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El Cortijo de Cuarto entraña un espacio natural de 135 hectáreas ubicado en el barrio sevillano de Bellavista. Se trata de una zona de “gran riqueza ambiental y biodiversidad”, según los ecologistas, y de enorme “valor sentimental” para los vecinos, que se refugian entre sus alcornoques, pinos y encinas para escapar “de tanto bullicio”. Todo ello explica que el proyecto de la Diputación de Sevilla de construir 5.000 viviendas en este enclave –entre el barrio sevillano de Bellavista y la laguna de Fuente del Rey, en el término municipal de Dos Hermanas– haya causado rechazo entre residentes del barrio, que se han organizado en torno a un movimiento vecinal en defensa del que consideran el principal “pulmón verde del sur de la ciudad”.
Con el objetivo de “salvar el espacio verde del Cortijo de Cuarto”, la asociación que lidera la oposición vecinal a la urbanización del Cortijo ha convocado una manifestación para este jueves a las 19:30 h por las calles de Bellavista. “Estamos preocupados porque vemos que nos vamos a quedar sin la última zona en el sur de Sevilla con posibilidad de convertirse en un gran parque forestal”, explica a este diario David Rodríguez, coordinador de la organización convocante.
En estos terrenos propiedad de la Diputación, la institución provincial tiene previsto construir “el gran barrio joven” de la capital, destinando más del 50% de la construcción a vivienda pública (2.870 de las 5.551 viviendas proyectadas). Aunque el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, ha asegurado que ese proyecto de urbanización lo completará “un gran pulmón verde”, los vecinos se preguntan si puede ser sostenible construir sobre un espacio natural. Y desde las 50 entidades medioambientales, sociales y vecinales que respaldan la protesta convocada para este jueves responden: “No, no lo es”.
Además del problema medioambiental que, según la asociación, implicaría “destruir el actual pulmón verde”, el movimiento vecinal pone el foco en el “problema de movilidad” que podría generar urbanizar la zona. Para la asociación convocante, la construcción de más de 5.500 viviendas en este enclave “saturará aún más” lo que ellos mismos catalogan como “el territorio más tensionado del área metropolitana por el desarrollo de numerosas urbanizaciones”, en alusión a proyectos que están en marcha en Isla Natura, Avenida de Jerez, Cuarteles y El Pítamo. Barrios “sin infraestructuras y red viaria suficiente para dar salida a los ciudadanos de la zona sur del área metropolitana de Sevilla”, denuncian.
De ahí que la asociación Espacio Verde de Cortjio de Cuarto alerte del “colapso que van a tener los habitantes de Bellavista para incorporarse al centro de la capital”. “La barriada ya está empobrecida a nivel de centros de salud y otros servicios, nos tienen abandonados”, sostiene el coordinador del colectivo que recoge el malestar vecinal que ha suscitado el anuncio de un nuevo barrio.
La Diputación defiende nuevas “conexiones”
No obstante, el proyecto de la institución provincial contempla fomentar las conexiones en el futuro barrio, sosteniendo que “el objetivo principal que se persigue en el modelo urbanístico para Quarto es el de mejorar la calidad de vida a la gente, con una fuerte presencia de la intermodalidad, conectando Palmas Altas, el Pítamo, Dos Hermanas y Bellavista”. En ese sentido, la Diputación promete que habrá “175.608 metros destinados a dotación de infraestructuras sanitarias, educativas y culturales; y un gran pulmón verde de 584.052 metros cuadrados de espacios libres”.
“Habrá también un eje de conexión de los barrios Norte y Sur dentro de Quarto, con un parque central y varias estaciones de Metro, además de una red de carriles bici”, explican desde la Diputación sevillana, garantizando que “el futuro barrio de Quarto supondrá el pleno desarrollo urbanístico de la ciudad de Sevilla que se contempla en su Plan General para el crecimiento de la ciudad por la zona Sur”.
El pasado mes de junio, la institución provincial empezó a dar los primeros pasos técnicos para poner en marcha el nuevo barrio. Y su presidente avanzó que “el siguiente paso ahora pasa por una licitación cuya cuantía asciende a más de medio millón de euros para el despliegue de los trabajos técnicos de diagnóstico”.
Otro de los aspectos controvertidos del proyecto es el carácter inundable del Cortijo de Cuarto, por ser zona de afluencia directa al río Guadaira. Los vecinos de los barrios colindantes aseguran que son suelos susceptibles de inundaciones – “eso ha sido un charco de toda la vida”, afirman–, pero la Diputación de Sevilla aseguran que los terrenos públicos de Cortijo de Cuarto no figuran en el mapa del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Por esta razón, Javier Fernández insiste en diferenciar los suelos donde su institución prevé promover un nuevo barrio y los de la dehesa de Tablada, propiedad de un conglomerado empresarial y calificados como suelo no urbanizable de especial protección por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2006, donde el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ya ha desechado su idea de ocupar parte de este espacio con pisos, tras el aterrador impacto de la DANA en Valencia.
Por eso, el mandatario provincial ha defendido que los suelos de Cortijo de Cuarto “no tienen nada que ver con Tablada, que es inundable y no reúne ninguno de los requisitos para construir viviendas”. Y ha señalado que los de titularidad provincial cuentan con “todos los parabienes del PGOU”, asegurando que en la fase de “desarrollo documental” del proyecto urbanístico del futuro barrio mediarán “todos los informes oportunos de inundabilidad y de cualquier otra cuestión”, para que la iniciativa goce “de todas las garantías”.
Aunque Fernández ha manifestado su deseo de promover el barrio desde el “consenso vecinal”, el temor de los vecinos de la zona por el impacto medioambiental y de movilidad que puede acarrear los ha llevado a convocar una manifestación para este jueves, después de aplazar la que tenían prevista para el pasado día 30 de octubre por los efectos de la DANA.
Como acto de protesta, marcharán desde el centro cívico de Bellavista, situado en la calle Asensio, hasta la plaza Pepe Moreno, donde se leerá su manifiesto, “avalado por 50 entidades, asociaciones vecinales y medioambientales, empresas, grupos políticos y comercios del barrio de Bellavista, Bermejales, Dos Hermanas, Los Palacios y Utrera, entre otros”.
Manifiesto en el que la organización muestra su oposición al proyecto y propone, en su lugar, la creación de un parque forestal, “inexistente como tal en la zona sur sevillana, con características propias, pero similar al del Alamillo en la zona norte u Oromana en Alcalá de Guadaíra”.
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