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Bruselas promueve una 'ley climática europea' para lograr el objetivo de neutralidad en emisiones en 2050 ante la COP25 de Madrid

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —

Una ley europea para conseguir la neutralidad climática en 2050. Es decir, para reducir drásticamente la contaminación y emitir sólo lo que la tierra pueda absorber. Y, para ello, aumentar la ambición climática para 2030. Éstas son algunas de las líneas maestras recogidas en un borrador adelantado por Euractive sobre el European Green Deal de la nueva Comisión Europea, de Ursula von der Leyen, que tomará posesión este domingo, en vísperas de la COP25 de Madrid.

Así, el documento recoge que el Ejecutivo comunitario propondrá la primera “ley climática europea que consagra para 2050 el objetivo de neutralidad climática”. Para ello, el texto debería estar redactado en marzo de 2020.

Así, “la Comisión presentará en octubre de 2020 un plan integral sobre cómo aumentar el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 al menos al 50% y hacia el 55% de manera responsable”; y “revisará todas las medidas legislativas relevantes para cumplir esta ambición renovada”.

En su documento, la Comisión Europea habla de poner en marcha un sistema de emisión de CO2 en el transporte terrestre, pero no concreta las fechas. “La Comisión”, dice el texto, “adoptará una estrategia integral para una movilidad sostenible e inteligente en 2020, que aborde todas las fuentes de emisiones del sector del transporte”.

La estrategia incluirá medidas concretas para “asegurar que los precios reflejen el verdadero impacto sobre el medio ambiente y la salud, de los diferentes servicios de transporte”; “apoyar el cambio de la carretera (y la aviación) al ferrocarril: el 75% del transporte debe trasladarse de la carretera al ferrocarril y las vías navegables interiores”; “desarrollar e implementar infraestructura y combustibles alternativos”.

Los ministros y representantes gubernamentales de todo el mundo están comenzando a llegar a Madrid para reunirse durante dos semanas de duras negociaciones sobre cómo aplicar el acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático. A pesar de que las constataciones científicas son cada vez más evidentes, los países no terminan de concretar sus objetivos de reducción de emisiones para alcanzar los objetivos de París.

Este jueves, el Parlamento Europeo declaró en Estrasburgo “la emergencia climática en la UE”. Los populares preferían llamarlo urgencia –y votaron divididos, con el PP español a favor–, y los ultraconservadores y la extrema derecha consideraban, como dijo Vox, que se trata de “falsedades no demostradas”, por lo que votaron en contra.

El texto “declara una emergencia climática y ambiental; pide a la Comisión, a los Estados miembros y a todos los actores mundiales que tomen con urgencia las medidas concretas necesarias para contener esta amenaza antes de que sea demasiado tarde; e insta a la nueva Comisión Europea a evaluar el impacto ambiental de todas las propuestas legislativas y presupuestarias para asegurar que  estén alineadas con el objetivo de limitar el calentamiento global a menos de 1.5 ° C”.