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La Asociación Española de Consumidores ha criticado “la pasividad” de las administraciones públicas ante las fiestas “rave” ilegales, al hilo de la celebración de un evento de esta naturaleza la madrugada y jornada de Año Nuevo en la llanura de Tablada, en Sevilla capital.
Según la asociación, “se trata de fiestas que se organizan a través de las redes sociales con antelación suficiente para que efectivos de la Policía o la Guardia Civil puedan impedir su inicio”. Por ello, considera “preocupante que se permita su instalación en propiedades privadas o en sitios sin que haya habido ningún control previo y sin que se haya hecho nada para impedirlo”.
Especialmente, el colectivo lamenta “la impunidad que tienen este tipo de fiestas, sin que se conozcan sanciones por parte de la Administración o sin que se controle si se venden drogas o alcohol a menores en esos sitios”. Junto a ello, se critica también la falta de control sobre las bebidas y alimentos consumidos en estos eventos, entre los que cita expresamente el celebrado en Sevilla.
Tablada y el medio ambiente
La Mesa Ciudadana por Tablada ha avisado por su parte que la rave celebrada en dicho entorno con motivo de Año Nuevo “no es la primera” que acoge este espacio, considerando que la situación, unida a los vertidos incontrolados de escombros y los incendios estivales, pone de manifiesto el “absoluto abandono” que sufre este emblemático entorno de la ciudad.
Enrique Hernández, geógrafo y portavoz de la Mesa Ciudadana por Tablada, ha manifestado en declaraciones a Europa Press que la mencionada fiesta rave, celebrada sin que consten avisos ciudadanos a la Policía Local de Sevilla, a la Policía Local de San Juan de Aznalfarache al otro lado del río ni al servicio unificado de emergencias 112 de Andalucía, “no es la primera” que se organiza en dicho espacio. En este sentido, ha recordado que los activistas medioambientales se han topado con festejos similares en sus visitas a la zona y que la celebración habría sido realizada en la margen de 200 metros tierra adentro que pertenece a lo público, como reserva de costa del río Guadalquivir.
Ello se suma, según ha lamentado, a los continuos vertidos incontrolados de escombros y los cíclicos “incendios en verano”, lo que en suma refleja a su entender “el absoluto abandono” de la llanura de Tablada, respecto a la cual la Justicia ha tumbado los diferentes recursos del conglomerado empresarial propietario de los terrenos contra el articulado del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006 relativo a la clasificación de sus 367,4 hectáreas como suelo no urbanizable de especial protección. Esta resolución impide su pretendida urbanización, aunque los tribunales también han desechado los intentos de expropiación incoados en el pasado por el Ayuntamiento hispalense, con la idea de transformar este espacio en un gran parque periurbano.
“Actuación incontrolada”
Para el portavoz de la Mesa Ciudadana por Tablada, una “actuación incontrolada” como esta rave genera “problemas” como el impacto en las zonas residenciales cercanas por ruidos y molestias y la incidencia “ambiental” en materia de residuos o desperfectos en la flora y el arbolado. Más allá de esto, lamenta que esta situación pone de relieve que los poderes interpretan Tablada como “una zona perdida de la periferia” de Sevilla, pese a que se trata de un espacio emblemático que está llamado a ocupar un lugar “central” en materia de zonas verdes y de ocio y de valor ecológico.
Esta situación de “total abandono”, ha remarcado Enrique Hernández, derivaría quizá de una cierta “negligencia” por parte de los poderes o quizá de una dinámica intencionada para “justificar los intentos especulativos”, en alusión a las pretensiones de convertir esta llanura en una nueva barriada de Sevilla mediante la construcción de viviendas.
Por eso, Enrique Hernández ha manifestado que más allá de necesitar “cuidado y control” por parte de las autoridades, Tablada requiere de un “plan a futuro”, para garantizar que sea “un espacio público y verde”.