Arranca la temporada de máximo riesgo de incendios en España, y el sector encargado de su extinción está que echa chispas. El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y los Gobiernos autonómicos mantienen deudas con las empresas apagafuegos que, en el caso de las compañías de helicópteros agrupadas en AECA, ascienden a 70 millones de euros, según denuncia esta patronal. Las principales aerolíneas afectadas son Inaer, Coyotair y Fassa, y los gobiernos más morosos, Cataluña, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.
El presidente de la Asociación Española de Lucha contra el Fuego, Pablo Gárriz, y el secretario general de AECA Helicópteros, Dámaso Castejón, han denunciado los recortes que las distintas Administraciones, la central y las autonómicas, han impuesto tanto a los medios aéreos (267 aeronaves, ocho menos que el año pasado) y terrestres, que cifran en un 10%, como a la duración de la campaña antiincendios de 2013. Otros años comenzaba en junio y terminaba en noviembre, pero este año solo durará hasta septiembre.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, niega que su departamento esté aportando menos medios en la lucha contra los incendios forestales.
Negativa internacional
Negativa internacionalLos recortes son tan acusados que ninguna de las mayores compañías aéreas del sector que existen en Europa ha entrado a la puja por hacerse con al menos una parte de un contrato que cada año cuesta a las arcas públicas españolas cerca de 200 millones de euros. Dado que las licitaciones que lanzan las administraciones para adjudicar las campañas antiincendios tienen obligatoriamente ámbito europeo, el Gobierno de Rajoy pone el máximo empeño en contar con ofertas europeas. Este año, las compañías punteras en el ámbito continental, la noruega Sicor y la británica Bond, han rechazado presentarse a la puja.
Según indican fuentes de la patronal del sector y del sindicato de pilotos de helicópteros, Sepla, ambas empresas estuvieron muy interesadas en hacerse con el último contrato de Sasemar, el servicio público de salvamento marítimo. Al conocer las condiciones de la prestación del servicio, sin embargo, desistieron alegando que las condiciones de los pliegos no eran asumibles y que las limitaciones presupuestarias hacían inviable presentar una oferta rigurosa. Esta política de abstenerse a participar en las campañas españolas se ha mantenido pese a que recientemente el grupo Bond se ha hecho con la compañía de helicópteros más importante que opera en España: Inaer.
El enfado del sector español por las deudas y los recortes se convierte en preocupación porque en las condiciones que se plantean de “escasez de medios” se multiplica la probabilidad de que se disparen los accidentes. Durante la campaña de 2012 se produjeron en España cinco accidentes de medios aéreos en la extinción de incendios con un piloto fallecido. En tierra, el número de personas fallecidas por esta causa fue de seis. El escenario de siniestralidad de 2012, con ser preocupante, fue mucho mejor que el de 2011, cuando se produjeron nueve accidentes aéreos y murieron 11 personas.
El elevado índice de accidentes de 2011 fue objeto de estudio por instancias sectoriales y administrativas españolas y europeas. Fuentes de AECA Helicópteros y del sindicato de pilotos Sepla indican que, a raíz de lo ocurrido en aquel año nefasto, se pusieron en marcha iniciativas de definición de protocolos para evitar accidentes durante los operativos de extinción. A los pilotos se les dio una formación específica. Los profesionales y las empresas “están muy molestas” porque el coste de la mejora del operativo “que ha dado tan buenos resultados en un solo año de aplicación” se hizo a costa del sector. Ahora temen que los nuevos recortes y la improvisación a que obligará la falta de medios y la reducción de la temporada, desbaraten los sistemas de actuación que aportan seguridad y se vuelvan a reeditar “las situaciones de riesgo que ya hemos padecido”.
Agricultura niega los recortes
Agricultura niega los recortes
Pablo Gárriz, el presidente de la Asociación Española de Lucha Contra el Fuego, que agrupa a los integrantes de las brigadas antiincendio y a los equipos de bomberos, y el secretario general de AECA Hilicópteros, Dámaso Castejón, defienden que las brigadas de extinción en tierra “han sufrido incluso más recortes que los medios aéreos” en una cuantía superior al 10%. Castejón advierte de que “el equipo de tierra se debería mantener”, porque es un complemento para la brigada aérea. “Ni la aérea apaga un fuego sola, ni la terrestre apaga el fuego sola, son un conjunto”, asegura. El secretario general de AECA ha recordado que el año 2012 fue “el peor de los últimos cinco años”. Se quemaron 200.000 hectáreas, el 1% de la superficie forestal de España.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, por su parte, ha negado que este año el Gobierno aporte menos medios al operativo de la lucha contra los incendios forestales. Espera que la campaña sea “más tranquila”. AECA y la Asociación de Lucha Contra el Fuego no son tan optimistas. “Si las temperaturas suben mucho hay más material vegetal en el monte para alimentar grandes incendios”.
Fuentes oficiales del Ministerio de Agricultura afirman que aportará esta campaña 65 aeronaves, 10 brigadas de refuerzo terrestre denominadas BRIF y 120 coordinadores para el plan de prevención que lleva adelante junto a las comunidades.
Complementando la labor de los medios aéreos y humanos, el Ministerio dispone de 11 Unidades Móviles de Meteorología y Transmisiones. Se trata de vehículos todo terreno dotados de una estación meteorológica automática y equipo de comunicaciones de radio en banda aérea y terrestre para conseguir una alerta temprana de los incendios.