El arzobispo de Granada, Javier Martínez, parece decidido a continuar en la picota mientras Roma no tome ninguna decisión sobre su anunciado cese. Mientras se mantiene viva la polémica sobre su actuación en el caso Romanones, escándalo de abusos sexuales en el que están implicados una decena de curas de su diócesis, eldiario.es ha podido confirmar que el prelado ha vetado la intervención de otro obispo, el de Bilbao, en la Universidad Pública de Granada.
La presencia de Mario Iceta, presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal y uno de los tres representantes de la CEE en el Sínodo sobre la Familia, estaba prevista para este jueves, a las 19.00 horas, en el Salón de actos de la Escuela Técnica de Ingeniería de Caminos, Puertos y Canales de la Universidad de Granada. El prelado había sido invitado por el Seminario de Estudios J. H. Newman, dentro del ciclo de conferencias Perspectivas de Temas de Actualidad.
Dicho seminario fue creado en 2010 por la Universidad y está formado por profesores del centro público. Entre sus objetivos se encuentran “fomentar una visión de la educación integral y en libertad de la persona, que contribuya a su felicidad”, así como “el conocimiento, desarrollo y divulgación del pensamiento cristiano católico en el ámbito de competencia de la Universidad de Granada, como un servicio a la sociedad de nuestro tiempo”. El centro, adscrito al Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la Universidad de Granada, se financia con las aportaciones de sus miembros, más una partida del centro. No tiene ninguna vinculación orgánica con la Iglesia.
Todos sus miembros son laicos, aunque muchos de ellos pertenecen a distintas asociaciones cristianas de marcado carácter conservador, como el Opus Dei, los kikos o Comunión y Liberación, la misma organización de la que forma parte Javier Martínez. El propio Mario Iceta no es, ni mucho menos, un obispo progresista, ni tan siquiera moderado. Sus tesis, como las del arzobispo, son más bien conservadoras en el seno de la Iglesia española.
La medida, tomada a última hora -el anuncio de la charla estuvo, hasta anoche, colgado en la web del Arzobispado-, supone una clara intromisión en el trabajo de la universidad pública. Eclesialmente es un hecho grave, pues en pocas ocasiones un obispo niega la entrada en la diócesis a otro.
No era necesario el permiso
Lo cierto es que la entidad organizadora no tenía la obligación de solicitar permiso alguno al obispo. Sin embargo, como relatan sus responsables, al tratarse de una conferencia impartida por otro obispo, “y por deferencia”, se informó al arzobispo. “No es práctica habitual pero nos parecía norma de cortesía”, aclaran.
Según ha podido confirmar eldiario.es, Javier Martínez en principio no puso pega alguna –la muestra es el anuncio, ahora eliminado, en la web diocesana–, pero a los pocos días propuso cambiar la fecha al no encontrarse él en Granada ese día. Finalmente, y tras un intercambio de “correos malsonantes”, el prelado impuso su prohibición, de la que también informó al propio Iceta. Este seminario de la entidad universitaria se plegó a las exigencias del arzobispo y desconvocó el acto.
En el escrito enviado por el seminario a sus socios, se informa de que “cuando un obispo va a otra diócesis es normal que éste anuncie su visita y pida el plácet al obispo de esa diócesis, aunque la visita sea, como en este caso, para una actividad universitaria”.
“Lamento comunicaros que el arzobispo de Granada, D. Javier Martínez Fernández, no ha concedido el plácet al obispo de Bilbao, D. Mario Iceta Gavicagogeascoa, para que pueda impartir en la Universidad de Granada la conferencia prevista para este próximo jueves 31 de marzo, y que ya había sido anunciada desde hace varias semanas. Por lo tanto, muy a mi pesar y en contra de mi voluntad, queda suspendida la conferencia de D. Mario Iceta Gavicagogeascoa”, afirma el escrito.