El Ayuntamiento de Sevilla ha destinado 97 millones de euros a lo que denomina “escudo social”, una parte del presupuesto de 2021 encaminada, entre otras cosas, a paliar los efectos que la tercera ola de la pandemia de la Covid puede acarrear para los más vulnerables en la capital andaluza.
Unos datos que ha puesto sobre la mesa el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, junto al presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Sevilla, Agustín Vidal-Aragón, que han visitado este viernes las nuevas instalaciones (2.650 metros cuadrados con varias naves y oficinas) cedidas a la entidad en el complejo de Mercasevilla, y desde las que centraliza toda su labor de recepción de alimentos donados, su clasificación y la posterior distribución entre las casi 300 entidades sociales de la provincia a las que suministra.
Espadas ha señalado que el Ayuntamiento cuenta con una amplia cobertura de garantía alimentaria, entre ella el programa de subvenciones Sevilla Solidaria con 665.000 euros para comedores y catering sociales destinados a familias en riesgo de exclusión social para el año 2021 y que reforzarán el dispositivo municipal de garantía alimentaria por la crisis de la COVID-19.
Desde que se desatara la pandemia, el alcalde ha señalado que el Consistorio hispalense ha aprobado dos contratos adicionales de garantía alimentaria con un presupuesto de 5 millones de euros para tratar de paliar las necesidades de familias que se han quedado sin el recurso básico de la alimentación por el crecimiento del desempleo, y se ha reforzado la colaboración con ONG y entidades sociales.
Distintas partidas
En el proyecto de Presupuesto para 2021, las medidas que conforman el escudo social municipal dotado con los citados 97 millones de euros se reparten entre Bienestar Social (con 80 millones) y Empleo (17 millones), según ha desgranado el alcalde durante la visita a las instalaciones del Banco de Alimentos en Mercasevilla.
Como acción más inmediata ha habido que afrontar la campaña de frío, intensificada desde hace unos días pero activada desde mediados de noviembre, que se desarrolla a través del área de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social y en coordinación con las 25 entidades sociales y religiosas que conforman la Mesa Estratégica de Personas Sin Hogar.
Las 547 plazas activas suponen alrededor del medio centenar más respecto a las existentes el pasado año, fijadas en 498 plazas y que ya suponían un incremento del diez por ciento a 2018, y se encuentran entre los centros propios del Ayuntamiento de Sevilla para personas sin hogar y conveniados con entidades sociales y religiosas, donde se ofertan 78 plazas --68 durante toda la campaña y diez adicionales durante los periodos calificados como olas de frío.
Se trata de plazas de alojamiento en centros denominados de baja exigencia, es decir, sin requisitos de acceso previo para los usuarios. Se les unen las ofertadas en hostales, que suman 68 y que permiten además diversificar geográficamente la atención a las personas sin hogar. Este número también se puede incrementar en caso de ser necesario por razones climatológicas. En conjunto, 146 plazas.
Refuerzo al Banco de Alimentos
Todo ello se ha destacado durante la visita a unas instalaciones cedidas al Banco de Alimentos en Mercasevilla, en la que Espadas ha enfatizado que “estamos ante una crisis social, económica y laboral muy importante debido a la COVID-19 y necesitamos de la solidaridad y de la capacidad organizativa, logística y de gestión tan profesional de instituciones como el Banco de Alimentos”.
Las nuevas instalaciones en Mercasevilla son fundamentales para este trabajo porque, además, permiten planificar la garantía alimentaria para las familias necesitadas de la ciudad y de la provincia, según Espadas, que ha agradecido la labor de todo el equipo de voluntarios del Banco de Alimentos, al de Mercasevilla, al de resto de áreas municipales que colaboran, como Bienestar Social, Economía y Emasesa, y, en general, a la sociedad sevillana por el “gran éxito de la reciente e histórica” campaña virtual ‘La Gran Recogida de Alimentos’.
Esta campaña impulsada por el Banco de Alimentos en el actual contexto de pandemia –además de las donaciones de productos, se podían realizar aportaciones en las cajas de los supermercados, vía bizum, donaciones directas, etc.– partía con una previsión de 800.000 kilos. Sin embargo, se han alcanzado los 1,5 millones de kilos, tres veces más que la cantidad de 2019. “Con ello, la provincia y la ciudad están entre las más solidarias del país”, según han destacado tanto Juan Espadas como Agustín Vidal-Aragón.
Si se agregan los datos de la tradicional campaña de primavera –la denominada ‘Operación Kilo Primavera’–, la cuantía se eleva a 2,2 millones de kilos. Y si se suma toda la labor del año 2020, a falta de las cifras definitivas del mes de diciembre, desde Mercasevilla, donde la entidad tiene las mayores instalaciones que posee en la Red de Mercas de toda España, el Banco de Alimentos gestionó más de 7 millones de kilos para unas 50.000 personas.