Sus trabajadores la conocen desde hace años como “Palmatraz”. Es el complejo de oficinas de la multinacional Abengoa al sur de la ciudad de Sevilla, al pie de la SE30, la circunvalación que rodea la capital hispalense. Por la situación del Campus Palmas Altas y, sobre todo, por cómo se gestionan en ella los recursos humanos, un sencillo juego de palabras la ha llevado a que sus empleados la equiparen con la histórica prisión de la bahía de San Francisco (EEUU) por su férreo control y vigilancia de los movimientos de los trabajadores. La limitación física y las restricciones a la hora de entrar y salir del recinto quizás ahora les importen algo menos a los más de 2.000 empleados de estas instalaciones, que viven con gran incertidumbre y desinformación su futuro y el de la compañía tras el anunciado preconcurso de acreedores. Lo mismo ocurre con los otros 2.000 empleados repartidos en otras sedes de Sevilla y provincia en filiales como Eucomsa, Inabensa o Abentel.
Rumorología, “mosqueo generalizado”... “Hay mucha incertidumbre y eso nos afecta a la hora de concentrarnos en el trabajo”, apunta un empleado del complejo que centraliza las políticas de ingeniería de la compañía. ¿La empresa está informando de lo que está pasando? “Cero; nos enteramos de todo a través de la prensa”, afirmando que “muchos contratos temporales no se están renovando y en algunos grupos de negocio se han registrado despidos en las dos últimas semanas”.
Un testimonio lo corrobora. Fue despedido hace unos diez días después de varios años en una de las muchas filiales de Abengoa. Explica a este periódico que se trató de un despido objetivo, con una indemnización es de 20 días de salario por año, una salida más barata para la empresa debido a la última reforma laboral aprobada por el Gobierno Rajoy. “Abengoa siempre ha ido como un tiro pero ahora que llegan las vacas flacas…”.
“Dicen que ahora se van a mirar mucho las cosas, pero si no sale adelante la ampliación de capital, todo el departamento en que el trabajaba se va también al paro. Las contrataciones habían crecido exponencialmente pero ahora…”. Recuerda que el “descontrol en los costes” ha sido algo habitual. Por ejemplo, anualmente se hacía una reunión con empleados procedentes del extranjero a los que se les pagaba una estancia de una semana en Sevilla. “Luego, en los encuentros formativos, no se enteraban de nada porque no había traductores. Trabajamos para desarrollar videoconferencias y eso y después se hacían este tipo de cosas”.
Medio centenar de despidos
Este exempleado también señala que no ha habido “ninguna comunicación oficial interna” en relación al proceso de compraventa de la compañía. Mientras, alude al medio centenar de despidos del que tiene conocimiento, algunos de trabajadores subcontratados. “Son tan secta que, si te vas voluntariamente, los de recursos humanos te hacen una especie de 'entrevista de despedida' para saber cuáles son tus motivos”.
Las plantas siguen trabajando pero “algunos proveedores han dejado de prestar sus servicios” al no adelantar las entidades banacarias los denominados 'confirming', apunta un empleado, que alude a la actual “falta de liquidez” de la multinacional andaluza. Esto lo confirma el secretario general de la Federación de Industria de CCOO-Sevilla, Juan Antonio Caravaca: “a lo mejor las consecuencias de todo esto no son inmediatas, pero si no tienes capacidad de financiación...”. En el sindicato están “sorprendidos”, ya que daban por hecha la compra por parte del grupo Gestamp. “La situación financiera es la que es”, apunta UGT.
“Es que no nos dicen nada de nada, no sé qué decirte”, comenta escuetamente otro de los empleados consultados por eldiario.es/andalucia. “Poco te puedo contar, la información que nos llega a través de la prensa”, apunta otro trabajador. A la actual incertidumbre en lo laboral se suma la cuestión personal que vienen arrastrando desde hace años los empleados de Palmas Altas, padeciendo ciertas prácticas corporativas que spon vox populi en su entorno y que han ido “quemando” el ánimo y la motivación de los trabajadores, alimentado recientemente con los once millones y medio de indemnización para Felipe Benjumea, presidente del grupo durante un cuarto de siglo. “Eso ha sentado muy mal aquí”, reconoce otro trabajador.
Más de 2.000 empleados sin representación en Palmas Altas
El conocido control de su tiempo y movimientos de entrada-salida del campus y de su modo de trabajo, las medidas (que no todas persisten) como la de almorzar en el comedor de la empresa (prohibido el tupper), o un forzoso presentismo laboral hasta las 20h que hasta hace muy poco alargaba en dos horas la jornada de trabajo “aunque no se tuviera nada que hacer”, bien fueran trabajadores o becarios, recuerda algún trabajador que prefiere no dar su nombre, no han servido precisamente de acicate corporativo entre los empleados, explican los empleados consultados.
Fuentes sindicales indican que este complejo de oficinas y grupos de negocio es “un centro de trabajo sin representación”. “Si no lo activan los trabajadores...”, resumen, sin ocultar que el temor de los trabajadores a la hora de poner en cuestión las medidas de control de la empresa, con experiencias de despido entre los que se han atrevido a 'sacar los pies del plato', ha imposibilitado la sindicación en Palmas Altas.
Los sindicatos están procupados por el futuro de los trabajadores. “No es lo mismo que la empresa esté dirigida por la dirección que por un administrador, varía por completo y más cuando la situación financiera es la que es”, ha subrayado el secretario general MCA-UGT-Sevilla, Manuel Ponce, quien teme una pérdida de empleo. “El objetivo es que sea el mínimo posible. Debemos ser cautos y estamos intentando cerrar una reunión con la dirección de la empresa”, informa Europa Press.
El secretario general de la Federación de Industria de CCOO-Sevilla, Juan Antonio Caravaca, ha instado a las distintas partes a “la sensatez y a llegar a un acuerdo”. El sindicato va a mantener una reunión con los delegados sindicales en la empresa este viernes (en las filiales que sí cuentan con representación)y, al tiempo, va a solicitar una reunión con la dirección de Abengoa.