Un nuevo concepto de corrala se abre paso en Sevilla para dar cobijo alternativo a personas sin hogar

Heredera de experiencias similares como Corrala Utopía para reivindicar el derecho a la vivienda, desde hace unas semanas se ha instalado en Sevilla la Corrala Dignidad. En un edificio situado en el número 2 de la calle Fray Isidoro, perteneciente a una acaudalada familia sevillana, abandonado desde hace varios años y amenazando ruina, son ya 16 personas las que se han alojado en este lugar, donde también dan techo a personas sin hogar que quieran guarecerse del frío. Así, casi sin medios, 35 personas sin hogar encuentran cobijo todas las noches con horarios flexibles de entrada y salida. Entre sus objetivos, “recuperar un espacio abandonado evitando su ruina, aplicándolo para viviendas y hogar social de personas sin hogar”. El Ayuntamiento hispalense, por su parte, defiende que este año se ha aumentado las plazas para personas que no tengan lugar donde pernoctar

Este viernes, la Corrala Dignidad celebra unas jornadas de puertas abiertas donde desde la mañana enseñarán el lugar a vecinos y a movimientos sociales, y darán a conocer los proyectos que llevan a cabo, las iniciativas, los huéspedes y demás actividades, celebrando posteriormente una comida popular. Por la tarde tendrá lugar una mesa redonda donde expondrán sus objetivos y se debatirán las posibles soluciones a las problemáticas que afectan a las personas más desfavorecidas. Ya por la noche, diversos grupos musicales cerrarán el evento, que se dará por finalizado a medianoche. Se va a realizar una jornada de puertas abiertas para que todo el mundo tenga la oportunidad de conocer la Corrala Dignidad. De esta manera se

“La solidaridad efectiva entre los de abajo parece ser más eficaz que toda la estructura y recursos de un Ayuntamiento”, denuncian fuentes de la corrala, que destacan como “dan visibilidad al problema existente con las personas sin hogar o en exclusión social, muy evidente en el barrio de la Macarena, donde se concentra el grueso de los insuficientes recursos públicos asistencialistas, mayoritariamente explotados por empresas privadas”.

También quieren “denunciar el irracional abordaje del problema de la vivienda en Sevilla, donde coexisten entre 30.000 y 50.000 viviendas vacías con familias viviendo en infraviviendas, chabolas, personas sin hogar, y hacinamiento de varias generaciones en un piso reducido”. “No disponer de vivienda estable es carecer del hábitat donde desarrollar la vida personal y familiar con equilibrio, facilitando la salud física y mental”, argumentan.

“Miles de familias padeciendo enormes dificultades”

Desde la corrala se lamenta que, hasta ahora, “nadie de la Administración Pública se ha acercado a ellos interesándose sobre el porqué de su comportamiento, en conocer sus necesidades, en ofrecer su ayuda como personas necesitadas”. Solo han recibido “la solidaridad efectiva de colectivos sociales y vecinos solidarios que venían apoyándoles” desde una acampada que realizaron frente al Parlamento andaluz en noviembre.

“Esta situación, en vez de sonrojar a la Administración Pública y sacarla de su inmovilismo, no hace sino confirmar las denuncias que reiteradamente APDHA y otras entidades siguen elevando, exigiendo soluciones inmediatas a la pobreza y exclusión que campea por nuestra ciudad y por nuestra comunidad, por encima de los mensajes triunfalistas de los gobiernos central, autonómico y local”. “Que Andalucía tenga 10 de los 15 barrios más pobres de España, que haya más de un millón de personas desempleadas y un 41,7% de su población esté en riesgo de pobreza y/o exclusión social no son sólo cifras; son miles de familias padeciendo enormes dificultades determinantes que su vida sea un padecimiento continuo, y donde la vivienda se destaca como carencia principal”.

Afirman ser “un grupo de personas sin hogar cansadas de ser maltratados por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sevilla (no reciben de ellos ningún tipo de ayuda directa económica ni material), de sufrir cotidianamente la falta de sitio en los albergues, los rígidos horarios (entrada 20 h., salida 7:30 h.), la deficiente comida cuando lograban entrar y el trato poco empático”.

Más plazas, según el Ayuntamiento

La corrala tiene unas normas de comportamiento que obligan a todos sus moradores, entre las que se destacan el definir el sitio como libre de drogas (incluido el alcohol), la toma de decisiones a través de asambleas, el compromiso e implicación en el mantenimiento del espacio, horarios y comportamiento, etc. También crean comisiones de trabajo abiertas a otros colectivos para abordar las diversas tareas. Paralelamente, siguen concentrándose frente al albergue denunciando “las injusticias e indiferencia del Ayuntamiento de Sevilla para las personas sin hogar”.

El Ayuntamiento de Sevilla, por su parte, aseguraba hace escasas semana que volvía a incrementar las plazas para personas sin hogar esta campaña de frío, disponiendo de 449 entre recursos públicos y de entidades. Según informaron, en los últimos dos años el presupuesto se ha incrementado en un 25% y la previsión es que siga aumentando en 2018, mejorando los recursos existentes e incorporando nuevos dispositivos.

También anunció el consistorio la incorporación de programas de pisos, nuevos equipamientos, el refuerzo de la línea de personas sin hogar de Sevilla Solidaria o el nuevo contrato de servicio de la Unidad Municipal de Intervención en situaciones de Emergencias (UMIES) para que la ciudad sea “referente” en esta materia.