“Después del éxito social y los logros de las tiendas de campaña Quechúa, no hemos dudado en abrir esta sección y lanzarnos a ocupar este nicho de mercado: la comunicación política.”
Así nos habla Ana María Yébenes, la joven y pujante jefa de marketing de Decatlon. Nos encontramos en uno de esos hangares llenos de arneses, forros polares y chándals crujientes (“se dice táctel”, nos apunta Ana María) perdidos en medio de un polígono al que nadie sin coche puede acceder pero donde las ofertas te llevan a convencer a cualquier familiar insensato para que te lleve. Este, en concreto, el Decatlon del Desierto de los Monegros, ha sido el primero en abrir la nueva sección Montando el Pollo: Comunicación Política, cuyo producto novedad estrella será Hands, la Cadena Humana. “Esta tienda es como un hub. Aquí, en los Monegros, probamos los productos más arriesgados que después recorren todos los puntos de venta del resto del estado”.
En el briefing de esta nueva línea de productos, Decatlon defiende la necesidad de una renovación en la comunicación política. “¿Quién quiere ya manifiestos, cartas abiertas, manifestaciones unidireccionales o recogida de firmas? Nah, to eso es taaan 2010. La nuevas expresiones de malestar han de pasar necesariamente por lo performativo: ser alegres pero combativas, sin líderes, callejeras, frescas... ¿Y quién mejor que Decathlon para ayudarte? Para ello abrimos Montando el Pollo, nuestra nueva línea de productos especializados”.
El texto continúa: “La Cadena Humana Hands se monta y se desmonta en un pispás. Es portátil y nunca te deja tirado. Con ella te ahorras la incertidumbre y los nervios de última hora. ¿Seremos cuatro gatos o lo petaremos? Aquí nadie se raja por la lluvia o un cumpleaños. Nuestra cadena humana responde. Puedes llamar a prensa y comprometer al famoseo con toda la tranquilidad”. Al parecer, la empresa está tirando de parados para asegurarse el suministro de Cadenas Humanas, cuya demanda va in crescendo desde el éxito del pasado 11 de Septiembre. “Gracias a Hands, la afluencia masiva a todo tipo de eventos está asegurada. La crítica y la horizontalidad pasan a un segundo plano: lo importante es salir y permanecer en el sitio asignado el tiempo x”.
Algunos grupos radicales han acusado a la firma de gentrificar y desactivar los modos de uso y formas del 15M y otros procedimientos de la inteligencia colectiva. A lo que ellos han respondido: “Te hemos llenado el evento, ¿no? ¿Has salido en prensa, tele, radio? Pues ya está, las ideas no son de nadie y encima estamos dando trabajo a mucha gente desocupada”.
La empresa tiene confianza ciega en este producto. La jefa de marketing nos despide con un guiño malicioso en la puerta de la tienda de los Monegros: “¿Quién os dice que lo de ayer en Cataluña no fue la campaña de presentación y product placement más efectiva y viral de toda la historia de la Publicidad Política?product placement”.
Si Don Draper existiera, aplaudiría gustoso y se tomaría un güsquito a la salud de la idea.
“Después del éxito social y los logros de las tiendas de campaña Quechúa, no hemos dudado en abrir esta sección y lanzarnos a ocupar este nicho de mercado: la comunicación política.”
Así nos habla Ana María Yébenes, la joven y pujante jefa de marketing de Decatlon. Nos encontramos en uno de esos hangares llenos de arneses, forros polares y chándals crujientes (“se dice táctel”, nos apunta Ana María) perdidos en medio de un polígono al que nadie sin coche puede acceder pero donde las ofertas te llevan a convencer a cualquier familiar insensato para que te lleve. Este, en concreto, el Decatlon del Desierto de los Monegros, ha sido el primero en abrir la nueva sección Montando el Pollo: Comunicación Política, cuyo producto novedad estrella será Hands, la Cadena Humana. “Esta tienda es como un hub. Aquí, en los Monegros, probamos los productos más arriesgados que después recorren todos los puntos de venta del resto del estado”.