Hasta 14 municipios de la provincia de Sevilla han empezado la semana con la imagen de sus vecinos con garrafas en las manos por las calles para poder tener agua potable en casa. El exceso de benceno que se ha detectado en los municipios controlados por la empresa ARECIAR ha hecho que esté prohibido beber agua del grifo, así como cocinar con ella.
Estos municipios son: Arahal, Cañada del Rosal, Morón de la Frontera, El Rubio, Fuentes de Andalucía, Herrera, La Campana, Puebla de Cazalla, Lantejuela, Marinaleda, Osuna, Paradas, Écija, Marchena y La Luisiana. Hasta las 17.00 horas de este lunes eran hasta 180.000 los habitantes afectados. A esa hora, la Junta declaró que los vecinos de La Luisiana ya podían abrir el grifo con tranquilidad.
Como pueden, con grandes dosis de paciencia, los vecinos de estas localidades de la Sierra Sur sevillana están o comprando agua en grandes cantidades o esperando que los camiones cisterna les llenen sus garrafas. Junto al silo de Herrera o en la Caseta Municipal de la feria de Paradas, la fotografía este lunes era la misma: colas, con separación, para tener agua en casa para beber y cocinar. Y resignación y humor incluso: “Ya solo me falta este año quedarme preñao”.
La frase de este hombre en la cola frente a la Caseta Municipal resume el hartazgo generalizado de este 2020 para muchas personas, que ahora incluso están viendo que no pueden abrir el grifo de sus casas sin arriesgarse a enfermar, pero que además no tienen claro estar bien informados: “cuando Marchena -a nueve kilómetros- se quedó sin agua potable el viernes estaba claro que íbamos a caer nosotros, pero hemos estado dos días más bebiendo agua y viene del mismo sitio”.
Y precisamente esa cercanía entre municipios provocó este lunes la imagen de gente que se saltaba el confinamiento perimetral en sus pueblos para acercarse al municipio vecino a por agua. Aunque parezca una imagen de otros tiempos y latitudes, las estanterías de algunas tiendas se quedaron sin botellas de agua, y algunas personas se arriesgaron a pagar 600 euros de multa para ir a buscar agua al pueblo más cercano. “Parecía una de esas películas que de pronto ves las ciudades colapsadas con gente huyendo porque vienen los marcianos en esas pelis de catástrofes. La gente paraba el coche en doble fila y se lo llevaba lleno de botellas en todos los huecos donde podía meter una”. La explicación que da el propietario de un supermercado es más que concluyente.
Una vecina de Herrera da en el clavo del asunto: “He dado cinco o seis viajes a la tienda, para mi casa, mis padres y algunos vecinos que son mayores y no pueden moverse, además que llevan confinados desde marzo y no se van a arriesgar a coger la covid para beber”. La cercanía de pueblos, entre ellos, como El Rubio, Marinaleda o Herrera ha hecho posible este éxodo de vecinos que no quieren que el líquido elemento les falte en ningún momento.
Este lunes, varios supermercados de la comarca han lanzado campañas de publicidad urgentes avisando de que abren este martes y de que tienen agua suficiente en lineales y almacén.
Dudas y quejas
Las dudas son las mismas en casi todas las personas a las que se consulta. Luego están las quejas, sobre la ubicación o los horarios de las cisternas o el acopio que se cree innecesario de decenas de botellas de agua potable en supermercados por parte de algunas personas. La mala cara de algunos vecinos cuando ven pasar un coche hasta arriba de botellas de agua o los comentarios en redes sociales muestran claramente que la tensión provocada por este asunto es la gota que le faltaba a 2020 para rebosar la paciencia de las personas.
El sábado por la tarde hubo una reunión de alcaldes y técnicos de la que salió la difusa decisión de emitir un comunicado el domingo por la mañana. Ese comunicado no aportaba detalles, y una hora después se prohibía el consumo en 12 pueblos que se sumaban a los tres que el viernes ya tenían los grifos cerrados: Écija, Marchena y La Luisiana.
¿Qué implica?
La declaración como agua no apta para el consumo humano significa que no puede ingerirse ni utilizarse para la elaboración de alimentos. Aunque sí puede usarse para higiene personal y limpieza doméstica.
La empresa gestora deberá comunicar a la población afectada la calificación del agua y los usos permitidos. Y deberá analizar diariamente este parámetro hasta que los valores vuelvan a los límites permitidos. También se ha instado a los ayuntamientos de la población afectada a informar a sus habitantes, y se ha trasladado a las empresas abastecedoras que deben proporcionar a la población afectada agua apta para el consumo en tanto se mantenga la actual calificación.
Y todo por culpa del benceno, conocido también como benzol, es un líquido incoloro de olor dulce que se encuentra en el aire, el agua y el suelo y proviene tanto de fuentes industriales como naturales, según la web Geosalud.
Los problemas del benzeno
La ingestión de alimentos o bebidas que contienen niveles altos de benceno puede producir vómitos, irritación del estómago, mareo, somnolencia, convulsiones, aceleración del latido del corazón, coma y la muerte, explica la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades.
A partir de ahora, la Consejería de Salud y Familias realizará controles hasta que el agua reúna todos los requisitos para volver a declararla apta para el consumo de la población.
Mientras tanto, toda ayuda es poca. Aqualia ha abastecido este lunes con camiones cisterna a los vecinos de los municipios sevillanos de Morón de la Frontera y de Fuentes de Andalucía. Esta empresa es la encargada de la gestión domiciliaria del agua en estos municipios. Esto es, que una empresa realiza tareas como las de depuración (ARE CIAR) y otra gestiona que llegue a las viviendas (Aqualia).
En el caso de Morón, estos camiones, de 25.000 litros cada uno, han estado en cuatro puntos distintos del municipio por la mañana y por la tarde. El agua que se suministra en ellos ha sido llevada del manantial Guadaíra del municipio. Así, de 10.30 a 14.00 horas ha estado en el Paseo de la Alameda, en el recinto ferial, y en las calles Borujas, Fuensanta y Navío, en la estación de autobuses. De 16.00 a 19.30 horas, el camión de la calle Borujas se trasladó a Lope de Vega, frente a Pabellón del Rancho.
Por su parte, en Fuentes de Andalucía, el camión, también de 25.000 litros, ha llevado el agua desde la potabilizadora de Palma del Río y ha estado de 10.30 a 14.00 horas y de 15.30 a 19.30 horas en el recinto ferial, en la esquina que une las calles Santa Cruz y Humildad.
Para cuántos días es viable mantener el consumo con camiones de este tipo, no se sabe. A este respecto, el Instituto Nacional de Estadística fija en 130 litros el consumo medio por habitante y día en España, y en 120 litros el consumo medio por habitante y día en Andalucía. Un estudio de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), AEAS en 2012 cifraba en 126 litros el consumo doméstico diario en España. Pero el grifo en casa se puede seguir usando para la higiene, de modo que la cisterna o la botella del supermercado se reserva para beber.
Al menos tres días más y sin causa clara
A la espera de saber la evolución diaria de los niveles de benceno en el agua, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha estimado este lunes que en tres días volverá a ser apta para el consumo humano, además de explicar que el aumento de la contaminación puede estar provocada por “unos filtros contaminados en la cabecera” y ha asegurado que “una vez que conozcamos la causa es cuestión de evitarla” por lo que estima que “en tres días posiblemente” se tengan cifras de “normalidad absoluta”.
Ha indicado que los técnicos están examinando los filtros de carbono activado y ha precisado que dichos filtros están “en la cabecera” por lo que los municipios más cercanos “son los primeros en los que empezó a subir la cifra y ya luego se vio que era algo general”.
En un primer momento, se apreció un aumento de Benceno a 1,5, una cifra “que no es grande ni peligrosa para la salud pero que está por encima de los parámetros”, según ha explicado Aguirre, que ha recordado que el jueves se dio orden desde su departamento para que no se empleara el agua para consumo humano en Marchena y La Luisiana “hasta que no llegara por debajo de 1”.
Posteriormente, “se vieron cifras un poquito aumentadas y se hizo demarcación en estos 15 municipios”, pero ha insistido en que espera que en “dos o tres días se normalicen y se levante la cautela”. “Así lo estamos hablando con las empresas externas”, ha indicado.
Preguntado sobre si supone un peligro para la población, el consejero de Salud ha afirmado que “son cifras de calidad” y que en el caso de que la cifra fuese diez veces superior entonces “podría ser nociva para la salud”. No obstante, por encima de 1 el agua no se debe consumir. Y en mitad de este baile de datos, los vecinos viven entre la confusión y las garrafas en mano.