La Mesa Ciudadana por Tablada ha vuelto “a la casilla de salida de hace 25 años” en lo referente a su defensa de una dehesa “pública y verde”, después de que el nuevo alcalde de Sevilla haya manifestado su intención de dedicar parte de este espacio natural a uso residencial. En una entrevista de Cadena Ser realizada días después de ser investido regidor, José Luis Sanz reafirmó su disposición a recuperar el proyecto de urbanización de Tablada, que lleva años paralizado, en virtud de diversas sentencias del Tribunal Supremo que desestiman la construcción en la zona por su condición de suelo “no urbanizable y de especial protección”.
Así lo recuerda a SevillaelDiario.es Curro Oñate, uno de los portavoces de la Mesa por Tablada, que rechaza frontalmente “cualquier uso de tipo residencial” en las 360 hectáreas que atesora la dehesa. En este sentido, advierte de que semejante finalidad atentaría contra “los valores ambientales y estratégicos” que representa este paraje para la ciudad hispalense y su área metropolitana.
Por esta razón, la plataforma que encauza la defensa de Tablada como parque metropolitano está coordinando un plan de movilizaciones con los distintos agentes sociales y políticos, en aras de dar “respuesta urgente” a la idea del actual equipo de gobierno, encabezado por el popular José Luis Sanz, de modificar el PGOU de la ciudad con vistas a recalificar la zona para permitir edificios residenciales en el que está considerado como “el único tramo virgen que queda del Guadalquivir”.
Firmas para “salvar la dehesa”
A lo largo de este último cuarto de siglo, el movimiento social que se orquestó en torno a Tablada cuando pasó a manos privadas a finales de 1997 ha logrado promover diferentes hitos que protegen a este espacio natural frente a los intentos de urbanizarlo. De esta forma, la dehesa de Tablada está blindada en el marco del planeamiento vigente por su carácter de “suelo rústico e inundable”. De hecho, tanto el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla como el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS) emitido por la Junta de Andalucía lo reconocen como terreno “no urbanizable y de especial protección”.
Sin embargo, las palabras del alcalde de Sevilla nada más tomar posesión de su cargo han reavivado las “expectativas de negocio” de los promotores inmobiliarios, mientras que han dinamitado las esperanzas de la plataforma de mantener intacto este vasto territorio que colinda con el Guadalquivir. De ahí que hayan solicitado una reunión con el alcalde, “al objeto de informarle con detalle sobre las propuestas que este movimiento ciudadano ha venido elaborando para conseguir la recuperación integral de la dehesa de Tablada”.
Asimismo, esta Mesa Ciudadana ha lanzado una campaña de recogida de firmas en el portal Change.org con objeto de difundir y sensibilizar a la población sobre “la importancia” de preservar este “lugar estratégico al sur de Sevilla”, en palabras de Curro Oñate. Con esta petición —que suma más de 2.000 firmas a fecha de esta publicación— las entidades adheridas a la plataforma por Tablada tratan de pisar el acelerador de una demanda histórica que, tras más de dos décadas de lucha, ahora va “marcha atrás”.
“Nos gustaría que el Ayuntamiento y las administraciones competentes lleguen a un acuerdo económico con los propietarios actuales para que se puedan incorporar estos terrenos al patrimonio público de la ciudad” y se puedan destinar así “al disfrute de Sevilla y su área metropolitana”, como reivindica uno de los portavoces que lleva más de 20 años defendiendo los valores de la dehesa.
Puerta a Doñana desde Sevilla
Esa es la “propuesta” de la Mesa Ciudadana, la de “poner en valor” Tablada como “puerta a Doñana en Sevilla” frente a la apuesta del nuevo regidor de dedicar parte de sus hectáreas a “uso residencial, con viviendas y diferentes equipamientos deportivos y culturales”. Algo “incompatible” con preservar la dehesa a ojos de las cerca de 40 entidades que integran la plataforma (algunas de corte ecologista como Greenpeace Sevilla, SEO/BirdLIfe, WWF, Ni un árbol menos, Red por el Clima, Fundación Savia o Ecologistas en Acción, entre otras asociaciones de vecinos y organizaciones de distinta índole).
En este sentido, la Mesa por Tablada condena las pretensiones del alcalde por ser “contrarias a toda la planificación vigente”, añadiendo además que “Sevilla no necesita Tablada para crecer residencialmente”. A este respecto critican que “ya existe suelo urbanizable disponible para más de 50.000 viviendas” y se preguntan entonces “a quién beneficia construir Tablada”, si no se detecta en la ciudad, a su parecer, tanta demanda.
Oñate zanja el debate sosteniendo que “no se debería permitir ningún tipo de construcción”, en tanto que el espacio atesora “un valor estratégico y ambiental” ratificado por sentencias judiciales, que se vería notablemente afectado en caso de iniciar cualquier proyecto de urbanización. “Una gran extensión libre, de 360 hectáreas, junto a la última ribera inalterada que le queda al Guadalquivir en Sevilla”, describen quienes la defienden para remarcar que “la posibilidad de crear junto a la ciudad un espacio renaturalizado, que cuente con zonas forestadas, junto a praderas, humedales, senderos, observatorios...es de un valor incalculable”.
Si bien desde la Mesa por Tablada reconocen que a día de hoy es difícil llevar a cabo los planes de edificación dada la protección legal con la que cuenta la zona, advierten también de que el alcalde cuenta con diferentes instrumentos que se podrían modificar para “dar cabida a esos proyectos” que se están alentando desde el altavoz del Gobierno municipal. Por todo ello, la Mesa por Tablada se muestra dispuesta a “activar todos los recursos sociales, legales y jurídicos” de los que dispone, retomando así una lucha que empezó hace 25 años. “Y aquí estamos empezando otra vez la batalla”, lamenta Oñate.