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El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz (PP), quiere tener aprobado el presupuesto de 2025 para febrero como muy tarde. Y para eso tiene tres opciones: pactar con Vox, repetir con una cuestión de confianza vinculada a las cuentas municipales (la ley permite dos durante un mandato municipal) o alcanzar un acuerdo con el principal grupo de la oposición, el PSOE. Esta última, sobre el papel, es la posibilidad menos factible, lo que no quita para que los socialistas hayan hecho sus deberes con unas alegaciones que incluyen la garantía de que no se harán pisos en Tablada o resucitar el Plan Respira, que limita el acceso de coches al centro de la ciudad.
“Mi sospecha es que habrá acuerdo con Vox”, reconoce el portavoz del PSOE municipal y exalcade Antonio Muñoz, que por lo pronto anuncia la intención de su grupo de “no someternos al paripé” del año pasado, con una mininegociación que no fue a ningún lado. Lo del entendimiento entre PP (que no tiene mayoría) y Vox no es ninguna quimera, porque en las últimas semanas han sacado adelante juntos cuestiones como la limitación de pisos turísticos o las ordenanzas fiscales.
Muñoz asume que el entendimiento entre estos dos partidos es más factible que nunca tras el giro que aprecia en la postura de Vox, “que ha renunciado a entrar en el gobierno para convertirse en muleta de Sanz” a cambio de algunos guiños. “Yo he enseñado mis cartas, no sé cuáles serán las de Vox pero me las puedo imaginar” y caminarán en “dirección contraria” a las que pide el PSOE.
“Postura de fuerza” por los cortes de luz
¿Y qué es lo que plantean los socialistas para apoyar al PP? Pues una veintena de cuestiones que consideran irrenunciabes porque “ni vamos a sacrificar nuestro modelo de ciudad ni le vamos a dar un cheque en blanco a Sanz”. “No vamos a exigir que incorporen el programa del PSOE”, pero sí que adopten muchas de las cuestiones que se incluyen en el mismo. Las propuestas no están económicamente cuantificadas, y todo queda a expensas de una negociación para la que no hay fecha todavía.
Al margen de lo de Tablada y el Plan Respira, otra de las exigencias llamativas es que Sanz sea “mucho más contundente” para afrontar los continuos cortes de luz que sufren muchos barrios de la ciudad. En este sentido, le recuerda la “postura de fuerza” que tiene a la hora de negociar los contratos con la compañía suministradora al ser uno de sus principales clientes, una senda que anima a “explorar y ensayar”.
Más equipamientos en los barrios, garantizar el pulmón verde que los vecinos del centro piden en la calle Arrayán e implantar una moratoria a los pisos turísticos porque el acuerdo alcanzado “no ataja sino que desplaza el problema” son otras de las reivindicaciones. Junto a ello, resucitar políticas y proyectos de igualdad y memoria histórica, reivindicar la encallada ley de capitalidad y dejar de “desmantelar” la agenda cultural se incluyen también entre las enmiendas.
Estas medidas, considera Muñoz, servirán para enderezar algo el rumbo de un gobierno local del PP que no deja de dar “vaivenes y bandazos”. “Es desesperante la ineficacia” que ha llevado a que “Sevilla haya perdido un año”, por lo que tiende la mano del PSOE “pese a que es difícil apoyar a un gobierno que no tiene credibilidad”.