La Feria del Libro de Sevilla (FLS) parece haberse convertido, muy a su pesar, en campo de batalla político. En los últimos días, tanto el nuevo gobierno municipal (PP) como el saliente (PSOE) han intercambiado acusaciones en torno al evento, que tendrá lugar del 26 de octubre al 5 de noviembre bajo la dirección de Rafael Jurado y la coordinación de la Asociación Feria del Libro de Sevilla, que representa a todos los brazos del sector.
Cabe recordar que la mecha la encendió el actual alcalde, José Luis Sanz, que en medio de la polémica sobre el posible aplazamiento del Festival de Cine de Sevilla (Seff) arremetió inexplicablemente contra la FLS calificándola de feria “de tercera división” y asegurando que bajo su mandato adquirirá la categoría que merece. Según ha podido conocer este periódico, llegó a barajarse la posibilidad de que no se celebrara la edición de este año, lo que habría supuesto un nuevo escándalo a sumar al ruido generado en torno al Seff.
Por suerte, finalmente, y tras su aprobación por parte del consejo del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, el evento se celebrará según lo previsto y en los mismos términos en que fue planteada por el anterior equipo de gobierno, así como con la subvención municipal nominativa de 150.000 euros anunciada por el alcalde socialista, Antonio Muñoz.
Primer impulso
La reacción del PSOE no se ha hecho esperar, y en una nota de prensa su portavoz adjunta y miembro del consejo de administración del ICAS, Sonia Gaya, criticaba a Sanz por haber “tenido que rectificar con respecto a sus descalificaciones hacia la Feria del Libro de Sevilla y asumir tanto el trabajo bien hecho como la fundamental contribución de los libreros en la organización y el funcionamiento de una cita que, además de suponer una auténtica fiesta del libro en general, implica también un impulso a las librerías locales y, en consecuencia, al tejido cultural local”.
No menos vehemente ha sido la respuesta de la delegada de Cultura y Deporte del Ayuntamiento hispalense, Minerva Salas, quien ha lamentado en otro comunicado “que la oposición utilice las mentiras y la demagogia para tratar de engañar a los ciudadanos. La Feria del Libro será una cita que irá creciendo cada año, el objetivo es convertir la feria en el broche de oro de todo un año de celebraciones literarias”.
“Como bien sabe la oposición, este año hemos tenido que ajustarnos al presupuesto asignado por el anterior equipo de gobierno, ya que de lo contrario se hubiera iniciado de nuevo un trámite que hubiera puesto en riesgo su celebración en la fecha prevista”, explica Salas, al tiempo que anuncia que “este año se va a dar un primer impulso en todo lo que se ha podido como la comunicación, difusión, imagen y programación, a partir del año próximo se le dará un apoyo decidido para que edición tras edición vaya creciendo”.
¿Un nuevo director?
“Como ha dicho en repetidas ocasiones el alcalde se va a impulsar de manera decidida y permanente al sector del libro en la ciudad con apoyo no sólo a las dos ferias del libro, la FLS y la del Libro Antiguo, sino también a las librerías, editoriales y escritores… y, en definitiva, todo el sector”, apuntaba. “Sevilla será un referente cultural en los próximos años. El objetivo es apoyar al sector de libro para que entre todos hagamos de la FLS uno de los grandes referentes culturales de España y un proyecto de ciudad”.
Por último, Salas destacaba que “por primera en el Ayuntamiento de Sevilla habrá una persona dedicada en exclusiva a trabajar con el sector de forma permanente como director de la Feria del Libro y eventos literarios de Sevilla”.
Esa persona es Jaime Maciá Montes, exdirector de comunicación del Ayuntamiento de Tomares, hombre de confianza de Sanz y considerado responsable del éxito de la Feria del Libro de dicha localidad, que en los últimos años se ha caracterizado por atraer a grandes nombres mediáticos de las letras nacionales. El Ayuntamiento hispalense confirmó a este periódico que Maciá Montes ha asumido “la dirección compartida” de la FLS, y asumirá las funciones de responsable de eventos literarios, incluyendo otras citas como la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión.
Un modelo claro
En cualquier caso, al menos para este año, la FLS cuenta con un director, Rafael Jurado Arroyo, que ya estuvo al frente del evento en las dos últimas ediciones y fue respaldado en la asamblea de la Asociación Feria del Libro el pasado mes de julio, por lo que parece difícil que se produzca una invasión de competencias en el tiempo que queda para celebrar la Feria 2023. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la Feria de Sevilla no responde al modelo tomareño de feria municipal, sino que está organizada y gestionada por el sector alrededor de la citada asociación, bajo una fórmula abierta, plural y participativa, pero en la que la aportación municipal solo supone una parte de los patrocinios.
Así lo confirma Miguel Escalera, secretario de la asociación, quien explica que “hemos hecho ver al Ayuntamiento que hay un trabajo hecho y que no se pueden cambiar las cosas tan bruscamente. Nos gustaría dejar claro que la Feria no es tampoco un invento del PSOE, se ha ido construyendo a lo largo de los años con los distintos gobiernos que se han ido sucediendo”.
“Nosotros tenemos claro lo que queremos para la Feria”, subraya Escalera. “El Ayuntamiento tiene otra idea. Nuestro trabajo como asociación es defender nuestro modelo, sabiendo que la Feria de Tomares no es la de Sevilla, donde los escritores tienen un papel importante más allá de su impacto mediático”.
“No todo es talonario”
Agradeciendo que la aportación municipal haya crecido desde el año pasado de 75.000 a 150.000 euros, Escalera quiere también poner de manifiesto que “no todo es talonario., existen aspectos cualitativos que hay que valorar. De momento, tenemos una buena comunicación, Rafael Jurado está en contacto continuo con Jaime Maciá y vamos a tratar de que la Feria 2023 sea un éxito. Cuando acabe, veremos qué cambios se producen, pero nosotros estaremos atentos para que la Feria sea lo que el sector quiere”.
La Feria del Libro de Sevilla recibió en 2010 el Premio Nacional al Fomento de la Lectura concedido por el Ministerio de Cultura, la Medalla de Oro de Sevilla en 2011 y el Premio Andalucía de Documentación 2013 a la trayectoria profesional.