“¿He venido a hacerme la prueba o a llevarme el coronavirus?”, se pregunta Belén (nombre ficticio), que acudió en la mañana de este miércoles a la Clínica Nuestra Señora de Aránzazu de Sevilla.
Con la llegada de las festividades muchos ciudadanos han acudido a los servicios de detección de Covid-19 de las clínicas privadas para quedarse algo tranquilos antes de ir a ver a familiares. Los resultados de una búsqueda en Internet de las palabras 'prueba' y 'Covid' ofrecen todo tipo de anuncios para obtener un diagnóstico que facilite unas “Navidades seguras” y el disfrute de la familia “con mayor tranquilidad”.
Esa era la prioridad de Ángel cuya madre es una persona de riesgo y con la que quiere compartir estas fechas. Por eso fue a la Clínica Nuestra Señora de Aránzazu. Allí también acudió Belén con el mismo objetivo: tener la certeza de que no era una persona contagiosa y poder reunirse con su madre. Cuando esta usuaria llegó a la clínica, la situación fue “horrorosa”, describe. Ángel, más irónico, la define como “especial”. “Me meten en un sala en la planta superior sin ventilación. En el tiempo que estuve allí, llegamos a ser nueve personas”, relata Belén. Ángel contó en total cuatro personas, incluidos sus dos hijos adolescentes.
Pero “suben como máximo 3”, dicen fuentes de la gestión de la clínica sorprendidos de la llamada de este diario. “No tenemos constancia de ninguna queja”, aseveran. Eso sí, reconocen que “la sala de arriba es interior y no cuenta con ventilación”.
Ante el “hacinamiento” descrito, Belén bajó a recepción a quejarse. “A las muchachas se les caía la cara de vergüenza, pero no les quedaba otra”, dice. Esta usuaria llamó a la Policía para denunciar una práctica que también vivió Natalia Núñez: “La señora que me ha hecho [la prueba de antígenos] ha sido un encanto y muy cuidadosa, pero en una habitación minúscula y sin ningún tipo de ventilación”, escribía en una reseña de la clínica en Internet hace un mes.
Desde la clínica se reitera que tanto las instalaciones como el personal cumplen con “todos los protocolos” higiénico-sanitarios.
Al contado
La clínica, en el centro de Sevilla, realiza distintas pruebas diagnósticas de Covid-19: tests de antígenos a un precio de 45 euros y test rápidos de anticuerpos a 39 euros. En este establecimiento, donde no se oferta la prueba PCR y la más fiable, no es necesaria la cita previa. Y hay que pagar en efectivo.
“Lo que he visto ha sido alucinante. Allí había dinero a espuertas. ¡Cuántos billetes de 50€!”, subraya Belén. “Fui a hacerme un test de COVID y no me dejan pagar con tarjeta. No me dan factura. Me dan un recibo a mano... Me pareció fatal. ¿Es fiable? ¿Está autorizado?”, cuenta Gabi Sequera en un reseña de la clínica.
A este periodista, en una llamada realizada como usuario, también se le instó al pago en efectivo. Ante la imposibilidad de pagar con tarjeta, medida recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar el riesgo de contagio, a los clientes se les invita “a ir al cajero”, como explica Ángel: “La persona que iba detrás de mí usó el tiempo de espera para ir a sacar dinero”.
“Solicitamos el pago en efectivo por un tema de agilidad, pero no negamos el pago con tarjeta”, explican desde la clínica. En la propia recepción, un cartel informativo reza “PAGO EN EFECTIVO”. Una señora, en la mañana de este miércoles montó “un cirio”, según la gestión de la clínica, y finalmente se le facilitó el pago con tarjeta.
“Esto es un negocio para este tipo de clínicas y va en detrimento de los servicios públicos”, reflexiona Ángel, al que le parece “increíble” que este tipo de pruebas no sean facilitadas por la Seguridad Social.
Según los datos de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, las clínicas privadas de la comunidad autónoma realizaban, a finales de octubre, un millar de pruebas de coronavirus diarias, un 8% del total de estos tests. El resto fueron realizados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Pero en las últimas semanas, las pruebas por PCR se han incrementado un 35,5% hasta un total de 164.806 test. Mientras que los test de antígenos se han incrementado en Andalucía de octubre a diciembre un 188% y ya suman 68.586.
La Junta desconoce si se ha cursado alguna queja formal por la actuación de la clínica.