El pasado sábado de madrugada unos desconocidos la emprendieron a mazazos contra la clínica Dator de Madrid, el primer centro que se acreditó en España para la interrupción voluntaria del embarazo. El vigilante de seguridad, que desde hace años hace guardia en el centro todas las noches, avisó a la Policía y cuando llegaron los agentes los atacantes ya se habían marchado, explica Olga Sancho, portavoz del centro.
Los cristales de la clínica son blindados y no llegaron a romperlos del todo, aunque quedaron resquebrajados y los daños son evidentes. Al día siguiente, aparecieron frente a la clínica varias pintadas en contra de los abortos y la clínica. En una de ellas, situada en un muro frente a Dator, se puede leer “¡Abortemos la ley, no la vida! No al aborto!” Aparece firmada con las iniciales DNJ, que podría corresponder a las juventudes de Democracia Nacional, un partido de ideología fascista, que ya ha protagonizado en otras ocasiones concentraciones frente a los centros que realizan interrupciones voluntarias del embarazo.
La otra pintada apareció en el cierre metálico de un restaurante cercano, por lo que solo es visible cuando el local permanece cerrado. Según señalan desde el centro, el letrero dice: “Dais de comer a abortistas”. “Su objetivo ya no es sólo el acoso, sino que también pretenden ponernos en contra de las personas y negocios que están a nuestro alrededor·, señala Sancho, quien afirma que ya han presentado la denuncia, y sobre todo subraya que este ”es uno de tantos ataques que desde hace años venimos sufriendo por parte de los grupos“ contrarios al aborto.
El pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, y recién aprobado en el anteproyecto de ley para la protección de la Vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, que elimina el aborto libre dentro de las primeras 14 semanas, varios grupos de los autodenominados “provida” se concentraron frente a Dator y otros tantas clínicas en otras partes de España. Unas concentraciones que vienen repitiéndose desde hace años. En esta ocasión, los manifestantes permanecieron frente al centro. Hace dos años se tumbaron en la puerta de la clínica impidiendo el paso de todos los que trataban de acceder al centro.
Un arzobispo frente a una clínica
En Navarra, donde hasta hace dos años no existía ningún centro privado, ni público, que realizara abortos, el pasado diciembre el arzobispo de Pamplona se manifestó frente al único centro acreditado para la interrupción voluntaria del embarazo, situado en Ansoain. Estas concentraciones se realizan cada mes. También cada mes hay manifestaciones de asociaciones ultracatólicas y contrarias al aborto frente a un centro en Albacete, como explica Francisco Valero, vocal de la Asociación de las Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), que agrupa a muchas de los centro privados que hay en España. En una de las clínicas que hay en Murcia, señala, aparecieron recientemente pintadas que les llamaban “asesinos” y otras en la fachada del centro que decían: “Aquí se matan niños”. En Valencia, Valero explica que es habitual que un cura de la parroquia cercana acuda a la puerta de la clínica a decir a las mujeres que van al centro que “abortar es un asesinato”.
“Las concentraciones son permanentes y ya estamos acostumbrados pero no dejan de ser una forma de coacción a las mujeres que tienen todo el derecho a abortar”, afirma Francisca García, presidenta de ACAI, quien señala que con “estas coacciones tratan de culpabilizar a las mujeres”.