Charlar sobre ciencia con dosis de humor catapulta al escutoide de Sevilla a Marvel

Cantaba Mary Poppins eso de “con un poco de azúcar esa píldora que os dan pasará mucho mejor”. La píldora en esta ocasión ha sido una conferencia impartida por el biólogo Luisma Escudero sobre el escutoide, la forma geométrica que presentan las células epiteliales y que fue descubierta en 2018 por investigadores andaluces; mientras que la dosis de azúcar la ha aportado el comunicador Manu Sánchez con cucharadas colmadas de humor.

Esa fórmula –la de divulgar la ciencia juntando a investigadores de la Hispalense y a artistas de la palabra, que actúan como puentes de transmisión entre el saber especializado y el público general– es la que rige al Festival Sabio de la Universidad de Sevilla y la Fundación Cajasol, cuya primera edición ha arrancado este lunes con la sesión 'De Sevilla a Marvel: hablemos del escutoide'.

Pero Luisma Escudero y Manu Sánchez no solo han hablado de la biología, física y matemáticas que rodean al escutoide, sino que han abordado el origen e impacto mundial de este hallazgo con un halo de conversación entre amigos, charlando de investigación científica, cómics, cultura pop y hasta de pole dance. Testigos de este encuentro, los cientos de asistentes que han copado el patio de butacas del teatro de la Fundación Cajasol y que se han marchado con nuevos conocimientos y un regusto placentero como el que dejan los espectáculos de comedia.

Mirar con cuidado

El objetivo del encuentro era que un investigador de la Hispalense –en este caso, el biólogo del Departamento de Biología Celular y del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) Luisma Escudero– presentase su logro a la ciudadanía –el escutoide–, interpelado por un artista de la palabra y de enorme capacidad comunicativa –como es Manu Sánchez. “Mi papel no puede ser más agradecido, a mí me dan la oportunidad de interrumpir y preguntar, que son dos cosas que creo que se me dan bien hacer porque soy un curioso insaciable”, ha reconocido el comunicador sevillano a este periódico al terminar el acto.

Así pues, mientras que Escudero contaba la historia de cómo un grupo de científicos de la Universidad de Sevilla reparó por primera vez en esta figura geométrica presente en las células que recubren los tejidos de muchos órganos y que había pasado desapercibida a ojos de la comunidad científica hasta 2018, Manu Sánchez aprovechaba para saciar su propia curiosidad. Se preguntó, por ejemplo, cómo dieron con esa forma que siempre había estado ahí. Entonces, el investigador principal del estudio desveló que la clave del hallazgo radicaba en “mirar con cuidadito”.

“Las células epiteliales –que sirven como bloques de construcción para formar un organismo– estaban ahí, pero se miraban en dos dimensiones y solo había que mirar con cuidadito”, remarcó Escudero, apodado por Manu Sánchez como “el padre del escutoide”, pues es su apellido el que da nombre a esta forma geométrica tridimensional que está presente en el tejido epitelial. “No solo hablamos de un descubrimiento científico, sino que estamos ante el nacimiento de una palabra”, apostilló entonces el comunicador, sabiendo que el científico, por su humildad, no iba a arrogarse ese logro.

Manu Sánchez se interesó también por saber cuál era el aspecto diferencial de esta figura desconocida para la ciencia hasta hace poco más de cinco años. “La clave es el vértice central, esa 'Y' que se forma en el medio, y que no está en los prismas, hace que las células se unan con mucha fuerza”, contestó Escudero, quien continuó detallando que el proceso de investigación partió en realidad del interés por entender “cómo se organizan las células unas con otras en tres dimensiones”.

El poder de la comunicación en la ciencia

De este modo, Manu Sánchez fue trasladando al biólogo sevillano las cuestiones que podría estar preguntándose cualquiera en el patio de butacas. Pero lo que no podría hacer cualquiera era aderezar la conversación con sus píldoras de humor, esparcidas con maestría. Contaba Escudero que el escutoide surgió de investigar las células de la mosca de la fruta, porque, “aunque no lo parezca, se parecen mucho a los seres humanos”. “Me he dado cuenta”, interrumpió Manu Sánchez, “están las de la fruta y también las cojoneras”, agregó, arrancando una sonora carcajada al público.

“El poder de la comunicación también es hacer que un acto que dura hora y media hablando de un descubrimiento biológico y matemático acabe convirtiéndose en algo digerible, entendible, apetecible, que te vayas de aquí queriendo repetir para el siguiente encuentro”, ha resumido el comunicador sevillano en conversación con elDiario.es, después de bajarse del escenario.

Además de repasar el origen de este hallazgo científico, la pareja ha charlado sobre el alcance internacional que ha tenido el escutoide, traspasando incluso a la comunidad científica para instalarse en la cultura popular. La fisonomía de esta novedosa estructura, sumada al simbolismo que encierra –representa la unión entre células y permite que los órganos puedan adquirir formas muy complejas a la vez que estables– ha servido de inspiración para todo tipo de joyas, muebles y merchandising (incluyendo urnas funerarias). Tal ha sido su repercusión que también ha motivado memes, se ha colado en late night americanos y una campeona mundial de pole dance bautizó un nuevo movimiento con su nombre (que lleva el apellido de Escudero, como ha recordado Manu Sánchez).

Recientemente, el investigador de la Hispalense descubrió que el escutoide había tomado protagonismo también en los cómics de Marvel. En concreto, hace un cameo en la saga de Los 4 fantásticos, cuando 'La Mujer Invisible' y la 'Antorcha Humana' están entrenado sus poderes y deciden crear un par de escutoides. Esta idea del guionista Ryan North lleva al 'Sr. Fantástico' a explicar tanto el origen como las particularidades de esta figura descubierta en Sevilla por científicos andaluces.

Binomio humor y ciencia

“Todo eso demuestra que cuando los descubrimientos científicos saltan a la cultura pop, al mainstream, y se instalan en lo cotidiano, se consolida su relevancia a nivel social, porque ya eran mainstream desde el principio, solo que dentro de la comunidad científica”, ha celebrado el artista invitado en la primera sesión del Festival Sabio. “Para eso está la comunicación, el humor es un buen aliado, por eso yo espero haber aportado curiosidad, inquietud y haber hecho las preguntas correctas porque la idea no era frivolizar sobre lo que teníamos entre manos, sino todo lo contrario”, reflexionaba Manu Sánchez tras el encuentro.

Este “mago de la palabra” –como lo ha denominado la periodista Amalia Bulnes, que se ha encargado de moderar el acto– sostiene que “el humor nunca termina de tomarse en serio”, y en esta charla ha asumido el resto de ponerlo al servicio de la ciencia, paradigma de la seriedad y el rigor. Para la directora del Festival Sabio, la catedrática Lola Pons, la primera sesión “ha sido un auténtico éxito de público, lo que demuestra que la sociedad sevillana está ansiosa por saber más de ciencia”.

En ese camino, “creo que estos encuentros entre científicos acompañados de los que podemos darle altavoz, de los que podemos ayudar a que llegue todavía más gente, es un buen binomio”, ha afirmado el artista sevillano. Al menos, las risas, los aplausos y el interés que les han transmitido los asistentes durante todo el acto han hecho patente que ciencia y humor forman un binomio tan poderoso como la unión de dos escutoides.

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