ENTREVISTA

El abogado de la niña cambiada al nacer: “Ella se enfrenta a un replanteo total de su vida y sus relaciones”

Hace 19 años, en el hospital San Millán de Logroño, se produjo un error humano que terminó con el intercambio de dos bebés en dos familias biológicas incorrectas. Una de las niñas terminó en una familia estructurada, arguye la defensa, y la otra fue criada por su abuela materna que, al intentar conseguir que el padre pagase una pensión alimenticia, descubrió que ni él era su padre ni su hija la progenitora de la chica. Para cuando todo esto se destapó, la joven ya era una adolescente.

Durante una entrevista con elDiario.es, el abogado de la víctima, José Sáez Morga, ha asegurado que su defendida ahora “se enfrenta a un reseteo de su vida, que no es partir de cero sino partir de 'menos bastante'. Es un replanteo total de vida, de relaciones y de todo”. Sáez Morga también ha asegurado que llegarán hasta el final del asunto, pero que debe ser una conclusión satisfactoria, “no con cantidades que se nos antojan bastante escasas”. La Administración, a expensas de la última prueba de ADN, ofrece 215.000 euros a modo de indemnización. La defensa reclama tres millones de euros por los daños morales sufridos.

¿Por qué acudió la joven a su despacho en un primer momento?

Acude con una resolución judicial en la que ya se había reconocido la no paternidad de su teórico padre hasta entonces. Y, por otro lado, ella tenía un informe de un instituto de Zaragoza en el que también se recogía que no era hija de su hasta entonces madre teóricamente biológica. Eso más un análisis de sangre en el que se desprendía que su grupo sanguíneo, el que ostentaba hasta ese momento, no era correcto. Que tenía otro diferente.  

¿En qué situación se encontraban ella y su familia?

Ella estaba en acogimiento con una abuela con funciones tutelares.

¿Cuánto tiempo llevaba cuidando su abuela de ella?

Desde prácticamente el nacimiento. Desde un año después, desde 2003. Primero en acogimiento y después completado con las funciones tutelares. A raíz de las funciones tutelares es cuando la abuela había pedido [al supuesto padre] una pensión de alimentos para su nieta, pero el demandado negaba la paternidad y entonces la jueza de familia ordenó la práctica de pruebas de ADN cuyo resultado era que efectivamente que no era el padre biológico. Con lo cual, absolvieron al demandado de la petición de alimentos y se archivó expediente.

¿En qué momento se dio cuenta su defendida de que su padre biológico no lo era?

Exactamente yo no sé cuándo se lo informa la abuela. De todos modos, es en 2018 cuando ella conoce las dos circunstancias [que ni su padre ni su madre son sus progenitores biológicos]. Cuando cumple los 16 años le obtenemos lo que se llama el beneficio de la mayoría de edad, y con ese carácter le preparamos un escrito y los antecedentes que hemos manifestado para la inspección de la Dirección General de Prestaciones y Farmacia de Salud de La Rioja diciendo tengo estos datos y, por lo tanto, díganme ustedes quiénes son realmente mis padres.

¿Qué pide su defendida?

Con los mayores datos que se obtienen de esa inspección médica, en la que, de una muestra de 13 niños, de 13 neonatos, al final queda reducida la cuestión a estas dos personas. Eso se vuelca a un procedimiento de diligencias preliminares que, con nuestro conocimiento más la posterior comunicación también por inspección ante el requerimiento del juzgado de quién sería realmente esa otra niña, se produce el archivo de esas diligencias preliminares. Luego ya es el Ministerio Fiscal, en salvaguarda y defensa de los menores y también del orden público, en cuanto a que el Registro Civil no puede contener datos falsos por erróneos, promueve una acción mixta de filiación. Esto, con el resultado de las pruebas de ADN –que estamos pendientes de recibir desde enero de 2021 del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid y que hoy me han comunicado un nuevo requerimiento del juzgado reiterando esa petición– culminará lo que ya sospechamos, y se corregirá en el Registro Civil.

Nosotros también promovemos una reclamación administrativa contra Salud por responsabilidad patrimonial por daños morales y ese es un procedimiento que está actualmente también suspendido a expensas de recibir estos resultados de pruebas de ADN. A nuestro juicio, no era necesaria esa suspensión en el expediente administrativo porque ya hay elementos suficientes de juicio para determinar que efectivamente el error se ha producido.

La consejera de Salud ha admitido el error, y ha añadido el comentario de que en la actualidad prácticamente no se podría dar una situación así, cosa que ya ha corregido en distintos medios, porque aquí el margen de error tiene que ser cero. Tiene que haber plena seguridad de que quien nace es correctamente identificado y entregado correctamente a sus padres biológicos.

¿Se sabe algo de la otra víctima? ¿Se sabe si también va a denunciar?

No lo sabemos. Es esperable, pero es una cuestión que depende de su decisión.

¿Cómo le está afectando todo este proceso a su defendida y también que haya saltado a los medios de comunicación?

Algunos nos han solicitado incluso poder entrevistarla personalmente, cosa que estamos declinando porque está contraindicado porque le estresa. Y, por lo demás, pues la situación es que se enfrenta a un reseteo de su vida, que no es partir de cero sino partir de 'menos bastante'. Es un replanteo total de vida, de relaciones y de todo.   

La Consejería de Salud de La Rioja ofrece 215.000 euros y habla de un error humano. ¿Lo consideran suficiente?

No, de ninguna manera. Todo esto después de decirnos en el expediente que no hay relación de causalidad, que no hay hecho antijurídico y que habría obligación de soportarlo, lo que es una auténtica barbaridad. Para a continuación, proponer que, en todo caso, subsidiariamente se nos den 215.000 euros.  

Su defendida lleva tres años inmersa en este proceso judicial. ¿Tiene ganas de que concluya?

Todos tenemos ganas de que concluya, pero no hasta el punto de sucumbir a las pretensiones de la otra parte. En los dos aspectos quiero decir que tenemos ganas de que aclare ya con el resultado de las pruebas de ADN que, como digo, no harán más que confirmar los demás elementos. Y la reclamación patrimonial, pues también, pero vamos, satisfactoriamente. No con cantidades que se nos antojan bastante escasas.

¿Su defendida se ha mostrado dispuesta a establecer algún tipo de relación con su familia biológica si los análisis lo confirman?

Sí, pero es una cuestión que depende también de la otra parte. Sí la hay, en principio, pero yo no quiero entrar en ese tipo de cosas porque afectan a la propia iniciativa tanto de unos como de otros.