Las calles de la localidad sevillana de Pedrera se han vuelto a iluminar por todos sus rincones para celebrar la víspera de la Candelaria. Una celebración con mucho arraigo en este municipio de la Sierra Sur, y que conmemora la purificación de la Virgen María, con el fuego como nexo.
El Ayuntamiento recogió más de 300 solicitudes oficiales de vecinos para participar en esta fiesta, de modo que fueron esas las hogueras que se distribuyeron por distintos puntos de la localidad, cumpliendo con una tradición que se remonta al siglo XVII, cuando se celebraba la Fiesta del Niño Perdido desde el 28 de enero al 1 de febrero.
En aquella época, los vecinos encendían luminarias por las calles en señal de purificación al paso de una procesión, como se recoge en la información aportada por Damián Ramos al Museo Municipal de Pedrera.
En la actualidad, se respira un aire diferente, festivo, de unión familiar y de amistad por toda la localidad. Una fiesta que se reparte por todos los barrios, y que sirve para unir a los vecinos en una noche de convivencia en torno a las hogueras.
Toda la celebración se realiza siguiendo las normas de seguridad establecidas para que no se produzca problema alguno, siempre con la colaboración de los vecinos para que todo sea un éxito.
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