Madrid, 4 jul (EFE).- Senderismo, escalada o avistamiento de aves: los campamentos de verano incluyen cada vez más actividades relacionadas con el medioambiente para interesar así a los más pequeños en el conocimiento y cuidado de la naturaleza, según han contado a Efe algunos de sus organizadores.
“Para nosotros, un campamento de este tipo es una especie de cantera de futuros conservacionistas”, ha explicado Felipe González, delegado de SEO/BirdLife en Cantabria y encargado de gestionar esta actividad anualmente en Liébana, en el Parque Nacional Picos de Europa.
Su principal objetivo es el de inculcar la educación ambiental a los más pequeños y en ese sentido se diseña la participación de manera que “a lo largo de toda la semana se puedan reforzar determinados mensajes que promovemos desde la organización, incluyendo el conocimiento de las aves o cómo podemos involucrarnos personalmente a la hora de resolver los problemas ambientales”.
Este tipo de educación se adquiere según González “mediante el contacto directo y el disfrute de la naturaleza”, a lo que conviene sumar una serie de tareas para “asentar” esta relación como por ejemplo llevar siempre encima bolsas de basura con las cuales recoger cualquier residuo que puedan encontrar durante sus rutas.
El papel de los campamentos, más allá de una experiencia lúdica o educativa, se convierte así en un punto de encuentro especialmente atractivo para los chavales interesados en la Naturaleza y el medioambiente.
La educación ambiental orientada hacia ellos cuenta en todo caso con mayor número de propuestas cada día que pasa, como sucede con los campamentos de Selwo Aventura y Selwo Marina, en Málaga.
Su objetivo, según ha explicado la responsable del departamento de educación de Selwo Costa del Sol, Estefanía Berrocal, es que “los participantes no sólo disfruten sino que se conciencien y aprendan que sus actos influyen en el entorno natural”, además de introducirles en el estudio de las distintas especies y su importancia para los ecosistemas.
De hecho, el lema de los campamentos organizados en este parque de educación y conservación es '¡Aprende divirtiéndote!', que sintetiza los dos propósitos de su actividad y su intención de trasladar a los menores la importancia de la acción humana sobre la naturaleza.
La educación ambiental es especialmente importante durante las primeras etapas del ser humano “porque si creamos una conciencia ambiental en los primeros años, se conservará toda la vida”, según Lucía González, responsable de Naturaliza, un programa impulsado por Ecoembes para formar docentes que puedan transmitir un aprendizaje activo en las aulas de Educación Primaria.
Sólo durante el curso escolar 2020/2021, más de medio millar de docentes de toda España participaron en el programa Naturaliza para llevar el medioambiente a las aulas.
Desde el comienzo del proyecto, hace cuatro años, casi 1.400 profesores se han formado en esta iniciativa para trasladar después sus conocimientos a más de 19.200 alumnos.
González está convencida de que este tipo de educación “no se puede transmitir usando las mismas estructuras de la convencional” sino a través de otras técnicas como el aprendizaje cooperativo o los proyectos de los campamentos y, en ese sentido, “el tiempo que nos da el verano nos permite estar más en contacto con el mundo natural”.
La labor desde Naturaliza es, a su juicio, “absolutamente complementaria” con la de los campamentos, ya que tratan las mismas cuestiones desde distintos puntos de vista y eso puede ayudar a atraer una mayor atención.