Sigue nuestra edición de Sevilla en Twitter
Ahora puedes seguir las noticias de Sevilla capital y provincia a través de la red social X en este enlace.
En los años 30, era una bodega de fermentación y hoy, desde los ventanales de su planta más alta se pueden ver los vestigios de un patrimonio industrial hoy recuperado y otear Sevilla desde otro punto de vista. Se trata de la Torre Cruzcampo, una apuesta por la formación y empleabilidad de Andalucía, fruto de la alianza entre la Fundación Cruzcampo, “principal brazo social” de Heineken España, y la Cámara de Comercio de Sevilla.
En esta nueva Torre se ofrecerá más de un centenar de programas formativos, con el objetivo de capacitar a 3.000 estudiantes anualmente, especialmente jóvenes y colectivos en situación de vulnerabilidad, “con el firme propósito de dar oportunidades reales” a quienes más lo necesitan, explicó Carmen Ponce, la Presidenta de la Fundación Cruzcampo durante el acto de presentación. “Creemos que el desarrollo de esta ciudad está vinculado a que demos más oportunidades de empleo”, añadió.
En la misma línea se expresó Etienne Strijp, presidente de Heineken España, apreciando el “fuerte compromiso que la marca tiene con el desarrollo de la ciudad y la región” y recordando los “120 años” de historia que los vinculan a este territorio.
“Al servicio de la sociedad”
La Torre, ubicada en los terrenos de la antigua fábrica de Cruz campo, es ahora un edificio titularidad del Ayuntamiento de Sevilla que ha sido cedido a Heineken España y a la Fundación Cruzcampo “para ponerlo al servicio de la sociedad”.
De hecho, el alcalde José Luis Sanz reconoció al gobierno municipal anterior la idea, por el “resultado espectacular” del edificio y por la función que se le ha asignado: “Será un faro de formación y empleabilidad, y ayudará a retener el talento”. Rocío Blanco, consejera de Empleo, presente en la inauguración, también reconoció la importancia de poner “en valor la formación profesional” para “colectivos vulnerables” en lo que calificó como “un proyectazo”.
Como señaló Crespo, con una inversión de seis millones de euros, “hemos transformado una torre del siglo XX en un centro de formación del siglo XXI”.