Los trabajadores de la empresa de mecanizados aeronáuticos Grupo Sevilla Control (GSC) han convocado una huelga de carácter indefinido desde este pasado lunes 2 de octubre, a partir de las 07.00 horas.
Llevan dos días de huelga. Alrededor de 60 integrantes de la entidad se han presentado de nuevo a primera hora de la mañana a las puertas de la empresa, situada en el Polígono Industrial Calonge. La plantilla total la conforman 140 trabajadores. Con pancartas que rezan “Por nuestros derechos, venceremos” o “¡Ni recortes… ni salarios congelados! Basta de engaños” manifestaban su disgusto por la situación. Una medida se ha tomado tras rechazar la empresa una reunión con la sección sindical de CNT y sus asesores. “Desde abril les hemos mandado burofaxes, pero no hemos recibido ninguna contestación”, comenta otro de los empleados.
Tambor y megafonía, y banderines de la sección sindical de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la cual se constituyó dentro de GSC el pasado mes de abril. Hasta entonces, no tenían representación sindical alguna: “No hay más sindicatos, sino que se formó esta sección ante la libre actuación de la empresa sobre los empleados y constantes engaños y artimañas”, comenta uno de los presentes en la protesta.
Las jornadas ha transcurrido con normalidad, pero los compañeros que se encontraban en la zona han recordado lo que sucedió el lunes, cuando hubo presencia policial mientras los miembros del comité de huelga accedían a las instalaciones. El fin último era el de comprobar que no se estaban supliendo los puestos de trabajo. “Cuando estábamos dentro, el gerente de la empresa apareció junto a la policía nacional para alegar que nos encontrábamos dentro de una propiedad privada”, dice uno de integrantes de GSC, quien ha preferido no dar su nombre.
Ante este desencuentro, todos ellos presentaron sus respectivos documentos oficiales, lo cual “nos permite el acceso y legitimidad para ver que no se esté incumpliendo, ni vulnerando las condiciones de la huelga”, añade este mismo. Aun así, la policía los identificó y después, los empleados abandonaron el edificio. “Todo ello ya se ha elevado a la sección sindical y puesta la pertinente denuncia a la inspección de trabajo”, remata.
El Grupo Sevilla Control es una empresa especializada en gestionar de forma integral la fabricación de estructuras y componentes aeronáuticos, siendo sus principales clientes las aeronáuticas Alestis y Airbus.
El descontento de la plantilla viene dado por la congelación de salarios, el incumplimiento del convenio colectivo en materia de categorías profesionales y pérdidas progresivas de derechos adquiridos. “Desde 2018 sigo con el mismo sueldo, al igual que mis compañeros”, reconoce uno de los trabajadores. Él manifiesta que “teníamos la remuneración por encima del convenio, pero en estos últimos años ha subido bastante el convenio y nos lo han quitado por completo. Esto es inmoral y más con todo lo que ha subido la vida”. En la misma línea, “el tema de las categorías profesionales es un descontrol”.
En total desacuerdo está el director general de Grupo Sevilla Control, Juan Manuel Montaño, quien ha querido matizar a este medio que “los salarios no están congelados, nosotros aplicamos el convenio del metal y en los últimos años ha subido casi en un 17%”. Asimismo, añade que el “el 85% de los salarios están por encima de lo que marca el convenio”.
En el comunicado también recoge “que se recupere las retribuciones que se percibían por trabajo nocturno como mejora voluntaria”. Este “lo eliminó la empresa de manera unilateral hace dos años sin compensación”. Por lo que motivos no le ha faltado a una parte de la plantilla para clamar por sus derechos, los cuales siguen en la cuerda floja.
Continúa la huelga
El miércoles tuvo lugar una citación en la sede del Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (SERCLA), situada en el Polígono Hytasa, a partir de las 09.30 horas. La primera reunión que se da tras varios meses de intentos entre la empresa y trabajadores. De la reunión se ha salido sin acuerdo, ya que “se han negado a aceptar nuestras condiciones”, dice uno de los manifestantes. Por ello, “continuaremos haciendo ruido y manifestándonos por nuestros derechos porque nos vemos con fuerzas de seguir con esta lucha”, comentan en corrillos.
Todos los puntos a negociar se han puesto sobre la mesa, siendo solo el de reconocimiento de categorías profesionales el que casi llega a pactarse, según fuentes del sindicato. Los demás se han quedado a medio camino, como es el caso de los sueldos.
Mientras tanto, el tira y afloja sigue por ambas partes. Montaño matiza que “los operarios proponen que en caso de despido improcedente no se les reconozca este despido y sea ellos los que decidan si optar a la indemnización o a la readmisión de la empresa. Esto se antepone a la ley, por lo que no es negociable”. Incluso, sale al frente afirmando que “GSC nunca se ha negado a sentarse a hablar con ningún trabajador. Solo tenemos una comunicación por burofax por parte de la sección sindical y fue respondida en tiempo y forma”.
El seguimiento de la huelga está siendo por parte de los trabajadores del taller y parte de la oficina, quienes pertenecen a las secciones de fabricación, repaso de herramientas, programación y verificación.
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