La jurista Ana Redondo (Valladolid, 1966) será la nueva ministra de Igualdad. Profesora de Derecho Constitucional, ha sido concejala de Cultura y Turismo de Valladolid desde 2015 hasta este año. Antes fue portavoz del PSOE en las Cortes de Castilla y León entre 2014 y 2015. Su nombramiento confirma lo que parecía claro desde hacía semanas: el Ministerio de Igualdad vuelve a manos socialistas.
Redondo recogerá el testigo de Irene Montero después de cuatro años de legislatura en los que el departamento de Montero ha conseguido sacar adelante varias leyes y políticas de calado, pero en los que la controversia interna y los ataques han sido constantes.
La cartera estuvo en el foco desde el inicio de la legislatura. No ha habido ley de Igualdad que no haya desatado conflicto interno entre las dos partes del Gobierno de coalición. La Ley de Libertad Sexual, conocida como ‘ley del solo sí es sí’ ya arrancó en el Consejo de Ministros con disputas, que se agrandaron y llegaron a convertirse en la crisis de más calado en el Ejecutivo con la rebaja de condenas a algunos agresores sexuales tras su entrada en vigor.
Si en este caso el PSOE acabó reformando la ley con el apoyo del Partido Popular y sin los votos de Unidas Podemos, en la Ley Trans, otro de los grandes focos de conflicto, la propuesta de Irene Montero y su equipo acabó imponiéndose a la de la entonces vicepresidenta Carmen Calvo, que había sido la anterior ministra de Igualdad. Tras meses de duras negociaciones, la autodeterminación de género de las personas trans, es decir que puedan cambiar su sexo legal sin requisitos, a la que una parte del socialismo se oponía, se introdujo en el texto.
En este contexto tendrá que navegar Redondo, en un momento en el que una parte de las feministas del PSOE han mostrado su fuerte descontento con los proyectos impulsados por el Ministerio de Igualdad e Irene Montero y que han cargado duramente contra Pedro Sánchez por la Ley Trans, contra la que reconocidas políticas vinculadas al PSOE y veteranas académicas han ido elevando el tono e incluso impulsando asociaciones específicas.
Una brecha en el movimiento feminista
Y es que las tensiones no han sido solo políticas. De alguna manera, la disputa en el seno del Ejecutivo se ha trasladado también al ámbito social y al movimiento feminista, en el que se ha abierto una brecha que aún no se ha cerrado.
Pero Redondo tendrá también delante otro de los frentes que han marcado el mandato del Ministerio de Igualdad, que ha sido blanco de ataques de las derechas de manera permanente. Aunque Irene Montero ha sido el centro de la ofensiva, no han perdido oportunidad de cargar contra todo lo que suene a feminismo en un escenario de auge del negacionismo machista, que en algunas comunidades y ayuntamientos ocupa las instituciones tras los pactos del Partido Popular y Vox, con los que la nueva ministra tendrá que lidiar.