La Bienal de Sevilla sigue siendo conocida como “el mayor festival flamenco del mundo”, pero no es menos cierto que en los últimos años otras citas jondas han empezado a cuestionar esa consideración. Con el propósito de devolver a la capital hispalense la capitalidad de ese arte, el director del certamen, el periodista sevillano Luis Ybarra, ha presentado este martes una programación para este año marcada por la idea de exclusividad –en forma de “noches únicas”, como las ha bautizado– y de fidelidad a las raíces, en un tácito contraste con la Bienal anterior, la de 2022, que bajo la dirección de Chema Blanco intentó abrirse a nuevos horizontes sonoros.
Si los detalles hablan, en esta nueva Bienal quieren hacerlo desde el principio. El anuncio del programa se realizó en los jardines de Rafael Montesinos, “nuestro gran maestro de la soleá junto a Fernando Villalón y Manuel Alcántara”, bajo la escultura de Antonio Mairena realizada por Augusto Morilla y mirando, allende el río, al barrio de Triana, “el arrabal de los Cagancho, Pelao, Chiquetete, El Teta, Manuela Carrasco, Esperanza Fernández, Tremendita, Israel Galván…”, enumeró Ybarra.
“La Bienal se ve en la calle y se vive en los teatros. El flamenco se ha de vivir”, siguió el director. Y para ello, ha concebido un programa que entre el 11 de septiembre y el 5 de octubre comprenderá 62 espectáculos, entre los que destacan esas 30 “noches únicas” antes mencionadas, “espectáculos hechos expresamente para la Bienal que no nacen con vocación de girar, sino de ocurrir”, apuntó Ybarra. Además, habrá 17 estrenos absolutos, estos sí ideados para salir al exterior. Todo ello a celebrarse en diez espacios escénicos distintos de toda la ciudad, y con un abanico generacional más amplio que nunca, “con algunos artistas que son menores de edad y otros que lo eran cuando se inventó el cine sonoro”.
Una gala inaugural en memoria de Paco de Lucía, de cuya desaparición se cumplen ahora diez años, y en la que bajo la dirección de Tomatito participarán Miguel Poveda, Israel Fernández, Aurora Vargas, Farruquito, Diego del Morao, José del Tomate, José María Bandera, Antonio Sánchez y Paquete, entre otros, marcará el inicio de ese maratón jondo que incluirá convocatorias de “mañana, tarde, noche y trasnoche”, anunció su responsable.
Entre las esperadas “noches únicas”, destaca la protagonizada por Miguel Poveda –14 años ausente de la Bienal–, que brindará su espectáculo Federico y el cante, un repaso por todo el flamenco en que se inspiró García Lorca, que permitirá al artista de Badalona evocar a voces legendarias como las de Silverio, Manuel Torre, la Niña de los Peines, el Tenazas o Manolo Caracol.
Otras “noches únicas” vendrán de la mano de artistas como el cantaor Enrique el Extremeño, echando la vista atrás en su carrera con Toda una vida, o su compañero Arcángel encerrándose con varios guitarristas de primera línea en Un mar de cantes; la voz de Segundo Falcón con las guitarras de Paco Jarana y Rafael Rodríguez; el saxo de Gautama del Campo con Pepe Bao, Caraoscura, Ezequiel Reina y Tino di Geraldo; la cantaora Aurora Vargas, la bailaora María Moreno, la guitarra veterana de Rafael Riqueni y la jovencísima de Alejandro Hurtado, o las de Rycardo Moreno y Niño Josele; Eva Yerbabuena bailando su Solo a Sevilla, la reunión de dos promesas del cante como Manuel de la Tomasa y Lela Soto, la unión de Raimundo Amador y Caracafé o la de Javier Barón con Rosario Toledo; y cómo no, la actuación de Manuela Carrasco dispuesta a renacer sobre las tablas Como el ave Fénix.
No menos interés tendrán los estrenos absolutos de artistas como Manolo Franco, Pedro El Granaíno, Andrés Marín y Ana Morales, Florencia Oz, Rafael de Utrera, Miguel Ángel Cortés y José María Gallardo, Dorantes, José Valencia, David de Arahal, Juan Carlos Romero, Juan de Juan, David Palomar o Sergio de Lope y Chico Pérez, entre muchos otros.
Como Poveda, también lleva su tiempo sin actuar en la cita hispalense el bailaor y coreógrafo granadino Manuel Liñán, premio Nacional de Danza 2017, quien acudirá este año con Muerta de amor, su nueva propuesta. Otras citas que no pasarán desapercibidas serán el recital del maestro José de la Tomasa para celebrar sus 50 años de carrera, el nuevo trabajo de Joaquín el Grilo, Cucharón y paso atrás, la alianza entre La Tremendita y La Kaíta, el estreno de Patricia Guerrero al frente del Ballet Flamenco de Andalucía con Pineda, el recital Cantes de otro tiempo a cargo de Israel Fernández y Antonio El Relojero o las nuevas creaciones de Úrsula López y Rafaela Carrasco.
El alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, quiso también respaldar este programa subrayando que “no nos equivocamos cuando designamos a Luis Ybarra director de la Bienal”, en alusión tal vez a las numerosas acusaciones de política cultural errática que le han caído en lo que va de legislatura. “Luis tenía un objetuvo, que es conseguir que Sevilla se consolide como capital mundial del flamenco. Para eso se necesita una Bienal acorde con lo que los ciudadanos se merecían, y no me cabe duda de que la de 2024 será una de las mejores de los últimos años”. La aportación municipal, según dijo, roza los dos millones de euros, a los que vienen a sumarse los 200.000 aportados por la Diputación Provincial de Sevilla y la Junta de Andalucía.
“Cultura no de consumo, sino trascendental”, así la definió Luis Ybarra, quien bajo el busto de Mairena recordó una letra que resume el propósito de la cita: “pasé y lo verá/que el oro fino no ha perdido su brillo/ni lo perderá”.
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