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15 sindicalistas aceptan seis meses de cárcel por robo con violencia en un Mercadona

Un total de 15 de los 20 sindicalistas de Sindicado Andaluz de Trabajadores (SAT) han aceptado este miércoles una pena de seis meses de cárcel por el robo con violencia de alimentos durante 7 de agosto de 2012 en un Mercadona de Écija (Sevilla). La condena, una vez se dicte sentencia, se podrá sustituir por una multa de 720 euros para cada uno tras la conformidad alcanzada entre las defensas y las acusaciones antes del inicio del juicio, que se celebra finalmente solo contra cinco personas, entre ellas el líder del SAT, Óscar Reina.

Según ha explicado a los medios el abogado de los acusados, 15 de ellos han reconocido el robo con violencia del que venían siendo acusados y han aceptado la condena, conmutable con la mencionada pena de multa, de 12 meses con cuota diaria de dos euros. Entre los que han reconocido los hechos se encuentran el malagueño Francisco Molero, condenado a cinco años de cárcel por 'Rodea el Congreso,' y el exconcejal de Jaén en Común Andrés Bodalo, condenado en octubre de 2015 a tres años y medio de prisión por un delito de atentado contra un edil de Jódar (Jaén) y en tercer grado desde septiembre de 2017. A ellos les ha asegurado su letrado que, pasadas los seis meses de condena, ésta no les afectará como antecedentes penales. Cabe recordar que Fiscalía y la acusación particular de Mercadona pedían año y medio de cárcel para cada uno de los 20 acusados.

Durante el juicio propiamente dicho, sólo ha estado presente en la sala y ha declarado, aunque sólo a preguntas de su abogado, uno de los acusados, que ha destacado que no llegó a entrar en el establecimiento comercial ya que permaneció fuera junto a Sánchez Gordillo, histórico líder jornalero y alcalde de Marinaleda (Sevilla) desde 1979, por no existir indicios de su participación material en los mismos, según acordó en enero de 2104 el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Una cajera afirma que sintió “terror”

“Me empujaron, me zarandearon y me pegaron un puñetazo en las manos en la reja de un carro mientras trataba de detener la salida”, ha declarado en el juicio una cajera del establecimiento, quien ha añadido que fueron “todos agresivos” y que “temió por su integridad física”. Otra trabajadora, por videoconferencia, ha recordado los “insultos, agresiones y zarandeos” y los reproches verbales acerca “la suerte de tener un puesto fijo” y de que sus hijos “no pasaran hambre” por parte del grupo de sindicalistas.

“Pacíficos no eran, desde luego”, ha recordado en la secuencia de aquellos hechos, reconocidos recordemos por 15 acusados. Otra de las trabajadoras ha relatado que sintió “terror” durate lo sucedido al verse “arrastrada” por el grupo de actuantes y los carros. Otro par de empleados presentes en los hechos han explicado cómo se produjeron las “agresiones” mientras han ido reconociendo en las pruebas gráficas que constan en las actuaciones quiénes habían tenido una participación directa. “Se llevaron el carro por la fuerza”, ha incidido uno de ellos.

Antes de la vista, durante la concentración previa de apoyo a los procesados a las puertas de los juzgados de la Buhaira, el exdiputado de Unidas Podemos Diego Cañamero, exlíder del SAT, ha defendido que se trató de “una acción simbólica” ante la “situación alarmante de pobreza de Andalucía en pleno siglo XXI, con el hambre tocando las puertas de cientos de miles de personas”. “Quisimos que la opinión pública se diera cuenta de eso y queríamos que el Gobierno se avergonzara. Nos pueden acusar de no pagar pero no de robar”, ha apuntado.

Por su parte, Óscar Reina, uno de los acusado que queda pendiente de sentencia, ha dicho antes del juicio que durante la acción “no fuimos violentos”. “Nos tachan de ladrones pero aquí los ladrones son los que llevan traje y corbata, porque nos mantienen en la precariedad más absoluta. Nosotros solo somos jornaleros con dignidad y valentía. Lo haríamos una y mil veces y no nos arrepentimos.

Andrés Bodalo también consideraba antes del juicio que pudiera haber un acuerdo previo que no tuviera consecuencias en su situación procesal. “Fue una cosa simbólica”, ha insistido. En cuanto a las agresiones por las que se les acusa, Bodalo ha dicho que fue “un incidente a la hora de salir con los carros” pero que “no hubo intención de agredir a nadie ni de causar daños, simplemente se quiso denunciar públicamente la pobreza que hay en Andalucía”.