Son las 10.35 horas y por el carril bici de la calle José Laguillo circula en patinete eléctrico Kevin, un estadounidense de 26 años que lleva tres meses en Sevilla y estudia en la Universidad de Sevilla. Para sus desplazamientos alquila habitualmente este tipo de vehículo de movilidad personal, que le resulta muy cómodo. Seguramente también suela hacerlo llevando auriculares, como los que lleva puestos este martes, una infracción leve que la nueva ordenanza municipal que regula el uso de estos dispositivos en Sevilla sanciona con entre 50 y 100 euros de multa. Admite que no conoce que entra en vigor una nueva norma y nos agradece la advertencia de que puede ser multado circulando de ese modo.
No lejos de donde dejamos a Kevin, en la Ronda Histórica a la altura de María Auxiliadora, nos encontramos a Marta, sevillana, también de 26 años. Estudia y trabaja, y puntualmente –nos dice- ha cogido un patinete eléctrico de los de alquiler. De oídas sabía que “había alguna novedad con el tema de los patinetes” en Sevilla, pero desconoce que circula en un vehículo que tiene 300 vatios de potencia (por encima de la permitida en la ordenanza: 250w).
En la Estación de Santa Justa coincidimos con Carlos, un joven maestro de Educación Física que trabaja en un céntrico colegio de la capital hispalense, aunque viene de lejos. Cada día se monta en el AVE en Córdoba y llega a Sevilla con su patinete particular. No sabe decirnos lo que pesa su dispositivo ni la potencia que tiene. Ignora la entrada en vigor de la nueva normativa para ordenar la circulación de estos vehículos en Sevilla y las especificidades técnicas que establece para estos dispositivos. Le decimos que, a partir de este martes, será mejor que no circule en patinete directamente nada más salir de la estación, ya que se expone a una sanción tipificada como grave, de entre 101 y 200 euros, por circular con su patinete por una zona peatonal.
Otra persona con la que hablamos y que tiene patinete propio es Carmen, una joven sevillana que lo adquirió hace un mes aproximadamente y lo utiliza fundamentalmente para sus desplazamientos al trabajo. Charlamos con ella junto al carril bici que bordea la estación de Santa Justa: “No lo compré con sillín porque en la tienda me lo desaconsejaron –cuenta-. Aunque a mí me parecía más cómodo, me dijeron que los que llevan sillín no iban a servir en Sevilla”. La orientaron bien, porque la ordenanza no permite circular por el carril bici a patinetes eléctricos que lleven sillín. En cuanto a otras características, como peso y potencia, se va con la duda de si su vehículo de movilidad personal será apto para ir por el carril bici sevillano, aunque cree que sí.
“De facto, están prohibidos los patinetes de alquiler”
El Ayuntamiento de Sevilla asegura que ha llevado a cabo una campaña informativa –a través de redes sociales y medios de comunicación- durante los últimos cinco meses para ilustrar a la ciudadanía sobre el contenido de la nueva ordenaza, según han informado fuentes del Consistorio, que consideran habitual que haya cierta falta de conocimiento entre la ciudadanía, como ocurre al comienzo de la aplicación de cualquier normativa –indican-.
Lo cierto es que la nueva ordenanza, que pretende armonizar el uso de los patinetes eléctricos haciéndolos compatible fundamentalmente con peatones y bicicleta, ha arrancado este 5 de noviembre con polémica, por el rechazo del colectivo de usuarios agrupados en la Asociación para la movilidad personal ecológica de Sevilla (AMPES) y de las empresas que se dedican en la capital hispalense al alquiler de estos dispositivos, que se integran en la Asociación Española de Economía Digital (Adigital).
Desde la plataforma Adigital se lamenta la “situación de inseguridad jurídica” que, a su juicio, provoca la nueva norma que, de facto, prohíbe la circulación de todos los patinetes de alquiler.
Una de estas empresas de alquiler de patinetes, Lime –que dice tener más de 25.000 usuarios en la capital hispalense-, ha hecho público un comunicado en el que critica que la nueva norma genera “incertidumbre” e ignora la creciente demanda de los usuarios, si bien muestra su disposición a colaborar con el Consistorio, informa Europa Press.
Los patinetes de alquiler no cumplen la norma
De hecho, el propio delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, ha reconocido –en declaraciones a Onda Cero- que la circulación por el carril bici de todos los patinetes de las dos empresas de alquiler que operan en la ciudad (Lime y Bird) está prohibida desde este martes, al no ceñirse a las especificidades que establece la ordenanza.
“El problema no lo han enfocado bien las empresas”, ha dicho Cabrera, que ha estimado que dichas firmas han procedido “sin diálogo ni autorizaciones previas, invadiendo todas las zonas peatonales y las aceras”, a través de una “explotación comercial si autorización y sin pagar tasas”. Asimismo, ha indicado que el Consistorio está abierto a regular la actividad que desarrollan estas empresas y que habrá que determinar en dicha regulación “el número de patinetes que puede acoger esta ciudad”. En cuanto a las zonas habilitadas que el Ayuntamiento se comprometió a poner en marcha para el aparcamiento de estos vehículos, y que no están operativas, el delegado municipal ha señalado que su departamento trabaja ya con el de Urbanismo para este fin.
Por su parte, desde AMPES consideran “ilógicas las limitaciones que impone la ordenanza, tanto en cuanto a peso como a potencia”, porque los patinetes que se fabrican en la actualidad superan todos dichos topes, ha explicado Eduardo García, portavoz de dicha asociación de usuarios.
La ordenanza municipal que se ha estrenado este martes permite la circulación por el carril bici de patinetes eléctricos sin sillín, de hasta 15 kilogramos de peso y potencia no superior a 250 vatios. Dichos dispositivos están autorizados a ir por los carriles bicis, por vías de limitación 20 y 30, y por el resto de vías que tengan un carril por sentido y que estén limitadas a 30 kilómetros por hora que no tengan carriles bici, excepto las peatonales.
Para el Gobierno municipal la ordenanza y las estipulaciones técnicas que contiene dan más garantías a todos los usuarios del carril bici y redundan en mayor seguridad en la movilidad de la ciudad. Por contra, para AMPES y para las empresas de alquiler es la seguridad lo que precisamente se cercena impidiendo la circulación de vehículos de movilidad personal más seguros, con mayor capacidad de respuesta y más estables.
Balance prematuro
De momento, cuando no han transcurrido ni 24 horas desde su entrada en vigor, parece prematuro hacer balance, más allá del rechazo a la norma de los citados sectores, directamente vinculados con el patinete eléctrico. A partir de ahora, se plantean algunas incógnitas en cuanto a si la aplicación de la norma será estricta o bien se dará cierto margen. El tiempo dará perspectiva y más aún en un ámbito en el que, por lo novedoso que es, no existen soluciones definitivas.