“El tiempo para actuar ya es absolutamente inaplazable”. Es una de las proclamas contra el cambio climático que ha lanzado este martes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante su intervención en uno de los eventos de la conferencia COP25 que se celebra desde el lunes en Madrid.
Almeida ha acudido por segundo día consecutivo a las instalaciones de Ifema. Este martes, para participar en el debate 'El camino hacia una ciudad sostenible y resiliente al cambio climático', organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el pabellón de España en la zona azul.
Preguntado por un representante del BID sobre “cómo va a enamorar a la ciudadanía” con sus medidas ambientales, Almeida, que ha recibido felicitaciones por el esfuerzo de la capital en la organización de esta conferencia en tiempo récord, ha realizado un “pequeño bosquejo” de su Plan Madrid 360, concebido como sustituto del Madrid Central de Manuela Carmena cuyo supresión se había convertido en su principal promesa electoral, como le ha reprochado en el turno de debate una activista del movimiento Fridays for Future.
“Tener discrepancias con una medida no significa que uno sea negacionista”, ha respondido Almeida. “El problema no lo tenemos dentro del perímetro de la M30”, sino en las zonas que están fuera de esa vía de circunvalación. Quienes, como él, viven en el centro de la capital, “tenemos para desplazarnos vehículo privado, metro, taxi VTC, carsharing, moto, bicicleta y patinete”. Y aunque ha reconocido que es imposible replicar ese sistema a toda la ciudad, el objetivo, ha dicho, sería limitar el tránsito de los 400.000 vehículos que cada día acceden desde la zona metropolitana.
No es el único reproche que ha recibido el alcalde: antes de su intervención en el debate ha visto cómo un representante del Movimiento Indio de América le abordaba para reprocharle sus famosas declaraciones en favor de salvar a la catedral de Notre Dame antes que al Amazonas. “Es una persona que conozco, que trabaja en El Rastro y con la que he tenido alguna que otra reunión”, ha dicho después Almeida a los periodistas, en unas declaraciones que ha culminado con esta otra proclama: “¡Viva la discrepancia!”.
El regidor ha insistido en que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) no se va a privatizar y ha pedido a su Comité de Empresa que aclare las reivindicaciones que sustentan la huelga que tienen convocada para reclamar la contratación de más conductores. También ha reiterado ante la prensa que el suyo es el único gobierno que “aun discrepando con Madrid Central” lo está aplicando; Carmena y su concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés, ha dicho, “pusieron las elecciones por encima de la salud de los madrileños” y dieron “barra libre de una multa entrando 30 días al mes” para los vehículos sin etiqueta ambiental.
Estos vehículos actualmente “tienen prohibido radicalmente el acceso” al centro, pero Madrid 360 pretende darles entrada si tienen alta ocupación (aunque no se van a establecer controles para comprobarlo). Esta medida, como ha reconocido durante el debate, Almeida “ha generado controversia”. Pero se ha felicitado por que es solo una de las 194 que contempla del plan de reducción de emisiones que el Ayuntamiento, redactado a marchas forzadas para evitar una multa de la Comisión Europea por no combatir la contaminación en la capital. “Operemos sobre lo positivo”, “lo que nos une”, que “es mucho más que lo que nos separa”, ha concluido.
Un boomerang
Poco antes, su homólogo de Sevilla, el socialista Juan Espadas, había reclamado que las medidas de lucha contra el cambio climático, entre las que ha citado las restricciones de tráfico al centro de las grandes ciudades, dejen de ser materia de bronca política. “Ojalá la COP25 mandara para no hacer de esto un instrumento de confrontación política”. En opinión de Espadas, sería un “paso de gigante” alcanzar un “gran pacto” para “no caer en lo fácil”. Ha utilizado este símil: que no “se convierta en un boomerang” a determinadas medidas que impliquen “cambio o renuncia de los ciudadanos”.
En la mesa de debate también ha participado Luis Alberto Moreno, presidente del BID, que destacado el “papel fundamental de las ciudades” en la lucha contra contra el cambio climático. Como ha recordado Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, las urbes concentran en torno al 80% de la población y el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Más del 80% de ellas están expuestas a niveles de contaminación muy superiores a los que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
España, ha subrayado de la Cueva, es uno de los países de la UE con más concentración de población urbana y, dado que concentran el 70% del PIB nacional, van a recibir “la mayor parte de la inversión” de 236.000 millones que contempla el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) remitido por el Gobierno a Bruselas.