La plataforma feminista 7N, organizadora de la multitudinaria manifestación que recorrió el pasado mes de noviembre las calles de Madrid contra la violencia machista, ha lanzado en Twitter una campaña para pedir a los candidatos a la presidencia del Gobierno que traten la violencia de género. Con el hashtag #26segNobastan la red pretende interpelar a Iglesias, Rajoy, Sánchez y Rivera, que apenas tocaron el tema en el pasado debate a cuatro.
Dos veces tuvo que insistir la presentadora Ana Blanco para que el candidato de Unidos Podemos y el del PSOE hablaran de ello en apenas cuatro frases. El presidente del Gobierno en funciones y el candidato de Ciudadanos agotaron su tiempo sin hacerlo. Las cuatro formaciones acudieron a la marcha de finales de 2015 y se comprometieron con las peticiones de la misma, que se enfocaban entre otras cosas en elevar la violencia machista a cuestión de Estado.
Por ello, la plataforma 7N reivindica que hablen en Twitter de lo que no hablaron en el debate. El propio perfil del colectivo ha emitido tuits y retuiteado decenas de ellos en los que preguntan a los políticos cómo mejorar el sistema de protección de aquellas mujeres que no denuncian, qué proponen hacer con el caso de Ángela González, cuyo exmarido asesinó a la hija de ambos en un régimen de visitas sin supervisión o si se comprometen a elaborar una ley contra la trata, entre otras muchas preguntas. El hashtag se ha convertido en trending topic, de los asuntos más comentados, al poco rato de lanzarlo.
846 hombres han asesinado a sus parejas o exparejas desde 2003 y 2,5 millones de mujeres declaran haber sufrido violencia de género a lo largo de su vida. Solo ocho de las 21 mujeres que han sido asesinadas en lo que va de año había interpuesto denuncia. Casi el 70% de las maltratadas no lo ha hecho nunca, según la Macroencuesta de 2015 y, a pesar de que se denuncia una violación cada ocho horas, los expertos calculan que no llegan a la mitad de las que se producen.
El movimiento feminista ha reaccionado ante la ausencia del tema en el debate –y de otras violencias como la sexual, el acoso laboral, la violencia simbólica o los micromachismos, la brecha salarial o la feminización de la pobreza y los cuidados–. El mismo día centenares de tuits protestaron por el silencio. “Los candidatos son cómplices de la violencia machista por ignorarla en el debate”, afirmaba Ana Bella Estévez, que sufrió maltrato durante once años, un día después. Para Mar Esquembre, profesora de Derechos Constitucional, lo sucedido evidenció “que a las mujeres no nos ven, no importamos”.