Un año después de su reapertura, el Hospital Militar Vigil de Quiñones de Sevilla vuelve a estar en el centro de la polémica. El centro hospitalario, que está adscrito al Virgen del Rocío de la capital hispalense, estrenará el próximo 1 marzo una planta dedicada a los lesionados medulares. Un proyecto que ya anunció la Consejería de Salud a comienzos de febrero y que no había tenido una fecha concreta de inicio hasta ahora. Sin embargo, los sindicatos denuncian que esta unidad va a empezar a funcionar sin tener personal contratado. Desde el Servicio Andaluz de Salud (SAS) les aseguran que “están en ello” cuando apenas restan horas para el estreno.
El asunto tiene su origen en el pasado 2 de febrero. Aquel día, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, acompañado del consejero de Salud, Jesús Aguirre y de otras autoridades como el gerente del SAS, Miguel Ángel Guzmán, visitaron el Hospital Militar hispalense para anunciar que en las siguientes semanas se adecuarían la séptima, la octava y la novena planta del edificio para incluir diferentes especialidades y dotar a la sanidad sevillana de mejores medios. La séptima estará dedicada a Medicina Interna, la octava a respiratorio crítico y la novena a lesionados medulares. Esta última, que tendrá un área con 20 camas y otra para rehabilitación, es sobre la que se albergan la mayoría de las dudas ahora mismo porque es la que se estrenará el 1 de marzo sin que se sepa qué trabajadores habrá.
La historia reciente del Hospital Militar de Sevilla no invita precisamente al optimismo en cuanto al futuro de esta nueva unidad de lesionados medulares. No invita porque el centro hospitalario fue reabierto hace ahora un año después de estar 17 clausurado y carece de personal estable. Abrió sus puertas como “hospital de emergencias Covid-19”, lo que generó controversia entre el sector sanitario que comparó este proyecto con la construcción para los mismos fines del Hospital Zendal de la Comunidad de Madrid. Desde su reapertura, además de la inevitable comparación, se han producido dos hechos relacionados entre sí.
Depender del Virgen del Rocío
El primero es que el centro hospitalario depende directamente del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, por lo que carece de gerencia propia y ambos se administran desde el mismo lugar. Teniendo en cuenta que el Virgen del Rocío tiene un área de influencia de más de medio millón de habitantes y que cuenta con una plantilla superior a los 8.000 efectivos, la gestión del Hospital Militar se complica, según reconocen fuentes del sector sanitario a elDiario.es Andalucía. Precisamente por estas dificultades y por la falta de personal que sufre el SAS, el Hospital Militar no ha tenido plantilla fija en ningún momento. Un problema que se agrava ahora que la pandemia de la Covid-19 tiene que dejar paso a otro tipo de especialidades.
Según explica María José Bernabé, sindicalista de UGT en el Hospital Virgen del Rocío, “toda la plantilla del Hospital Militar es eventual”. “Al principio, pidieron personal interino y voluntarios para abrir la UCI y después las plazas de Covid. Pero se fue una plantilla que estaba trabajando en el Virgen del Rocío porque no se podía abrir con personal eventual. Desde entonces, los contratos que se hacen son de 3 o 6 meses”. O lo que es lo mismo, la plantilla de este centro hospitalario “carece de continuidad”. Una realidad que hace que los sindicatos sean pesimistas con respecto a la apertura de la planta dedicada a los lesionados medulares.
“Nos han comunicado que se abrirá entre 1 o el 2 de marzo con 16 pacientes procedentes del Hospital San Juan de Dios de Bormujos”, cuenta Bernabé. Sin embargo, fuentes de la gerencia del hospital y del propio SAS no han sabido aclararles cuál será la dotación de personal y no solo de sanitarios, sino también de administrativos, vigilantes de seguridad o incluso cocineros. No hay nombres y apellidos para esas plazas. “Tienen apenas horas para contratar y a día 23 ni siquiera había autorización del SAS para hacerlo. No entendemos con qué plantilla van a abrir la novena planta”.
Malestar sectorial
“Venden la burra de que van a abrir la planta y de que van a traer pacientes, pero no hay plantilla y tienen que buscarlos en bolsa sin saber si hay personal porque no solo son sanitarios, sino todos los trabajadores que forman parte de estas unidades”, dice la portavoz de UGT. Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico de Sevilla estima que este escenario es la consecuencia de haber dejado la gerencia del Hospital Militar en manos del Virgen del Rocío para “dotarlo a través de las plantillas del otro centro en lugar de dotarlo de su propio personal”. “No estamos de acuerdo en la forma en la que se está haciendo”. Al respecto, en UGT temen que esta situación acabe en una “privatización encubierta” del personal porque sospechan que parte de los trabajadores que puedan llegar al hospital lo hagan desde el centro hospitalario concertado de San Juan de Dios.
Aunque estos sanitarios están adscritos al SAS, no son personal estatutario, sino que son laborales. “El Hospital Militar es y debe ser a todos los efectos un hospital público”, recalca Ojeda. Si no fuese así, desde el Sindicato Médico se opondrían frontalmente. “Nosotros somos firmes defensores de la sanidad pública, aunque en este momento no hay nada que a nosotros nos sugiera que se esté produciendo una privatización encubierta”. No obstante, la falta de información es tal que ninguno de los sindicatos tiene datos sobre los empleados que cubrirán la planta de lesionados medulares desde marzo. Para José Sánchez, del Sindicato de Enfermería SATSE, lo que está ocurriendo de nuevo es un proceso de “desinformación” e “improvisación”. “No se ha informado nada sobre plantilla que tendrá el hospital y ni de dónde saldrá”.
En esa línea y con los mismos argumentos que comparten en UGT y CSIF, el portavoz de sanidad en CCOO Sevilla, Juan José Limones, lamenta que el SAS haya adoptado la costumbre de no dar datos al sector sobre sus planes. No obstante, sí aclara que el personal que se traslada del Hospital San Juan de Dios “no son laborales, sino que son médicos rehabilitadores y fisioterapeutas que eran trabajadores del SAS”. Que se sepa, hay varios trabajadores que sí estaban contratados y que, en principio, no irán a parar al Hospital Militar de Sevilla, pero fuentes sanitarias no lo descartan rotundamente. “El SAS no tiene en cuenta a los representantes laborales de los trabajadores y nos mantiene desinformados”. Del mismo modo, este medio se ha puesto en contacto con Salud para obtener su versión sobre esta polémica sin que haya habido respuesta.