de qué manera los humanos tomamos decisiones, que acaba de retractar uno de sus estudios publicado en un libro porque contenía errores.
El estudio afirmaba que sutiles pistas ambientales son suficientes para manipular el proceso de toma de decisiones de las personas haciendo que cambie su forma de razonar y de decidir.
Pero estaba basado en análisis efectuados con muestras muy reducidas, e investigadores posteriores no consiguieron reproducir sus resultados; Kahneman ha reconocido abiertamente que no debió fiarse del análisis estadístico original y que los resultados no deben considerarse como evidencia científica sólida.
Este tipo de retracciones deberían ser más habituales, por el bien de la ciencia y el conocimiento, y por eso es bueno que todo un Premio Nobel sea capaz de realizarlas en público: la ciencia, y por tanto todos los humanos ganaremos con ello.
La ciencia es un empeño humano, por lo que a veces se cometen errores; algo consustancial con nuestra humanidad. El objetivo final de la ciencia es que los errores se detecten y corrijan lo antes posible, pero las personas nos aferramos por muchas razones a nuestros fallos: arrogancia, temor a ser considerados incompetentes, vinculación de nuestras ideas con nuestras posiciones sociales...
Por eso demasiadas veces los errores se alarguen demasiado en el tiempo, dado que hay gente que está interesada en no corregirlos. Y por eso interesa el caso del co-receptor del Premio Nobel de Economía 2002 Daniel Kahneman, un psicólogo que estudia de qué manera los humanos tomamos decisiones, que acaba de retractar uno de sus estudios publicado en un libro porque contenía errores.