Un nuevo (y dudoso) análisis genético apunta a que Cristóbal Colón tenía origen judío y ocultó su identidad
Las pruebas genéticas realizadas por el equipo forense de la Universidad de Granada (UGR), liderado por José Antonio Lorente, revelan que Cristóbal Colón tenía “rasgos compatibles con origen judío” (hallados en el cromosoma Y de su hijo Hernando) y que los restos atribuidos a Diego Colón no son de un hermano, como se creía hasta ahora, sino de un familiar en quinto o sexto grado.
Son las dos conclusiones más relevantes del documental “Colón ADN”, emitido en el día de la Hispanidad por TVE, en el que el análisis forense y la comparación genética con muestras obtenidas en distintos lugares también descartó las teorías sobre otros orígenes (castellano, gallego, mallorquín o portugués), pero no permite todavía saber exactamente dónde nació ni quiénes son sus parientes ni los datos han sido presentados ni sometidos a escrutinio científico.
Los investigadores también aseguran tener pruebas de que los huesos enterrados en la Catedral de Sevilla son de Cristóbal Colón, lo que ha sido replicado por diferentes laboratorios. Estos restos, junto con los de su hijo y el que ha resultado ser su primo lejano, son la base de la investigación que les ha permitido comparar las muestras con las de otros personajes de la historia para confirmar o descartar las diferentes teorías sobre su origen. Lorente avanzó el pasado jueves que la investigación será publicada por una revista científica internacional, cuando será posible valorar su verdadero alcance.
Por qué ocultó su identidad
De acuerdo con el documental, el origen judío de Colón explicaría por qué pudo haber ocultado su identidad, aunque sigue sin cerrarse el misterio sobre su origen, que los forenses sitúan genéricamente en el Mediterráneo occidental, en especial la costa de la península y Baleares. Francesc Albardaner, expresidente del Centre d'Estudis Colombins de Barcelona e impulsor de la teoría del Colón judío, aparece en el documental como el defensor de la tesis ganadora y sostiene que Colón “era un judío sefardita” y que esto pone en crisis la teoría ampliamente aceptada por los historiadores de que nació en Génova, ya que esta ciudad había expulsado a los judíos en el siglo XII.
En el documental se habla de que en Génova los judíos estaban expulsados y no podían permanecer más que unos días de paso, pero eso es válido sólo para la ciudad
Arturo Rodríguez, historiador y ex adjunto del director de la Casa-Museo de Colón en Valladolid, pone este extremo en duda. “En el documental se habla de que en Génova los judíos estaban expulsados y no podían permanecer más que unos días de paso, pero eso es válido sólo para la ciudad”, explica a elDiario.es. “En Savona había una comunidad judía y es allí precisamente de donde señala Lorenzo Galíndez de Carvajal (registrario de la Corte) que era Colón. En esa misma línea van las probanzas de la orden de Santiago, donde Diego Colón de Toledo dice que su abuelo ‘era el almirante Cristóbal Colón, genovés, y que era de Savona’”.
Para Gemma Marfany, catedrática de Genética de la Universidad de Barcelona (UB), el resultado deja todo bastante abierto, aunque tiene el valor de descartar a través de la genética teorías a las que los historiadores no les daban ningún crédito. “Según dicen, el cromosoma Y tiene un haplotipo compatible con el origen judío sefardí, pero no han encontrado sus parientes, así que es una inferencia y no tienen indicaciones supersólidas”, señala.
El resultado deja todo bastante abierto, no tienen indicaciones supersólidas
Más crítico aún es Antonio Salas, genetista de la Universidad de Santiago (USC), que considera que el documental es un enredo tanto en su enfoque histórico como en el científico. “La información clave se presenta, de manera desordenada, hacia el final del documental”, explica. “Sin embargo, la evidencia está llena de vacíos”. Este conjunto de datos incompletos es insuficiente para confirmar una relación padre-hijo, asegura, y el cromosoma Y, aunque es útil para rastrear linajes paternos, es compartido por todos los hombres de una misma línea masculina, como primos varones de distintos grados. “Por ello, la repetida afirmación a modo de mantra de que la relación entre Colón y Hernando (padre-hijo) está ‘probada’ es una sobreinterpretación de la evidencia genética disponible”, apunta.
Mucha fanfarria, poca ciencia
En el documental, que mantiene a lo largo de una hora y media un tono más propio de un reality show que de una producción rigurosa, Lorente defiende que Colón procedía probablemente de los antiguos territorios de la Corona de Aragón y se esgrime como prueba de su origen sefardí el hecho de que hablara castellano. “Los sefardíes hablaban las lenguas de la península y lo más probable es que hubiera aprendido el castellano en casa”, asegura Albardaner, que se aventura a establecer que Colón habría nacido en el seno de una familia de tejedores de seda de Valencia y habría sido “judío de cultura, judío de religión, judío de nación y sobre todo de corazón”, ya que “rezuma judaísmo en sus escritos”.
Respecto a cómo llegó alguien tan humilde hasta los Reyes Católicos, los autores del documental argumentan que fue porque “hubo muchos judíos y judíos conversos que le ayudaron”, como el duque de Medinaceli o Luis de Santángel. “Toda su vida tuvo que aparentar que era cristiano, católico, solo con que hubiese cometido un error habría acabado en la pira, pero estaba protegido por los reyes, y por eso la Inquisición lo respetaba”, sostiene Albardaner.
Solo cuando se publiquen los datos genéticos en una revista científica será posible juzgar con criterio la validez y relevancia de estos hallazgos
Sin embargo, muchas de estas conclusiones se alcanzan por descarte y sin tener en cuenta las muchísimas pruebas documentales del origen genovés de Cristóbal Colón y otros cabos sueltos que no encajan del todo en esta teoría. “La información genética que aparece en el documental es muy escasa”, asevera Laura Muñoz Encinar, antropóloga forense de la Universidad de Barcelona y del Incipit-CSIC. “Además, aunque existieran esos datos, los resultados genéticos no permiten inferir el lugar de origen de una persona. Tampoco su relación con un origen judío-serfadí. La genómica es una gran herramienta en la investigación científica, y puede ser un eslabón más de la cadena, pero no es la respuesta”.
Los resultados genéticos no permiten inferir el lugar de origen de una persona. Tampoco su relación con un origen judío-serfadí
Antonio Salas también considera que la conclusión de que Colón era un judío sefardí del Levante carece de base genética. “No existe un cromosoma Y que pueda definirse como judío-sefardí, y aunque hubieran logrado secuenciar todo el ADN de Colón, no sería posible determinar un origen étnico o poblacional único basado en el ADN”, afirma. “Nuestro material genético es un mosaico de múltiples antepasados, y no puede encasillarse en una única identidad”.
Habrá que esperar, pues, a que los resultados se publiquen en una revista científica para valorar con más criterio la validez y relevancia de estos hallazgos, y si están a la altura de las expectativas generadas por el equipo de la Universidad de Granada y la televisión pública española (RTVE).
Nota: Las valoraciones de Antonio Salas (USC) y Laura Muñoz Encinar (UB-Incipit) se han añadido el domingo por la mañana.
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