La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) ha informado hoy de que no ha hallado evidencias de que el glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo, sea cancerígeno o cause problemas graves de salud, como denuncian varias organizaciones, entre ellas la Organización Mundial de la Salud.
“El Comité de Evaluación de Riesgos de la ECHA ha concluido que las pruebas científicas disponibles no cumplen los criterios para clasificar el glifosato como cancerígeno, mutágeno o tóxico para la reproducción”, señaló la agencia europea -con sede en Helsinki- en un comunicado.
Por ello, la ECHA decidió mantener sin cambios la actual clasificación de peligrosidad química del glifosato como una sustancia que causa graves daños oculares y que es tóxica para la vida acuática con efectos duraderos.
Este dictamen pasará por un control rutinario dentro de la ECHA antes de ser enviado a la Comisión Europea (CE), organismo que, junto a los estados miembros, examinará a finales de este año la posibilidad de renovar la autorización de utilizar el glifosato como sustancia activa en los plaguicidas.
El glifosato es uno de los productos más conocidos de la multinacional Monsanto, proveedora de productos químicos para la agricultura en las categorías de insecticidas, herbicidas y transgénicos.
Es un herbicida que se popularizó tras la introducción en el mercado de cultivos que habían sido modificados genéticamente para ser inmunes a él, de forma que es posible rociar el herbicida directamente sobre los cultivos. Una de las ventajas de la utilización de este producto es que presenta una toxicidad muy baja, mucho menor que otros productos ampliamente utilizados hasta entonces. Sin embargo, la utilización masiva de glifosato en algunas regiones ha provocado la aparición de malas hierbas resistentes a este herbicida.
La Organización Mundial de la Salud clasificó este producto químico como “probablemente cancerígeno” y un grupo de organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, han lanzado una campaña europea para recoger reunir un millón de firmas exigiendo su prohibición.
La Comisión Europea (CE) reanudará el debate con los Estados de la UE sobre la aprobación del glifosato, que estaba paralizada hasta este dictamen. Ahora tiene que ser ratificado y enviado a la Comisión, que lo espera para “antes del verano”, según el portavoz comunitario de Salud Pública y Seguridad Alimentaria, Enrico Brivio.
A partir de ese momento, “deberá tomarse una decisión, como muy tarde, a los seis meses de recibir esa opinión”, explicó.