Austria planea expropiar la casa natal del dictador Adolf Hitler (1889-1945) para evitar que se convierta en un lugar de peregrinación de neonazis, explicó hoy a Efe un portavoz del Ministerio del Interior.
“La expropiación trata de evitar que el edificio se convierta en un lugar de peregrinación de partidarios del nazismo”, expuso el portavoz de Interior, Karl-Heinz Grundböck.
El dictador más sangriento del siglo XX nació en 1889 en una casa en Braunau am Inn, muy cerca de la frontera con Alemania, y aunque su familia pasó allí apenas tres años, su legado ha tenido un enorme peso en esta localidad de 16.000 habitantes.
Grundböck agregó que para expropiar el inmueble se necesita una ley que será aprobada por el Parlamento, en el que los diputados del Gobierno de gran coalición entre socialdemócratas y conservadores tienen mayoría absoluta.
El portavoz no pudo agregar más detalles sobre cuándo se aprobaría esa ley.
La casa es ahora propiedad de una vecina, aunque desde 1972 el Ministerio del Interior la tiene alquilada y la subarrienda al Ayuntamiento de Braunau por unos 5.000 euros mensuales (unos 5.680 dólares), una cantidad que el consistorio ha subrayado que no puede afrontar a medio plazo.
En el pasado, se albergó allí una biblioteca, un banco, y más recientemente, un taller de formación de una organización para discapacitados, que dejó el lugar en 2011 para buscar un alquiler más barato.
Desde entonces ha surgido un debate sobre qué hacer con el inmueble, si establecer allí un memorial para recordar su pasado o tratar de que sea una casa más.
El ayuntamiento ha manifestado en repetidas ocasiones el temor de que organizaciones neonazis pudieran alquilarla de forma encubierta y convertir la localidad en un centro de peregrinación para ultraderechistas.
En la actualidad no existen demasiadas referencias sobre el pasado de la casa pintada de color amarillo, solo un monolito de granito procedente de la cantera del campo nazi de Mauthausen que fue colocado allí en 1989, por el centenario del nacimiento de Hitler.
“Por la paz, la libertad y la democracia. Nunca más el fascismo, millones de muertos lo advierten”, señala el mensaje sobre la roca.
Ya en 2012 Austria retiró la tumba de los padres del dictador Hitler en Leonding, en el suroeste de Austria, tras denuncias de que se había convertido en un lugar de peregrinación de ultraderechistas en el que se hallaron símbolos nazis.
En enero de 2015 Interior ya señaló que se planteaba la expropiación de la casa, mientras que otras voces de la sociedad civil han pedido incluso derruirla para acabar con cualquier vestigio del pasado de Hitler.