“La Semana Santa y la Feria no peligran, y lo digo con contundencia porque estoy convencido de ello (...) pero no sé qué ocurrirá en quince días”. Con esta frase contradictoria ha respondido el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, a la pregunta sobre si la rápida expansión del coronavirus certificada este lunes en plena Cuaresma por las autoridades sanitarias representa una amenaza para las dos grandes semanas del calendario de la ciudad, en las que las calles y los establecimientos hoteleros se llenan de gente, y el sector turístico local factura cerca del 30% de su negocio anual.
La posible incidencia del Convid-19 en la Semana Santa desde el punto de vista turístico y social planea desde hace varios días, y hasta este lunes la respuesta de las autoridades municipales, así como de los representantes del ámbito cofrade, era de confianza absoluta en que no tendría efectos notables en su desarrollo a pesar de una ralentización en las reservas hoteleras de última hora.
Pero el cambio de escenario decretado este lunes por el Ministerio de Sanidad, que ha llevado a aplicar medidas de aislamiento por primera vez en España centradas en la Comunidad de Madrid y la provincia de Álava, hace pensar, como ha admitido el alcalde de Sevilla, que todo es posible.
A ello se suma las declaraciones también de este lunes del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, en las que por primera vez admitía que el coronavirus podría trastocar la Semana Santa, la Feria y otros eventos multitudinarios previstos en Andalucía.
El impacto del coronavirus sobre la Semana Santa fue la primera pregunta a la que respondió Espadas tras el desayuno informativo organizado por el Foro Joly que ha protagonizado en la mañana de este martes en Sevilla. Y su reacción automática ha sido categórica al explicar que si hubiera que tomar medidas a día de hoy, “de ninguna forma” se vería afectada. Otra cosa es lo que pueda ocurrir en futuras semanas, según ha dicho: “no voy a especular”. Y en este sentido, ha pedido un ejercicio de autocontención a los medios de comunicación cuando informen sobre este asunto.
“Nos queda un mes para tomar medidas, por lo que pediría contención. Iremos viendo cómo va evolucionando el número de casos”, ha insistido Espadas, quien ha alabado la labor del Ministerio de Sanidad y de su responsable, Salvador Illa, cuya intervención de este lunes, en la que explicaba las medidas preventivas a tomar, calificó de “enormemente pedagógico”. En esa intervención, además de decretar el cierre de todos los centros escolares de Madrid y de Álava y pedir medidas de distanciamiento social en estas dos zonas, el ministro recomendó para el resto del país limitar las salidas, no viajar innecesariamente o el autoaislamiento de personas con síntomas, además de cerrar al público el partido de fútbol que este jueves enfrentan al Sevilla Fútbol Club con la Roma en el estadio Sánchez Pizjuan.
“Para suspender la Semana Santa, la Organización Mundial de la Salud tiene que hablar con el alcalde. A mí me van a tener que convencer”, bromeó Espadas, quien admitió que “lo que haya que hacer se hará”, cerrando así la respuesta a este pregunta que estaba en boca de todos, a menos de 24 horas de saberse que en España se han duplicado el número de personas contagiadas en dos días y ya se superan los 1.200 contagios. Tras esta comparecencia de Espadas, el Congreso de los Diputados decretó suspender la actividad durante una semana, tras conocer que un diputado de Vox ha contraído el virus.
La fragilidad del turismo como apuesta económica
La rápida expansión de esta gripe evidencia, según otra de las preguntas formuladas al alcalde, la excesiva dependencia del turismo de la ciudad de Sevilla y la fragilidad de esta apuesta como modelo de negocio. Para Juan Espadas, “somos frágiles los humanos” y éste es “un fenómeno de la globalización”.
No se apreció una reflexión sobre este asunto en la respuesta del alcalde, quien, por el contrario, destacó el papel “fundamental” del turismo para Sevilla y Andalucía, “y para abrir mentes”, por lo que apostó por cuidar al turista. “El turismo es eso, interacción”, dijo
Pisos turísticos, una oportunidad para edificios abandonados
Otro de los efectos del turismo sobre los que se pronunció el alcalde fue el de las viviendas turísticas. Recordó que en los próximos meses verá la luz una ordenanza para regular esta actividad que, en su opinión, ha supuesto una gran oportunidad para determinadas fincas que estaban en situación de abandono. Una oportunidad de inversión para convertirlas en alojamientos turísticos que Espadas ha apoyado.
Sin embargo, ha dicho, cuando se sobrepasa “cierto umbral” la ciudad pierde identidad que es justo lo que viene buscando el turista. Además, ha defendido su limitación para mantener el equilibrio con las plazas hoteleras. En último lugar, ha mencionado a los vecinos o residentes de las zonas más afectadas por este fenómeno. “Estamos en ese punto para evitar que haya expulsión de los vecinos”, ha dicho.