Todo el mundo da por hecho que 2022 volverá a ser un año más parecido a la normalidad preCovid, lo que en el caso de una ciudad como Sevilla implica que volverán sus dos fiestas mayores, la Semana Santa y la Feria de Abril. Y si la primera cuenta siempre con dos días festivos, Jueves y Viernes Santo, el año que viene la Feria no será menos porque disfrutará también de dos jornadas no laborables, el lunes y el miércoles. De esta manera, el reencuentro de la ciudad con la fiesta será a lo grande con un macropuente, siempre y cuando (como parece a fecha de hoy) las circunstancias sanitarias permitan recuperar un evento de esta magnitud.
Así lo ha decidido el Ayuntamiento de Sevilla al mantener como festivo local el miércoles de la semana de farolillos, como es tradicional en los últimos años, pese a que en 2022 también el lunes no será laborable al pasarse a ese día la festividad del Primero de Mayo, que cae en domingo. Esa es la propuesta que el Gobierno municipal (PSOE) ha aprobado en el pleno de este jueves gracias al apoyo de Adelante Sevilla, mientras que PP, Cs y Vox han insistido en recuperar como festivo el 30 de mayo por el día de San Fernando, patrón de la capital.
La Feria del año que viene se desarrollará entre los sábados 30 de abril y 7 de mayo, lo que implica que técnicamente empezará el 1 de mayo, ya que el alumbrado se produce a medianoche. Está por ver si, como se ha hecho otros años, se adelanta una hora el arranque oficial, a las 23 horas, para que así formalmente la fiesta dé inicio en el mes que le da nombre. No obstante, a lo que se le da prioridad es a que tienen que transcurrir dos semanas entre Semana Santa y Feria, para que así los servicios municipales tengan un margen de maniobra, un criterio que se incluyó en la ordenanza y que respaldó que en 2019 se desarrollase entre el 4 y el 11 de mayo.
El delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, asegura que la propuesta del gobierno local “sigue en la línea que ha mantenido en los últimos años de ofrecer la posibilidad a los sevillanos y sevillanas de disponer de un festivo local en la Feria de Abril, ya que nuestra ciudad no contaba hasta ahora con ello lo que, sin duda, era una anomalía respecto a la mayoría de municipios de nuestro país”. De hecho, el miércoles de farolillos es festivo local desde 2002, siempre a cambio del día de San Fernando, ya que la otra fecha que se mantiene inalterable es la del Corpus, que el año que viene es el 16 de junio.
Cabrera ha incidido en que el festivo en Feria “es una medida que posibilita la conciliación familiar a la hora de disfrutar de esta fiesta que, si las circunstancias sanitarias permiten su celebración, será muy esperada el próximo año. Es, además, una medida que puede contribuir a la recuperación económica de la ciudad y cuyo éxito se ha demostrado en los últimos años con la gran afluencia de público que acude al Real durante esta jornada”.
Que haya una jornada festiva durante la Feria es una cuestión obligatoria desde 2017, después de que el año anterior se aprobase esta cuestión en un referéndum popular en el que también se modificaron los días de celebración, de sábado a sábado en vez del histórico de lunes a domingo. Por cierto, ese 2017 el Primero de Mayo también coincidió con los días de farolillos y se mantuvo como única jornada no laborable, ya que el festivo local se trasladó al 30 de mayo.
Y precisamente la reclamación de recuperar como festivo local el día de San Fernando ha sido coincidente en PP, Cs y Vox, que han insistido en que en esta ocasión “no hay justificación” para que no sea así al contar ya la Feria con un día festivo. PP y Cs han incidido en la particularidad de 2022, aunque la exigencia de Vox es que el 30 de mayo sea siempre festivo en Sevilla. Los dos ediles de la formación de ultraderecha han usado en el pleno mascarillas con la recreación de la estatua de San Fernando en la Plaza Nueva y han denunciado la “rareza” de que no se celebre el día del patrón y “el ninguneo sistemático a San Fernando”, tras lo cual apuntan a que se esconde “una justificación ideológica”.
Al margen de que la ciudad se reencontrará con la Feria con enormes ganas el año que viene, lo cierto es que se trata de uno de los eventos más importantes para Sevilla desde el punto de vista económico. En 2019, último año en el que se pudo celebrar, el gobierno municipal calculó su impacto en casi 900 millones de euros, lo que supone un 3% del Producto Interior Bruto (PIB) de la ciudad, teniendo en cuenta su atractivo turístico y unas ramificaciones que van mucho más allá de los días en sí de farolillos.
Su celebración tiene tal repercusión que este año, segundo sin Feria de Abril por la Covid19, el Ayuntamiento preparó algunos eventos para intentar aliviar económicamente a algunos de estos sectores, como el de la moda flamenca, además de replicar la decoración del Real en la plaza de San Francisco. Esto generó malentendidos incluso con la Junta de Andalucía, que llegó a lamentar que se hubiese invitado a la gente a concentrarse en las calles para bailar, por lo que al final varios de estos actos fueron suspendidos cuando la tasa Covid volvió a crecer. Lo que sí se salvó fue una pequeña versión de la Calle del Infierno reconvertida en parque de atracciones, un modelo que posteriormente se ha exportado a otras ciudades andaluzas.
La Feria de Abril, cuya primera edición se celebró en 1847, sólo tenía un precedente de suspensión: entre 1937 y 1939, en plena Guerra Civil. A la recuperación de esta fiesta se unía este miércoles la de otro importante evento en Sevilla, la celebración de la maratón, que regresará el próximo 20 de febrero de 2022.
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